En el sumo profesional, un heya o beya (部屋, literalmente "habitación")[nota 1], mas comúnmente y metafóricamente traducido al español como "establo",[1][3][4]pero también conocido como "cuartel de entrenamiento"[4] o "fraternidad"[5], es una organización de luchadores rikishi en la cual estos entrenan y en donde además llevan un estilo de vida "cuasi-monástico y militar".[3]
Parecido a una fraternidad medieval mas que a un equipo deportivo moderno, un establo es un grupo en donde viven, comen, entrenan, duermen y socializan todos los luchadores juntos bajo la autoridad de uno o mas maestros.[5] Adicionalmente a los luchadores, todos los demás profesionales relacionados al sumo, como por ejemplo el gyōji, el yobidashi y el tokoyama, deben pertenecer obligatoriamente a un heya. Un heya puede variar en su tamaño, yendo desde los mas grandes y exitosos los cuales tienen un ambiente de entrenamiento muy riguroso hasta los establos mas pequeños los cuales tienen una dimensión mas orientada hacia la familia.[6] La mayoría de los heya se han establecido al rededor del distrito de Ryōgoku, en la zona de Sumida de la ciudad de Tokio, tierra originaria del sumo, aunque con el pasar de los años y el aumento de precio de las propiedades en dicha ciudad, han obligado a varios maestros a tener que establecer nuevos heya en otras partes de Tokio y sus suburbios.[7]
En 2004, la Asociación Japonesa de Sumo registro un numero récord de 55 establos activos.[8] Actualmente hay alrededor de 45 establos de sumo activos (para octubre de 2024), cada uno perteneciente a uno de los cinco ichimon (facciones o clanes).[nota 2] Estos grupos de heya, cada uno con su propia historia, sirven tradicionalmente para mantener la cohesión de los establos ligados a ciertas familias, aunque también tienen un rol dentro de las luchas de influencia en la Asociación Japonesa de Sumo.
Durante el período Genroku, varios grupos de sumo se fueron concentrando desde el campo hacia las grandes ciudades como Edo, Osaka y Kioto.[10][8] Estos grupos consistían de samurai sin maestro (conocidos como rōnin) los cuales habían perdido sus beneficios sociales tras el periodo de paz establecido por el shogunato Tokugawa.[11] Los Rōnin no tenían otra alternativa mas que utilizar sus habilidades marciales en torneos de sumo callejeros, denominados tsuji-zumō (辻相撲, tsuji-sumo, literalmente "lucha de esquinas de calle"), para el entretenimiento de los peatones.[12] De manera similar, varios grupos de sumo callejeros se formaron y empezaron a hacer giras por todo Japón, a veces con la ayuda de templos que ocasionalmente los reclutaban para formar parte de las festividades religiosas y también para que los sacerdotes pudiesen recaudar fondos para la construcción de nuevos templos.[13]
Gradualmente, los grupos se fueron organizando por si mismos bajo el liderazgo de un maestro o anciano, los cuales invitaban a los luchadores a vivir en sus hogares, adquiriendo luego el nombre de heya (significando "casa de fraternidad") en referencia a las habitaciones en las cuales los maestros se reúnen para organizar los combates durante los torneos.[10] Durante este período, el término heya se refirió entonces tanto al lugar de entrenamiento como a los aposentos del maestro.[8] El sistema se volvió rentable y fue rápidamente adoptado por diferentes asociaciones de sumo en Osaka y Edo entre 1757 y 1792.[11] Durante la era Hōreki, los maestros empezaron a heredar los nombres de sus predecesores, y los heya fueron gradualmente adquiriendo el nombre del maestro a su cargo.[10] Casi todos los establos de sumo fundados por Asociación de Sumo de Edo fueron entre 1751 y 1781.[1] Durante este mismo período, Edo se estableció a si misma como el mayor centro de sumo de todo Japón, y era común que luchadores de otras grandes metrópolis como Kioto y Osaka, se mudaran a Edo para entrenar en los heya de la Asociación de Sumo de Edo.[14] A pesar de que los heya fueron fundados en gran parte por los mismo luchadores, algunos establos datan de alrededor del siglo XVII y fueron fundados por diferentes gyōji.[14]
Durante el período Edo, todos los luchadores activos fueron oficialmente afiliados a algún establo, pero una excepción formal se mantuvo para aquellos luchadores que se beneficiasen del patronaje de un daimyō local, los cuales tenían la costumbre de tomar bajo su protección a los luchadores mas prominentes.[15] Estos luchadores, los cuales continuaron compitiendo para sus establos, eran sin embargo considerados como "prestados" por los daimyō en vez de estar afiliados a su heya, otorgándoles así el nombre de kakae-rikishi (抱え力士, literalmente "luchador abrazado" o "luchador retenido") tanto a los luchadores como a el sistema.[16]
Durante la restauración Meiji y la abolición del sistema han, este sistema se terminó y los establos perdieron el patronaje de los daimyō locales, los cuales tenían prohibido mantener establos por si mismos.[17] Con la perdida de la seguridad económica y el estatus social, vino un período de semi censura del sumo tras la adopción de la cultura occidental. Durante este tiempo, el sumo era percibido como algo indigno y de poco valor en la nueva era, ya que los combates eran vistos como algo barbárico y la semi desnudez de los luchadores como algo impactante.[18] Con la desaparición de la protección del gobierno, algunos establos se reorganizaron como cuerpos de bomberos.[19] Históricamente, era posible para un luchador activo fundar un establo mientras aun participaba en torneos. Este proceso fue permitido por la norma nimaikansatsu (二枚鑑札), o sistema de dos licencias, significando que un luchador podía poseer ambas licencias de luchador y entrenador a la vez.[20]
En 1943, en el punto de inflexión de la Guerra del Pacífico en la Segunda Guerra Mundial, las competiciones de sumo fueron interrumpidas y Tokio se convirtió en el objetivo de intensos bombardeos aéreos que destruyeron muchos establos.[21][22] La mayoría de los establos que quedaron en pie decidieron trasladarse a los suburbios de Tokio o a poblados vecinos para así escapar de los bombardeos.[23] Durante este período, muchos luchadores fueron reclutados tanto en el ejercito como en la marina de Japón, o incorporados en unidades de trabajo provincial organizados por establo.[21]
Durante los años 70, la cuestión de abrir el título de toshiyori (y finalmente la creación de los establos), a luchadores extranjeros se le presentó a la Asociación Japonesa de Sumo, esta ultima declaró que el sumo es el deporte nacional de Japón, y que era inconcebible que un extranjero pudiera participar como un entrenador/maestro.[24] Estas declaraciones fueron objeto de duras críticas por parte de la prensa.[25] Esto provocó que la asociación tuviera que corregir su posición con respecto a este asunto. La Asociación Japonesa de Sumo subsecuentemente declaró que los luchadores estrella extranjeros Takamiyama y Kaneshiro serían elegibles para convertirse en maestros dentro de la asociación después de sus retiros.[26] Takamiyama fue el primero en retirarse, convirtiéndose en entrenador bajo el nombre Azumazeki y fundando así el Heya Azumazeki, siendo el primer luchador extranjero en hacerlo.[26][27] En 2003, el ex-yokozuna Musashimaru también se retiró y en 2013 fundó el Heya Musashigawa, el segundo establo fundado por un luchador de origen extranjero.[28]
Solamente luchadores retirados pueden abrir establos de sumo.[29] Para crear un establo, el luchador debe ser elegible para el título de toshiyori (y además adquirir un puesto de anciano) dentro de la Asociación Japonesa de Sumo.[30] Solamente los luchadores que hayan alcanzado los rangos del san'yaku (es decir, yokozuna, ōzeki, sekiwake o komusubi) y lo hayan mantenido por al menos un torneo seguido son aptos para optar permanecer como un ejecutivo dentro de la asociación. Los luchadores que hayan obtenido el rango de maegashira deben haberlo mantenido por al menos veinte torneos seguidos, mientras que los luchadores del jūryō deben haber mantenido su título por treinta torneos.[30] Técnicamente, cualquier luchador retirado que haya asegurado su posición de maestro/anciano puede abrir su propio establo.[31] No obstante, solamente un máximo de 105 establos activos son permitidos dentro de la asociación.[31][32] La aprobación de la Asociación Japonesa de Sumo es requerida para abrir un establo propio o heredar uno ya existente[29][33], esta, sin embargo, es otorgada regularmente sin muchas dificultades.[33] A pesar de que la asociación le da a sus maestros/ancianos una gran libertad de acción, esta es quien tiene la ultima palabra en cuanto a la organización de la heya.[34] Sumado a lo anterior, para fundar un establo, un maestro también debe solicitar el permiso del dueño del establo al cual pertenece.[35] Desde 1976, si un extranjero desea permanecer dentro de la Asociación Japonesa de Sumo después de su retiro para así adquirir un puesto de anciano y eventualmente fundar un establo, este debe renunciar a su ciudadanía de origen y convertirse en ciudadano japonés.[36][37] En años recientes, un número considerable de luchadores extranjeros se han convertido en maestros y han fundado sus propios establos.[8]
En general, el acceso a la responsabilidad de ser un maestro de establo es una cuestión de herencia. A un toshiyori se le es dado el control total para elegir su sucesor tan pronto como un luchador es elegible para ese título tras alcanzar los requerimientos mínimos del estatus.[38] Cuando un maestro de establo fallece o se retira, el cuidado y administración de la heya cae por lo general en manos de un miembro activo o retirado de dicho establo.[35] En muchos casos, un oyakata (maestro) tendrá que cambiar su nombre de anciano para así tomar las riendas del establo.[35] Para hacer esto, el maestro debe hacer un pago tradicional al maestro de establo anterior para así poder heredar su posición, así como también un pago por el establecimiento y el terreno.[35] Dado que la especulación de las posiciones de anciano estaba haciendo aumentar los precios hasta el punto de volverlos virtualmente inobtenibles, no era poco común para los maestros firmar un contrato con maestros de establo retirados o sus familias para así realizar pagos mensuales de renta si estos no podían proveer de un pago de sucesión completo.[35] Con el tiempo, han surgido ciertos matices en cuanto a la herencia de los establos que difieren ligeramente de la administración clásica de los maestros/ancianos los cuales no eran dueños de los mismos, si no solamente sus entrenadores. Los establos son administrados en base a las relaciones familiares, por lo que es mas probable que un maestro de establo le herede su posición a un familiar si este ultimo ha alcanzado el estatus de sekitori.[39] También no es poco común que un ex-sekitori herede un establo de su maestro si este se ha casado con un miembro de su familia.[35][40] Por ejemplo, el ex-yokozuna Sadanoyama aseguró la herencia de la Heya Dewanoumi al casarse con la hija de su maestro, Dewanohana, en detrimento del ex-yokozuna Chiyonoyama.[35]
El otro método para convertirse en un maestro de establo es el de la independencia. En muchos casos, un establo es fundado porque su maestro desea volverse independiente del establo al cual ya esta afiliado.[35] A menudo, esto pasa porque un maestro tiene pocas posibilidades de heredar el establo de su maestro por lo que prefiere fundar el suyo propio.[35] La creación de un establo nunca es inmediata. Los ancianos que desean establecer uno, usualmente, se quedan en su anterior establo durante un tiempo como entrenadores, para así aprender a como administrarlo correctamente.[41] El nuevo establo es comúnmente fundado tomando a algunos luchadores del anterior establo.[35] Dado que la fundación de un nuevo establo esta a menudo basado en el establo del anterior maestro, es común para el nuevo establo mantener relaciones solidas con el establo original.[35] Sin embargo, la creación de nuevos establos sigue siendo un fenómeno marginal, ya que los nuevos maestros/ancianos carecen a menudo del financiamiento para volverse independientes.[42] En los años 90, existía un rumor que decía que para abrir un nuevo establo se necesitaban alrededor de ¥200 millones de yenes.[41] A principios de 2020, ha habido una tendencia en cerrar algunos establos para así fusionarlos con otros, apoyándose mutuamente.[43]
Un heya adquiere su nombre a partir del toshiyori kabu (el nombre del maestro/anciano) propiedad del entrenador principal. Un maestro de establo esta obligado a retirarse y traspasar la propiedad de su heya a la edad de 65 años. Cuando un nuevo oyakata asume el control de la heya, y además este no ha heredado el nombre del maestro anterior, el nombre de la heya por lo general es cambiado a el nombre del nuevo dueño para así reflejar esto.[44][45] Los siguientes oyakata deberán estar afiliados al establo.[3]
Hasta 1950, los establos operaban sin la asistencia de la asociación. En cambio, los establos se dividieron el territorio de Japón para organizar giras y las donaciones recolectadas en los eventos iban directamente para el establo.[8]
Desde 1950, los maestros de establo reciben mensualmente una suma adicional con su salario para cubrir las necesidades de los establos.[46] Esto incluye el costo de comprar la comida, mantener el establecimiento y los equipos de entrenamiento, y costos adicionales de entrenamiento de los luchadores.[46][47] En adición a esta suma de mantenimiento, una suma fija es depositada por cada luchador en el establo que no haya alcanzado el estatus de sekitori.[48] Una suma adicional, a la cual denominan "incentivo", también es pagada en cada mes de torneo, es decir cada dos meses empezando en enero, por cada luchador entrenado al estatus de sekitori.[48] La suma varía de acuerdo al rango actual del luchador: mientras mas alto sea el rango, mas alta será la suma que recibirá el maestro de establo.[48] En este sistema, donde los grandes establos reciben grandes sumas de dinero, la distribución de los fondos esta diseñada como un incentivo para que los maestros/ancianos entrenen luchadores exitosos.[29] A raíz del escandalo, lo cual reveló vínculos entre los luchadores, entrenadores y la yakuza (crimen organizado japonés), varias reformas se han llevado a cabo, forzando a los establos a publicar la lista de todos sus patrocinadores y permitiéndoles solamente establecerse en lugares en donde los dueños hayan sido reconocidos por la Asociación Japonesa de Sumo, todo esto con el objetivo de mantener la transparencia en el sumo profesional.[47]
A pesar de que la asociación le otorga dinero a los establos, estos aun son muy complicados de mantener, con costos de alimento rondando cifras de miles de dólares por mes.[29][43] Existe un dicho que dice que un establo solo es rentable si puede alojar a diez luchadores a la vez.[43] Los establos son entonces mayormente dependientes de sus patrocinadores. Estos grupos de patrocinadores, conocidos como koenkai, empezaron a surgir a mediados y finales del período Edo en Edo y Osaka.[48] Los grupos fueron creciendo durante la era Meiji, cuando los nobles que siempre habían formado grupos de lucha se alejaron del deporte. En su lugar, asociaciones de patrocinadores fueron creadas frecuentemente para así premiar a los luchadores que habían competido bien en los torneos.[49] Las primeras dos asociaciones de entre las mas antiguas conocidas son la hinoshita kai (日下会) y la banzai kai (万歳会), esta ultima no estando afiliada a ningún establo en particular.[49] La practica de crear un club de patrocinadores para apoyar a luchadores famosos se desarrollo entonces a principios del siglo XX.[50] En esos días, apoyar a los luchadores llevándolos a comer o pagando por su entretenimiento era considerado una gran extravagancia.[48] Actualmente, ser visto compartiendo junto a un grupo de luchadores de sumo sigue siendo un simbolo de estatus y riqueza entre la población japonesa.[48]
Los grupos de patrocinadores pueden apoyar a ciertos establos o luchadores en específico.[48] Estos varían de tamaño de acuerdo con su popularidad. No es inusual que un koenkai sea administrado por un patrocinador poderoso o figuras del gobierno, con una membresía de grupo restringida y bastante elitista.[48] Aunque gran parte del apoyo y las sumas dadas a los establos permanecen en secreto, algunas relaciones son bien conocidas, como por ejemplo la relación entre el antiguo Heya Futagoyama (cuyo nombre luego cambió a Heya Takanohana) y un secta budista, la cual se ha dicho que contribuyó con al rededor de $5 millones de dólares al establo.[51]
En el mundo de los establos no hay lugar para las mujeres, a excepción de la esposa del maestro de establo y posiblemente una sirvienta.[52] En este mundo dominado mayormente por los hombres surgió un dicho en la era Shōwa el cual reza que una hija nacida en medio de la heya era la fuente de una gran alegría.[53]
La esposa del maestro de establo es conocida como okamisan y se espera que esta lo asista en las labores domesticas de la heya.[33] Para hacer esto, la esposa, tradicionalmente, deberá abandonar su carrera o trabajo para dedicarse completamente a ayudar a su marido.[54] Dentro del establo, ella asume el papel de madre sustituta para aquellas personas afiliadas a esta, imitando lógicamente el rol paterno del maestro de establo.[55] Dado que muchos jóvenes reclutas se convierten en luchadores después de la secundaria, la separación física y emocional de sus familias puede ser algo doloroso, es aquí donde la okamisan tiene un rol muy importante como consejera y figura familiar sustituta.[56] En el establo, la okamisan es responsable de una gran variedad de tareas entre las que se encuentran principalmente la de aconsejar a los jóvenes reclutas y la de ayudar en las labores de cocina.[55] Esta también se encarga de la gestión, enseñanza, administración y hasta de la contabilidad, ya que es ella quien esta a cargo del dinero de los luchadores mas jóvenes.[57] La okamisan también se encarga de manejar las relaciones publicas del establo, ya sea con las familias de los luchadores o con la organización patrocinadora de esta.[33] Las okamisan cumplen un rol muy importante dentro de los establos, tan es así que sin ellas a muchos heya les resultaría difícil funcionar adecuadamente.[57] Para apoyarse unas con otras, no es secreto que las okamisan han organizado grupos en los cuales pueden intercambiar consejos entre ellas.[57]
No es inusual que una okamisan ya este relacionada al mundo de los establos, algunas de ellas son hijas de luchadores de sumo que se han convertido en maestros de establo por derecho propio.[56] Un ejemplo reciente incluye el matrimonio entre el ex-ōzeki Takakeishō y la hija del ex-luchador Hokuten'yū en 2020.[53] Históricamente, muchas esposas de maestros de establos han provenido de familias las cuales han administrado un ryokan o eventos de danza tradicional japonesa.[53] Algunas okamisan también han sido modelos o actrices. Por ejemplo, la esposa del ex-luchador Wakashimazu es la famosa cantante Mizue Takada.[53] Mas inusualmente son las okamisan de Asakayama y Nishikido las cuales fueron luchadora profesional y cantante soprano respectivamente.[57]
Debido a las raíces que el sumo profesional tiene con el sintoísmo, las mujeres no tienen total libertad para moverse dentro del establo. Sus acciones son sujeto de las mismas restricciones (debido a que la tradición considera los cuerpos de las mujeres como impuros) impuestas en otros eventos de sumo profesional. De hecho, incluso dentro del establo, una mujer no tiene permitido moverse al rededor del área de entrenamiento, y debe permanecer en la plataforma de observación junto a esta para poder observar o conversar con los luchadores.[58][59] Además, a diferencia de otros profesionales relacionados al sumo, los cuales son todos hombres, la okamisan no recibe un salario a pesar de ser una figura importante dentro de los establos.[57] Debido a que su posición esta basada exclusivamente en la unión matrimonial, algunas okamisan que se han enfrentado con la muerte de su marido han sido obligadas a ceder su hogar (el establo) a un sucesor del maestro y a dejar el establecimiento para dedicarse a otras actividades. Este fue el caso de la esposa de Asashio III la cual, tras la muerte de su marido, tuvo que dejar su hogar para administrar un restaurante de chankonabe en la prefectura de Nagano.[53]
El proceso para ser reclutado por un establo es bastante sencillo. Muchos heya no tienen problema con publicar sus detalles y numero de teléfono en sus sitios web.[60]
Desde 1970, el sumo ha desarrollado un sistema de reclutamiento intensivo.[61] Los grandes establos han establecido redes de reclutamiento por todo el país, ayudados en parte por las organizaciones de patrocinadores a nivel nacional, con luchadores retirados y miembros de organización cumpliendo el rol de reclutadores para los establos.[61] Tampoco es raro que algún conocido del maestro de establo, o incluso un luchador, traiga a potenciales aprendices a un establo en especifico.[62] En las giras provinciales, los maestros siempre están en la búsqueda de potenciales talentos.[61][62] A pesar de los esfuerzos hecho por los maestros para atraer nuevos talentos, es común el caso de jóvenes luchadores los cuales se motivan a unirse al establo debido a la reputación y logros del actual maestro.[63] La mayor parte del tiempo, los establos le dan la oportunidad a los nuevos reclutas de entrenar durante un periodo de prueba antes de aceptar convertirse en luchadores de manera definitiva.[60]
Sin embargo, reclutar nuevos luchadores se ha vuelto muy difícil con el pasar del tiempo. Esto debido principalmente a las pocas garantías financieras, y a que solo los luchadores que hayan alcanzado el rango de sekitori se le es permitido ganar un salario.[64] Los rigores del establo, típico en los rangos inferiores de la jerarquía, también son un obstáculo.[64] Se ha destacado igualmente que los maestros de establo mejor conectados con las escuelas y universidades atraen mas reclutas, poniendo en riesgo la supervivencia de los establos sin este tipo de conexiones.[43]
Estadísticamente hablando, los establos con mas personas en el sumo profesional (para enero de 2025 en orden descendente) son el, Heya Isegahama, Heya Takasago y Heya Kokonoe. Otros dos establos también logran mantener un lista de mas de veinte luchadores, estos son el, Heya Oitekaze y Heya Kise.[65] Como contraste, solo dos establos tienen menos de cinco luchadores, estos son el, Heya Kataonami con cuatro luchadores (incluyendo dos sekitori) y Heya Nishikido con tres luchadores (incluyendo un sekitori).[66] En términos de proporción, el Heya Kise y el Heya Oitekaze son los establos con la mejor relación entre sekitori y miembros totales (seis sekitori de entre veintiún luchadores cada uno).[66] El Heya Isegahama fue reconocido como el que tenia la mejor proporción pero desde que se fusionó con el Heya Miyagino en marzo de 2024, su lista de luchadores se duplicó.[66] De todos los establos, solamente doce tienen luchadores sin recibir un salario.[67]