El Nevado del Huila es un estratovolcán activo localizado en la Cordillera Central de Colombia. Su cima alcanza los 5.364 m s. n. m., siendo la cuarta montaña más alta del país después de los picos gemelos de la Sierra Nevada de Santa Marta y del Ritacuba Blanco. El nevado, que es el punto central del Parque Nacional Natural Nevado del Huila, está dividido territorialmente entre los departamentos de Huila, Tolima y Cauca, siendo su cima el punto más elevado de los tres. Posee un casquete glaciar de 6,5 km².[3][4][5]
Nevado del Huila | ||
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![]() Pico del Nevado del Huila | ||
Localización geográfica | ||
Continente | América del Sur | |
Cordillera | Cordillera Central, Andes | |
Coordenadas | 2°56′00″N 76°02′00″O / 2.9333333333333, -76.033333333333 | |
Localización administrativa | ||
País |
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División |
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Localización |
Páez, Corinto, Toribío - Cauca [1] Planadas, Rioblanco - Tolima [1] Teruel, Íquira, Santa María - Huila[1] | |
Características generales | ||
Tipo | Estratovolcán | |
Altitud | 5.364 m s. n. m. | |
Prominencia | 2650 m | |
Geología | ||
Tipo de rocas | andesita | |
Observatorio | Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Popayán | |
Última erupción | La última erupción fue en 2012 | |
Mapa de localización | ||
Ubicación en Colombia | ||
Ubicación en Huila | ||
Parque Nacional Natural Nevado del Huila | ||
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Categoría UICN II (parque nacional) | ||
![]() Nevado del Huila visto desde Cali (Farallones de Cali) | ||
Situación | ||
País |
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División |
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Datos generales | ||
Administración | SINAP - Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible | |
Fecha de creación | 1977 | |
Superficie |
1639.24 km² [2] ![]() ![]() ![]() | |
Sitio web oficial | ||
En marzo de 2007 se encontraba en un nivel alto de actividad con posibilidad de erupción, sus fumarolas laterales presentan derretimiento paulatino del glacial, la cual se hizo efectiva en la noche del 17 de abril y madrugada del 18 de abril, formando un lahar. En la madrugada del 18 de abril de 2007 se producen dos erupciones que generan avalanchas de lodo en sus dos vertientes. Las localidades más afectadas son Belalcázar (Municipio Páez) en el Departamento del Cauca; Paicol, La Plata, Tesalia, Nataga, Yaguará en el Departamento del Huila; también pueden ser afectadas por una eventual erupción además de Cauca y Huila, los Departamentos de Tolima y Valle del Cauca. Gracias a la actividad volcánica sucedida este año, se generó un domo de considerable altura 5.267 m s. n. m., recostado en el pico sur del volcán y referido por el Servicio Geológico Colombiano - SGC.[3]
El 20 de noviembre de 2008 se genera una erupción explosiva acompañada de un flujo de lodo abundante generado por el deshielo del casquete glacial que alcanza hasta 30 m de altura. Durante esa erupción se formó un cráter de 400 metros de diámetro con un domo de lava emplazado en su interior. Desde entonces se realiza un constante seguimiento a una posible nueva erupción o desprendimientos del material glacial afectado que pueden producir nuevos lahares. Los planes de evacuación funcionaron a tiempo durante la erupción de noviembre de 2008;[6] no obstante, fallecieron una decena de personas.[7]
En octubre de 2009 el complejo volcánico registró una emisión de cenizas continua que cayeron sobre 17 municipios, entre ellos, Cali y Santander de Quilichao.[8]
El Nevado del Huila se ubica en el suroccidente de Colombia, en la intersección de los departamentos del Huila, Cauca y Tolima. Hace parte de la Cordillera Central de los Andes colombianos, en la región conocida como Macizo Colombiano, considerada una de las principales fábricas de agua del país por su influencia sobre múltiples cuencas hidrográficas. Con una altitud de 5.364 metros sobre el nivel del mar, es el volcán más alto de Colombia y el segundo pico más alto del país después del Cristóbal Colón en la Sierra Nevada de Santa Marta.[4][9]
El sistema montañoso del Nevado del Huila está conformado por varias cumbres principales, cuya altitud ha sido determinada mediante modelos digitales de elevación. Estas cumbres presentan altitudes superiores a los 5.000 metros y destacan por su importancia geográfica dentro del relieve andino. Entre ellas se encuentran el Pico Central, que es el punto más elevado del macizo, seguido por el Pico Norte, La Cresta, el Domo y el Pico Sur. Las estimaciones de altitud, obtenidas a partir del Modelo de Elevación Digital (DEM) SRTM 12.5.[3][10]
Nombre de la cumbre | Altitud (m) |
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Pico Norte | 5.304 |
La Cresta | 5.284 |
Pico Central | 5.364 |
Pico Sur | 5.052 |
Domo | 5.267 |
Geológicamente, el Nevado del Huila es un estratovolcán joven del Cuaternario, constituido por capas alternantes de lava, cenizas y depósitos piroclásticos. Se sitúa dentro del Cinturón de Fuego del Pacífico, producto de la subducción de la placa de Nazca bajo la placa Sudamericana, un proceso tectónico que ha dado origen a una cadena de volcanes activos a lo largo de los Andes.[11]
El edificio volcánico se localiza sobre fallas geológicas activas, entre ellas la Falla de Palestina, lo que lo convierte en un sistema de alto riesgo sísmico y volcánico. Las laderas del volcán presentan pendientes de entre 25° y 30° en la parte superior, que disminuyen progresivamente en las zonas de piedemonte.
El Nevado del Huila estaba cubierto por glaciares que, debido al cambio climático y la actividad volcánica reciente, han sufrido un retroceso acelerado. El Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales (IDEAM) reportó una reducción del 50% en la cobertura glaciar entre 1981 y 2010.[12] Su deshielo súbito, asociado a erupciones explosivas y flujos piroclásticos, puede dar origen a lahares (aludes volcánicos), representando un grave riesgo para las poblaciones asentadas en los valles de los ríos Páez, Magdalena y otros tributarios.[5]
Desde 2007 ha presentado varios episodios de actividad eruptiva que obligaron a la evacuación de comunidades indígenas y campesinas, especialmente en el sector del resguardo de Tóez y otras zonas del departamento del Cauca.
La actividad del volcán es monitoreada permanentemente por el Servicio Geológico Colombiano (SGC), a través del Observatorio Vulcanológico y Sismológico de Popayán.
La cuenca del río Páez se extiende a lo largo de 514.342 hectáreas, de las cuales el río recorre aproximadamente 104,3 kilómetros. La distribución territorial de esta cuenca abarca varios municipios del departamento del Cauca, Colombia. El 15,94 % (81.987 ha) pertenece al municipio de Inzá, el 0,87 % (4.524 ha) al municipio de Silvia, el 0,83 % (4.296 ha) al municipio de Jambaló y el 36,11 % (185.773 ha) al municipio de Páez. Este último municipio abarca en su totalidad parte de esta cuenca, por lo cual está completamente integrado en ella.[14]
La subcuenca del Alto Páez ocupa un área de 45.492,51 hectáreas. Su topografía es escarpada y se encuentra en una zona de alta montaña donde se localiza el Volcán Nevado del Huila, considerado una de las principales reservas hídricas del país. El glaciar de este volcán almacena aproximadamente 710 millones de metros cúbicos de hielo, lo que da origen a una densa red hídrica por efecto del deshielo. El patrón de drenaje es de tipo paralelo, y las aguas fluyen directamente hacia el río Páez.[14]
De acuerdo con la zonificación de uso del suelo elaborada por INGEOMINAS, gran parte del área de esta subcuenca se encuentra en territorios indígenas del municipio de Páez, dentro de los resguardos de Huila, Tálaga y Tóez, así como en zonas de litigio entre San José - Vitoncó y Huila - Vitoncó.
Los suelos de esta subcuenca se ubican en climas de alta montaña y páramo. Dentro del área también se encuentra una porción del Parque Nacional Natural Nevado del Huila (PNN NHU). Los suelos presentan limitaciones edafológicas y climáticas, como baja fertilidad, alta acidez, escaso drenaje, baja temperatura y elevada nubosidad. El relieve es predominantemente escarpado, con pendientes entre el 25 % y el 75 %, y se caracteriza por acumulaciones de ceniza volcánica y materiales orgánicos.
La subcuenca del río Símbola tiene una extensión de 26.906,69 hectáreas, de las cuales el 9,75 % se encuentra dentro del departamento del Cauca. Esta subcuenca presenta un patrón de drenaje paralelo, con una red hídrica densa, especialmente en su margen izquierda, influenciada también por el deshielo del Volcán Nevado del Huila. El área incluye varias lagunas y abarca territorios de los resguardos indígenas de Tóez, Huila, Belalcázar y Tálaga, además de zonas de litigio entre Tálaga y Belalcázar.
Según INGEOMINAS, el 88,87 % de esta subcuenca ha sido zonificada, y se ha recomendado evitar el establecimiento de viviendas permanentes en la zona, debido a las condiciones geomorfológicas y climáticas. El tipo de suelo predominante es el denominado Misceláneo de Páramo (MP), común en las zonas más elevadas de la cordillera central. El relieve es fuertemente quebrado a escarpado, con presencia de morrenas, conos volcánicos y flujos de lava. La vegetación consiste principalmente en bosque andino poco intervenido, debido a la dificultad de acceso.[14]
Antes del desastre natural ocurrido el 6 de junio de 1994, la cuenca del río Páez contaba con aproximadamente 1.661 hectáreas de cultivos. Tras el evento, se estima que se perdió el 31,31 % de los suelos cultivables (alrededor de 520 hectáreas), reduciendo el área de cultivos a 1.141 hectáreas.
La cuenca del río Páez se encuentra dentro del Macizo Colombiano, una región estratégica para la producción de agua en el país. En el área protegida del Parque Nacional Natural Nevado del Huila nacen varios ríos importantes, entre ellos el Páez, Palo, Atá, Saldaña, Pegernal, Íquira, Símbola y Bache, así como numerosas lagunas, destacándose la Laguna del Páez, con aproximadamente 27 hectáreas de espejo de agua a una altitud de 3.450 m s.n.m., y la Laguna Juan Tama, también parte de la cuenca.
Estas zonas lagunares, ubicadas en las partes altas de la montaña, poseen un gran valor cultural y espiritual para las comunidades indígenas locales. Son consideradas sitios sagrados, donde se realizan ceremonias de limpieza espiritual. Alrededor de estas lagunas, los médicos tradicionales recolectan plantas medicinales utilizadas en rituales, y las áreas que las rodean son reconocidas como zonas ceremoniales de gran importancia.
La interdependencia entre los ecosistemas de humedal y las culturas indígenas es estrecha: la sostenibilidad de los sistemas productivos tradicionales está íntimamente ligada a la conservación de estos entornos. Por ello, la protección de los humedales de alta montaña es esencial tanto para la preservación de la biodiversidad como para la supervivencia cultural y espiritual de los pueblos indígenas.
La región se caracteriza por un amplio rango altitudinal que va desde los 1000 hasta los 5350 metros sobre el nivel del mar (m s. n. m.), lo que da lugar a diversos pisos térmicos que incluyen zonas de clima frío muy húmedo, frío muy pluvial, subnival perhúmedo y nival. Este gradiente altitudinal propicia la formación de microclimas y zonas de vida diferenciadas y ecológicamente significativas.
Las temperaturas varían considerablemente a lo largo de este rango, desde aproximadamente −2 °C en las cimas de la zona nival hasta los 28 °C en las altitudes más bajas. El área está influenciada por un régimen climático bimodal, con estaciones lluviosas predominantes durante los meses de abril y mayo, así como en septiembre y octubre. El resto del año presenta condiciones climáticas variables.
A continuación se presenta un cuadro con información derivada de un estudio del Instituto Geográfico Agustín Codazzi (IGAC), centrado en el departamento del Tolima, específicamente en los municipios de Planadas y Rioblanco, utilizando datos provenientes de la estación meteorológica de Rioblanco, ubicada a 1850 m s. n. m.[14]
Zonas de vida | Clima | Temperatura atmosférica | Régimen pluvial anual |
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Bosque muy húmedo premontano | Medio húmedo y muy húmedo | De 18 a 24 °C | 2000 a 4000 mm |
Bosque húmedo montano bajo | Frío muy húmedo | De 12 a 18 °C | 1000 y 2000 mm |
Bosque pluvial montano | Muy frío muy húmedo | De 6 a 12 °C | > 2000 mm |
Páramo pluvial subandino | Frío pluvial | De 3 a 6 °C | > 1000 mm |
Nieves perpetuas | Extremadamente frío |
Debido a su ubicación y características fisiogeográficas, el Parque Nacional Natural Nevado del Huila alberga una diversidad de ecosistemas que cumplen funciones clave en la protección y conservación de los recursos hídricos, la oferta de hábitats para la biodiversidad y la regulación del ciclo hidroclimático. Estos ecosistemas varían según la composición, estructura y dinámica de sus componentes bióticos, siendo la cobertura vegetal un criterio fundamental para su clasificación.
Con base en la información disponible para el área, y tomando como referencia el estudio realizado por César Barbosa en 1993 [cita requerida], se reconocen cuatro coberturas vegetales principales dentro del parque, consideradas en un sentido amplio: bosque andino, bosque altoandino, páramo y superpáramo.
Bioma | Tamaño (hectareas) |
---|---|
Orobioma Andino de Cordillera Central | 60.384 |
Orobioma Alto Andino de Cordillera Central | 44.486 |
Orobioma de Páramo Cordillera Central | 57.488 |
Glaciar | 1.409 |
Total | 164.217 |
Bosque andino Es un tipo de cobertura boscosa que se encuentra en las partes altas de las cordilleras, generalmente entre los 1.000 y los 3.000 m.s.n.m. Este ecosistema se caracteriza por condiciones climáticas favorables y una alta oferta ambiental, lo que ha permitido el establecimiento de numerosos asentamientos humanos. Sin embargo, esta situación también ha generado una fuerte presión sobre los recursos naturales circundantes.[15]
Colombia posee aproximadamente 9.108.473 hectáreas de bosques andinos, que se encuentran distribuidos en pequeñas masas relictuales a lo largo de los flancos de las tres cordilleras. De esta extensión, alrededor de 1.417.715 hectáreas (equivalente al 15,56%) se localizan en el Macizo Colombiano. Estos bosques se encuentran distribuidos en municipios como Belén de los Andaquíes, Corinto, Inzá, Jambaló, La Vega, Miranda, Saladoblanco, Páez, San Agustín, Santa María, Suaza, Pasto, Teruel, Buesaco, Génova, Puracé, San Sebastián, Santa Rosa, Sotará, Toribío, Totoró, Acevedo, Iquira, Isnos, La Argentina, La Plata, Nátaga, Oporapa, El Tablón, La Cruz, Mocoa y Planadas, entre otros.[14][15]
Páramos
Se localizan por encima de los 3.000 m.s.n.m hasta el inicio de las zonas nival o glacial. Son considerados uno de los ecosistemas más importantes del país debido a su papel fundamental en la regulación hidroclimática, ya que actúan como fuentes y retenedores de agua, esenciales para los sistemas hídricos regionales y nacionales.
Colombia alberga alrededor de 1.620.463 hectáreas de páramo, lo que representa una de las mayores extensiones de este tipo de ecosistema a nivel mundial. De esta superficie, aproximadamente 200.825 hectáreas (12,39%) se localizan en la zona del Macizo Colombiano, abarcando los municipios de Popayán, Bolívar, Corinto, Inzá, Jambaló, La Vega, Miranda, Páez, San Agustín, Santa María, Pasto, Teruel, Buesaco, Génova, Puracé, San Sebastián, Santa Rosa, Silvia, Sotará, Toribío, Totoró, La Argentina, La Cruz, San Bernardo, Mocoa, Chaparral y Planadas.[14][15]
Estudios realizados en áreas como el Parque Nacional Natural Nevado del Huila, han documentado sitios específicos como el páramo de Laguna Páez y el Alto de La Línea (estación repetidora de Telecom), con vegetación típica de superpáramo y frailejonales bien establecidos.
El fenómeno de la paramización ocurre cuando, debido a la presión sobre el bosque altoandino, se transforma su cobertura vegetal original y da lugar a un páramo antropizado. Esto altera las funciones ecosistémicas y reduce la resiliencia ecológica del área.
La presencia de altos niveles de endemismo en plantas, aves y anfibios convierte a los páramos en ecosistemas clave para la conservación de la biodiversidad, así como para la comprensión de procesos ecológicos y evolutivos. Además, estos espacios han tenido un profundo valor simbólico y espiritual para muchas comunidades indígenas a lo largo de la historia.
El Nevado del Huila y su parque nacional asociado albergan una notable diversidad biológica, resultado de la variación altitudinal que va desde bosques andinos hasta zonas de páramo y nival. Esta diversidad de ecosistemas sustenta una amplia variedad de especies vegetales y animales, muchas de ellas endémicas o amenazadas.
La vegetación del Nevado del Huila varía según la altitud y comprende los siguientes ecosistemas principales:
Bosques andinos y altoandinos: Se encuentran especies como el pino colombiano (Podocarpus rospigliosii), el cedro de montaña (Cedrela montana), el comino (Aniba perutilis) y el retrophyllum (Retrophyllum rospigliosii). Estos bosques son fundamentales para la regulación hídrica de la región.[16]
Los bosques andinos presentan asociaciones florísticas diversas, entre las que destacan árboles de gran valor comercial, con alturas que pueden superar los 30 metros. Entre las especies más representativas se encuentran:
En pisos altitudinales cercanos a los 1.500 m.s.n.m son comunes especies como:
Estos bosques se caracterizan por presentar un estrato superior con árboles de entre 20 y 35 metros de altura, pertenecientes a distintas familias del orden Rosales, como Cunnoniaceae, Brunelliaceae y Rosaceae.
entre los 2.480 y 2.580 msnm, revelan una estructura compuesta por:
Páramo y superpáramo: En estas zonas predominan pajonales y plantas roseta, además de especies como la palma de cera (Ceroxylon quinduense), el coralito de páramo (Relbunium hypocarpium) y diversas especies de las familias Asteraceae, Bromeliaceae, Orchidaceae, Gentianaceae, Apiaceae y Poaceae.[16]
Los páramos presentan condiciones climáticas extremas, con temperaturas bajas, alta radiación solar, fuertes vientos, baja presión atmosférica y escasa densidad del aire. Estos factores influyen en el desarrollo de estrategias adaptativas por parte de la flora y fauna que los habitan. Además, los procesos físico-químicos en estos ecosistemas son más lentos, lo que los hace particularmente frágiles frente a las intervenciones humanas.
Entre la vegetación característica destacan:
También se encuentran especies de musgos (Sphagnum), líquenes, y helechos del género Lycopodium, así como plantas trepadoras como Bomarea spp. y Tropaeolum.
El ecosistema de páramo se divide generalmente en tres zonas:
Estos ecosistemas son esenciales para la captación y regulación del agua, abasteciendo las cuencas de los ríos Magdalena y Cauca.
El área protegida del Nevado del Huila es hábitat de una fauna diversa, destacándose varias especies emblemáticas y amenazadas:
El Complejo Volcánico Nevado del Huila (CVNH), denominado así desde 1995, es el volcán activo más alto de Colombia, con una altitud de 5364 metros sobre el nivel del mar. Su historia eruptiva comenzó hace aproximadamente 1,5 millones de años, durante el Pleistoceno temprano, y se ha dividido en tres etapas principales: la Etapa Pre-Huila, que concluyó hace unos 100 000 años; la Etapa Huila Antigua, correspondiente al Pleistoceno tardío, que se extendió hasta el final de la Última Glaciación; y la Etapa Huila Reciente, iniciada hace entre 11 000 y 10 000 años, en el Holoceno. Estas fases evolutivas dieron lugar a la formación de dos edificios volcánicos principales: Pre-Huila y Huila.[10]
Entre las geoformas glaciares más representativas del Complejo Volcánico Nevado del Huila se encuentran los circos glaciares, los valles en forma de U, los lagos glaciares y los valles colgantes. Las morrenas laterales, ampliamente distribuidas en distintos rangos altitudinales, han sido especialmente útiles para establecer una secuencia cronológica de ocho etapas glaciares, identificadas y nombradas consecutivamente desde Huila 1 (la más antigua) hasta Huila 8.[10]
Se ha establecido que glaciares de montaña como el Nevado del Huila son vestigios de la Última Glaciación,[17][18] la cual comenzó hace 115 000 años, con su máxima extensión de hielo (Pleniglacial) entre 45 000 y 25 000 años.[19] El cambio climático que provocó el crecimiento de estos glaciares corresponde a la Pequeña Edad de Hielo o Era Neoglacial, entre 1600 y 1850 d. C. [17][20]
Se ha determinado que glaciares de montaña como el del Nevado del Huila son remanentes de la Última Glaciación,[17][18] iniciada hace aproximadamente 115 000 años. Durante este periodo, la máxima extensión de hielo —conocida como Pleniglacial— tuvo lugar entre hace 45 000 y 25 000 años[19] Posteriormente, el avance y crecimiento de los glaciares estuvo influenciado por condiciones climáticas propias de la Pequeña Edad de Hielo o Era Neoglacial, ocurrida entre los años 1600 y 1850 d. C.[17][20]
Etapas de la historia eruptiva CVNH (m.s.n.m) | Etapas glaciares CVNH (m.s.n.m) | Edad del estadio glaciar según correlación con los estadios glaciares del PNNN (Parque Nacional Los Nevados) |
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Huila reciente (>4300 ± 100) | Huila 8 (4300–4550) | <1800 d. C. |
Huila 7 (4000–4250) | 1600–1800 d. C. | |
Huila 6 (3700–3950) | 10 000–11 000 años antes de Pleistoceno | |
Huila 5 (3500–3650) | 14 000–20 000 años antes de Pleistoceno | |
Huila antiguo (4300 ± 100 a 3600 ± 200) | Huila 4 (3200–3450) | 25 000–28 000 años antes de Pleistoceno |
Huila 3 (3050–3100) | 34 000–40 000 años antes de Pleistoceno | |
Huila 2 (2850–3000) | >48 000 años antes de Pleistoceno | |
Pre-Huila (3600 ± 200 a 2600 ± 100) | Huila 1 (2650–2800) | >100 000 años antes de Pleistoceno? |
La morfología del Complejo Volcánico Nevado del Huila es el resultado de la acción combinada de diversos agentes modeladores, entre los que destacan la actividad volcánica —principalmente de tipo efusivo— y procesos de erosión de origen glaciar, fluvial y gravitacional. Su historia eruptiva refleja una evolución magmática compleja, evidenciada en la variabilidad geomorfológica del edificio volcánico, así como en la diversidad textural y geoquímica de los productos emitidos a lo largo del tiempo.[10]
El glaciar ubicado en el Nevado del Huila, una de las principales cumbres de la cordillera Central en Colombia, ha sido objeto de observación desde mediados del siglo XIX. El registro más antiguo disponible sobre su extensión glaciar data de 1850, mientras que el más reciente corresponde a 2022.[3]
Los glaciares tropicales, como los de Colombia, cumplen una función hidrológica crucial, ya que proporcionan agua a comunidades aledañas durante temporadas secas. Sin embargo, el cambio climático ha acelerado su retroceso, y se proyecta que muchos de estos glaciares podrían desaparecer a lo largo del presente siglo.[21][22][23]
No fue sino hasta la década de 2000 que el estudio, monitoreo y conservación de los glaciares colombianos se consolidó como una prioridad, ante la creciente evidencia de su vulnerabilidad y posible extinción. Desde el año 2004 el Programa Hidrológico Internacional de la Unesco ha venido apoyando al Grupo de Trabajo de Nieves y Hielos de América Latina (GTNH).
El monitoreo técnico y continuo de los glaciares colombianos inició más formalmente en el año 2006, con la implementación del Programa de Monitoreo de Glaciares del IDEAM (Instituto de Hidrología, Meteorología y Estudios Ambientales). Este programa estableció estaciones de monitoreo en los principales glaciares del país, incluyendo los del Nevado del Huila, Nevado del Ruiz, Santa Isabel, Tolima y Sierra Nevada de Santa Marta.[24]
En agosto del 2008 durante una reunión realizada en la ciudad de Manizales (Colombia) el GTNH presentó evidencia del retroceso glaciar que se presenta en los países andinos y en México, destacaron la intensidad con la que se ha presentado desde las tres últimas décadas como consecuencia del calentamiento atmosférico, lo cual ha representado aumento en el proceso del retroceso de los glaciares. En Colombia, en el año 1850 el área total de las zonas nevadas correspondía a un total 348.9 km2 entre todos sus glaciares, en los últimos 150 años se ha reducido el 84%, con las mayores pérdidas ocurridas durante los últimos 20 años.[25][26][27]
Periodo | Área (km²) |
---|---|
Segunda mitad del siglo XIX | 33.7 |
Años 50 | 17.5 |
Años 80 | 15.4 |
Años 90 | 13.9 |
2010 | 9.70 |
2016 | 8.01 |
2017 | 7.63 |
2019 | 7.21 |
2020 | 6.86 |
2021 | 6.64 |
2022 | 6.50 |
El deshielo del Nevado del Huila, resultado tanto de la actividad volcánica propia de la montaña como de los efectos del cambio climático inducido por el aumento de gases de efecto invernadero a nivel global y nacional, genera importantes volúmenes de agua que alimentan diversas fuentes hídricas. Esta agua de deshielo desemboca en múltiples afluentes, desempeñando un papel clave en la dinámica hidrológica de la región y en el sostenimiento de ecosistemas y comunidades aguas abajo.[3]
Río | Subzona hidrográfica | Zona hidrográfica | Área hidrográfica | |
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Río | Área glaciar en la cuenca (km2) | Alto Magdalena | Magdalena-Cauca | |
Quebrada Verdun | Páez | 6.40 | ||
Quebrada La Azufrada | ||||
Quebrada Bellavista | ||||
Quebrada Aguablanca | ||||
Quebrada Dublín | ||||
Río Simbola | ||||
Quebrada de Ansayo | ||||
Quebrada de Quindayo |