Los troquílidos (Trochilidae), también conocidos como colibríes, picaflores, chuparrosas, tucusitos, pájaros mosca, ermitaños, quindes, zafiros, esmeraldas y varios otros nombres comunes, son una familia de aves apodiformes endémicas de América, que agrupa a seis subfamilias[2] conteniendo un total de 112 géneros y alrededor de 366 especies.[3][4] Se caracterizan por el colorido de su plumaje, su tamaño minúsculo, su forma de volar y por los hábitos peculiares de alimentación que poseen.
Trochilidae | ||
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![]() Macho de zafiro golondrina (Thalurania furcata) | ||
Taxonomía | ||
Reino: | Animalia | |
Filo: | Chordata | |
Clase: | Aves | |
Orden: | Apodiformes | |
Familia: |
Trochilidae Vigors, 1825[1] | |
Subfamilias | ||
Entre sus integrantes se encuentran algunas de las aves más pequeñas del mundo.
Emiten un zumbido con las alas, que mueven con mayor rapidez que cualquier otra ave, hasta el extremo de que no se distinguen cuando vuelan. Su frecuencia varía de 12 aleteos por segundo en las especies más grandes a alrededor de 80 por segundo en los colibríes pequeños. De aquellas especies cuya velocidad de vuelo se ha medido en túneles de viento, llega a superar los 54 km/h.[5]
Los colibríes se separaron de su grupo hermano, los vencejos Apodidae y vencejos arborícolas Hemiprocnidae, hace unos 42 millones de años. Se estima que el ancestro común de los colibríes existentes vivió hace 22 millones de años en América del Sur.[6]
Los colibríes tienen la tasa metabólica basal más alta de cualquier animal homeotérmico.[7] Para conservar energía cuando la comida escasea y por la noche cuando no están buscando comida, pueden entrar en letargo, un estado similar a la hibernación, y ralentizar su tasa metabólica a 1/15 de su tasa normal.[8]
La familia Trochilidae fue originalmente propuesta por el zoólogo irlandés Nicholas Aylward Vigors en 1825.[1]
Según algunos autores, como Charles Sibley, la presente familia forma su propio orden Trochiliformes, pero la mayoría de los taxonomistas actuales la colocan en el orden Apodiformes junto con los vencejos Apodidae y Hemiprocnidae.[3][4]
Hasta recientemente, la familia Trochilidae se dividía en dos grandes clados, la subfamilia Trochilinae (agrupando a una gran cantidad de géneros y especies muy diversificados) y los ermitaños Phaethornithinae. Un estudio filogenético publicado en el año 2007 encontró que la familia de los troquílidos se compone de nueve grandes clados.[9] En la publicación Howard and Moore Complete Checklist of the Birds of the World 4a. edición en 2013 los troquílidos fueron divididos en seis subfamilias.
Estudios filogenéticos publicados por Jimmy McGuire y colaboradores entre 2007 y 2014 determinaron las relaciones entre los grandes grupos de colibríes, separados en seis grandes clados.[2][10] La clasificación propuesta está mostrada en el cladograma abajo.
Trochilidae |
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Los colibríes son los dinosaurios terápodos avianos más pequeños conocidos y más pequeños que viven.[11][12][13] Los colores iridiscentes y las plumas altamente especializadas de muchas especies (principalmente en los machos) dan a algunos colibríes nombres comunes exóticos, como zafiro, hada, brillante, esmeralda o silfo.[14]
Entre las 366 especies estimadas, el peso de los colibríes oscila entre tan pequeño como 2 gramos (0,1 oz) y tan grande como 20 gramos (0,7 oz).[14][15] Tienen unos característicos picos largos y estrechos que pueden ser rectos de longitudes variables o muy curvados.[14][15] El colibrí zunzuncito de solo 6 cm de longitud y un peso de unos 2 g es el ave más pequeña del mundo y el vertebrado de sangre caliente más pequeño del mundo.[14][16]
Los colibríes tienen cuerpos compactos con alas relativamente largas y blandas que poseen una estructura anatómica que les permite volar como un helicóptero en cualquier dirección, incluida la capacidad de planear.[14][15] Especialmente mientras planean, el batir de las alas produce el zumbido, cuya función es alertar a otras aves.[14] En algunas especies, las plumas de la cola producen sonidos utilizados por los machos durante el vuelo de cortejo.[14][15] Los colibríes baten las alas a una velocidad de hasta 80 batidas por segundo, gracias a un elevado metabolismo que depende de la búsqueda de azúcares en el néctar de las flores.[17][15]
Las patas del colibrí son cortas, sin rodillas, y tienen patas con tres dedos apuntando hacia delante y uno hacia atrás, el hallux.[18][19] Los dedos de los colibríes están formados como garras (imagen) con superficies interiores estriadas para ayudar a agarrarse a los tallos o pétalos de las flores.[19] Los colibríes no caminan sobre el suelo ni saltan como la mayoría de las aves, sino que arrastran los pies lateralmente y los utilizan para agarrarse mientras se posan, se acicalan las plumas, las hembras construyen nidos y durante las peleas para agarrar las plumas de sus oponentes.[18][19]
Los colibríes utilizan sus patas como pistones para generar empuje al emprender el vuelo, aunque la cortedad de sus patas proporciona alrededor de un 20 % menos de propulsión que la evaluada en otras aves.[20] Durante el vuelo, las patas del colibrí están metidas debajo del cuerpo, lo que permite una aerodinámica y maniobrabilidad óptimas.[19]
De las especies que se han medido durante el vuelo, las velocidades máximas de vuelo de los colibríes superan los 15 m/s (54,0 km/h; 33,6 mph).[16] Durante el cortejo, algunas especies macho se lanzan en picado desde 30 metros (98,4 pies) de altura por encima de una hembra a velocidades en torno a 23 m/s (82,8 km/h; 51,4 mph).[21][6]
Los sexos se diferencian en la coloración de las plumas, teniendo los machos distinto brillo y ornamentación en las plumas de la cabeza, cuello, alas y pecho.[14][15] El ornamento de plumas más típico en los machos es el collarín una mancha iridiscente en forma de babero en el cuello-pluma que cambia de brillo con el ángulo de visión para atraer a las hembras y advertir a los machos competidores por el territorio.[14]
Los colibríes comienzan a aparearse cuando tienen un año de edad.[22] El apareamiento se produce en tres a cinco segundos cuando el macho une su cloaca con la de la hembra, pasando el esperma para fertilizar los huevos de la hembra.[22]
Las hembras de colibrí construyen un nido que se asemeja a una pequeña taza de aproximadamente 1,5 pulgadas (3,8 cm) de diámetro, comúnmente unida a una rama de árbol utilizando telas de araña, líquenes, musgo y cuerdas sueltas de fibras vegetales (imagen).[14][15] Normalmente, la puesta es de dos huevos blancos en forma de guisante (imagen) los más pequeños de cualquier ave que se incuban durante dos a tres semanas en época de cría.[14][15] Alimentados por regurgitación sólo de la madre, los polluelos empluman unas tres semanas después de la eclosión.[15][23]
Se estima que la vida media de un colibrí gorgirrubí (Archilochus colubris) es de tres a cinco años, y la mayoría de las muertes se producen en crías de un año.[23] Se tiene constancia de que un colibrí gorgirrubí vivió nueve años y dos meses.[24] Los colibríes abeja (Mellisuga) viven entre siete y diez años.[16]
Los picaflores o colibríes se alimentan del néctar de flores y son polinizadores importantes, especialmente de flores con corola de forma tubular. Al igual que las abejas, pueden calcular la cantidad de azúcar en una flor y pasar por alto las que no son adecuadas a sus necesidades. Prefieren un contenido de azúcar de alrededor del 25 % y si baja a menos de 15 % no lo beben. El néctar es un alimento energético, pero es pobre en proteínas, vitaminas y minerales. Por eso los picaflores suplementan su alimentación con insectos y arañas y usan estos para alimentar a sus crías. También se ha documentado en al menos tres especies un complemento con dieta frugívora.[25]
La mayoría de los picaflores tienen picos largos, finos y rectos, pero en algunas especies la forma del pico está adaptada para una alimentación especial. Los del género Chalcostigma tienen picos cortos y filosos para alimentarse de flores con corola corta y para perforar la base de las de corola larga. Otros tienen un pico curvo que usan en flores con corola de esa forma tales como las de la familia Gesneriaceae. El del mango picolezna Avocettula recurvirostris es curvado hacia arriba como los de las avocetas, familia Recurvirostridae.
Las dos partes del pico se superponen y calzan de tal forma que el picaflor puede abrir ligeramente el pico y sacar la larga lengua cuando liban néctar.
Al igual que las especies de la familia Nectariniidae y a diferencia de otras aves, el picaflor tiene una lengua que puede curvar los bordes formando un tubo que le permite libar néctar.[26]
Debido a que el vuelo del picaflor consume una gran cantidad de energía, pasa gran parte del tiempo en reposo y necesita comidas frecuentes, consumiendo pequeños invertebrados además de néctar. En total consume hasta cinco veces su peso corporal por día. En promedio pasan 10 a 15 % de su tiempo alimentándose y 75 a 80 % reposando y digiriendo.
Los colibríes sólo pueden posarse en las ramas, ya que sus patas cortas no les permiten andar o levantar el vuelo desde el suelo.
Construyen sus nidos empleando telas de araña, musgo y líquenes, y los aseguran a las ramas y hojas resistentes.
Los colibríes albergan una fauna de piojos altamente especializada. Dos géneros de piojos de la familia Ricinidae, Trochiloecetes y Trochiliphagus, están especializados en ellos y a menudo infestan entre el 5 y el 15% de sus poblaciones. Por el contrario, dos géneros de piojos de la familia Menoponidae, Myrsidea y Leremenopon, son extremadamente raros en ellos. [27][28]
La destrucción y degradación de su hábitat por el hombre es la principal amenaza a los troquílidos. La deforestación, las quemadas, el pastoreo y el incremento de la agricultura reducen y fragmentan sus hábitats. Muchas especies tienen requisitos de hábitat muy específicos y/o áreas de distribución muy restringidas, estas especies son particularmente vulnerables a la destrucción y fragmentación de sus hábitats ya que son incapaces de trasladarse a un nuevo ambiente cuando el suyo es destruido.
De acuerdo con la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), la situación de conservación en el mes de agosto de 2025, de las 373 especies listadas por Birdlife International y Aves del Mundo, es la siguiente:[29]
Los picaflores son nectarívoros especializados y están vinculados a flores ornitófilas de las cuales se alimentan y a las que polinizan. Algunas especies, por ejemplo el colibrí picoespada (Ensifera ensifera) son aún más especializadas. Han coevolucionado con un número limitado de especies de flores y presentan adaptaciones a tales flores, como la forma desusada del pico. Esta coevolución se refleja en la relación existente entre los rasgos morfológicos de los colibríes como longitud y curvatura del pico y masa corporal y la morfología de las plantas en caracteres como longitud de la corola, curvatura y volumen.[31]
Las flores polinizadas por picaflores suelen tener colores en matices de rojo, naranja y rosado brillante; si bien no vacilan en visitar flores de otros colores. Los picaflores pueden ver ondas luminosas próximas al ultravioleta, pero las flores visitadas por picaflores no reflejan tales ondas, a diferencia de muchas flores polinizadas por insectos. Es posible que esto sirva para que estas flores sean menos atractivas para los insectos y que estos no las visiten ni roben el néctar.[32][33]
El néctar de flores polinizadas por picaflores suele tener un contenido de azúcar de alrededor de 25 % y altas concentraciones de sacarosa, mientras el de las flores polinizadas por insectos tiene mayores concentraciones de azúcar y predominan la fructosa y glucosa.[34]