El zafiro cabeciazul[3] o amazilia cabeciazul (Hylocharis grayi)[4] es una especie de ave apodiforme de la familia Trochilidae —los colibríes— perteneciente al numeroso género Chrysuronia, anteriormente incluida en el género Hylocharis . Es nativa del noroeste de América del Sur.
Zafiro cabeciazul | ||
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![]() Ejemplar macho de zafiro cabeciazul (Chrysuronia grayi) en los Andes occidentales de Colombia. | ||
Estado de conservación | ||
![]() Preocupación menor (UICN 3.1)[1] | ||
Taxonomía | ||
Reino: | Animalia | |
Filo: | Chordata | |
Clase: | Aves | |
Orden: | Apodiformes | |
Familia: | Trochilidae | |
Subfamilia: | Trochilinae | |
Tribu: | Trochilini | |
Género: | Chrysuronia | |
Especie: |
C. grayi (Delattre y Bourcier, 1846)[2] | |
Distribución | ||
![]() Distribución geográfica del zafiro cabeciazul | ||
Sinonimia | ||
Se encuentra únicamente en el suroeste de Colombia (desde Valle hacia el sur por los valles interandinos) y el noroeste de Ecuador (norte de Pichincha).[5]
Su hábitat natural son los matorrales secos y bordes de bosques en valles secos y lluviosos de la vertiente del Pacífico, también en áreas cultivadas, bosques ligeros y bordes de bosques en los Andes, mayormente entre 500 a 2000 m de altitud, raramente hasta 2600 m.[5]
La especie C. grayi fue descrita por primera vez por los ornitólogos franceses Adolphe Delattre y Jules Bourcier en 1846 bajo el nombre científico Trochilus grayi; su localidad tipo es: «Popayán, Colombia».[4]
El nombre genérico femenino Chrysuronia es un acrónimo de los nombres específicos de Ornismya "chrysura" con Ornismya "oenone"; y el nombre de la especie «grayi» conmemora al zoólogo británico John Edward Gray (1800–1875).[6]
Ya fue tratada como conespecífica con Chrysuronia humboldtii, pero difieren en la coloración, medidas y ecología. Es monotípica.[5]
Los estudios filogenéticos de McGuire et al. (2014)[7] demonstraron que especies entonces en el género Amazilia, las especies en Hylocharis H. grayi y H. humboldtii y las especies entonces en Lepidopyga, formaban un clado con Chrysuronia oenone, a pesar de que este clado proporciona la discordancia más extrema entre los datos genéticos y las características del plumaje. En la clasificación propuesta para resolver esta situación Stiles et al. (2017) propusieron la ampliación de Chrysuronia, que tenía prioridad sobre los otros, para albergar las ocho especies;[8] lo que fue reconocido por el por el Comité de Clasificación de Sudamérica (SACC) en la Propuesta N.º 781,[9] y por el Comité de Clasificación de Norte y Mesoamérica (N&MACC) en la Propuesta No 2020-A-03.[10]