El asedio a la embajada de Argentina en Venezuela es un sitio a la residencia del embajador argentino en Venezuela llevado a cabo por parte del gobierno de Nicolás Maduro en el contexto de la crisis política en Venezuela de 2024. Anteriormente, la embajada tuvo tres asedios no consecutivos: del 30 de julio al 1 de septiembre, del 7 al 8 de septiembre y nuevamente desde el 23 de noviembre (actualmente en curso).
Asedio a la Embajada de Argentina en Venezuela | ||||
---|---|---|---|---|
Parte de crisis política en Venezuela de 2024 | ||||
La residencia del embajador de Argentina en Caracas en 2024, bajo la custodia de Brasil. | ||||
Fecha |
31 de julio-1 de septiembre 6 al 8 de septiembre 23 de noviembre-presente | |||
Lugar | Caracas, Venezuela | |||
Causas |
-Otorgamiento de asilo político por parte del gobierno argentino a opositores venezolanos -Ruptura de relaciones diplomáticas entre Venezuela y Argentina. | |||
Estado | En curso | |||
Consecuencias | ||||
Partes enfrentadas | ||||
| ||||
Figuras políticas | ||||
| ||||
Desde que la embajada aceptó como asilados a seis disidentes políticos vinculados a la lideresa opositora María Corina Machado, el suministro de electricidad de ésta fue cortado.[3] El 30 de julio, Pedro Urruchurtu, asilado político en la embajada, denunció un asedio al lugar,[4] que cesó tras la ruptura de las relaciones entre ambos países, la expulsión de los diplomáticos argentinos y la transferencia del control a Brasil.
Cuando el presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, informó la decisión de revocar «de manera inmediata y unilateral» el permiso para que Brasil custodie la embajada, que poseía desde el 1 de agosto, nuevamente se reportaron «patrullas de los servicios de inteligencia y fuerzas de seguridad venezolanas que rodean la residencia oficial en Caracas», esta vez en una denuncia formal de la Cancillería Argentina.[5]
El 23 de noviembre, Pedro Urruchurtu volvió a denunciar que funcionarios habían rodeado la sede diplomática y cortado el suministro eléctrico, siendo este el tercer asedio.
Los hechos tuvieron amplia repercusión en la región, con condenas por parte de Brasil, Chile, Costa Rica, Estados Unidos, Guatemala, Paraguay, Perú y Uruguay, quienes se solidarizaron con Argentina.
El 26 de marzo de 2024, el gobierno argentino brindó asilo político a seis opositores del gobierno de Nicolás Maduro (Pedro Urruchurtu, Humberto Villalobos, Claudia Macero, Omar González, Fernando Martínez Mottola y Magalli Meda). La embajada argentina ya había denunciado el corte de suministro eléctrico de su residencia oficial en Caracas un día después de que la delegación recibiera a los líderes políticos venezolanos. El gobierno argentino dijo en otra ocasión que tomaría «acciones diplomáticas» contra Maduro después de que el gobierno venezolano decidiera cerrar su espacio aéreo a los aviones argentinos.[6][3][7]
El 28 de julio de 2024 se llevaron a cabo las elecciones presidenciales en Venezuela, para elegir un nuevo presidente por un mandato constitucional de 6 años. Las elecciones presidenciales no fueron ni libres ni justas, se produjeron en un contexto en el que el gobierno de Nicolás Maduro controla todos los poderes del Estado y reprime a la oposición política.[8][9][10]
El mismo día el Consejo Nacional Electoral dio como ganador a Nicolás Maduro por un 51.95 % de los votos, mientras que Edmundo Gonzales quedaría como segundo con 43.18 % de los votos. Tanto María Corina Machado como Edmundo González rechazaron los resultados del CNE y se adjudicaron la victoria. González, en un acto acompañado por Machado, dijo: «Los venezolanos y el mundo entero saben lo que pasó… Nuestra lucha continúa y no descansaremos hasta que se respete la voluntad del pueblo venezolano». Mientras los venezolanos opositores a Nicolás Maduro salieron a protestar en varias localidades del país.[11][12]
Antes de darse a conocer los primeros resultados, el presidente argentino, Javier Milei trató al gobierno de Maduro como una «dictadura comunista» y que «Argentina no va a reconocer otro fraude, y espera que las Fuerzas Armadas esta vez defiendan la democracia y la voluntad popular».[13]
Pedro Urruchurtu, un asilado político en la Embajada denunció un asedio de encapuchados a la residencia oficial de la misión diplomática argentina el 30 de julio.[14]
La declaración de Maduro como ganador fueron seguidos rápidamente por una mezcla de escepticismo y críticas de los líderes de la mayoría de los países latinoamericanos.[15] Entre ellos Argentina, el presidente Javier Milei (al que anteriormente Maduro había llamado un «malparido») criticó duramente los resultados y la Cancillería de Argentina emitió un nuevo comunicado el 7 de agosto, declarando «sin lugar a ninguna duda el triunfo del candidato Edmundo González».[16][13]
La Argentina publicó una declaración conjunta con otros países de la región en la cual exigían una revisión de los resultados y una reunión urgente en la Organización de Estados Americanos, debido a lo cual Venezuela rompió las relaciones diplomáticas con Argentina.[17]
El 1 de agosto, el presidente argentino, Javier Milei, en un mensaje público a través de X agradeció a Brasil por hacerse cargo de la custodia de la embajada, debido a que según él «el personal diplomático argentino tuvo que abandonar Venezuela como represalia del dictador Maduro por la condena que hicimos del fraude que perpetraron el domingo último» y que «pronto reabriremos nuestra Embajada en una Venezuela libre y democrática».[18] Así mismo se izó la bandera de Brasil en la embajada argentina en Caracas, marcando el inicio de la representación brasileña y la extensión de su protección a los refugiados, a pesar de las diferencias ideológicas y políticas que existen entre Milei y Lula da Silva. La custodia brasileña fue comparada por Andrés Cisneros con el papel que Brasil jugó durante la guerra de Malvinas al representar a Argentina ante Reino Unido hasta que se reanudaron las relaciones diplomáticas.[19] El 22 de agosto un empleado venezolano de la Embajada fue detenido por el Servicio Bolivariano de Inteligencia y liberado al día siguiente tras gestiones diplomáticas.[20] El gobierno de Nicolás Maduro informó en un comunicado que Venezuela se vio «obligada» a tomar la decisión de revocar el permiso de Brasil por supuestas «actividades terroristas» e «intentos de magnicidio contra Nicolás Maduro».[21] Tras el exilio al día siguiente del candidato presidencial Edmundo González, quien se hallaba en la residencia de la embajada española y es reconocido por Argentina como presidente electo, el suministro eléctrico fue restaurado y el segundo asedio fue concluido.[1]
El 23 de noviembre de 2024 se dio inició a un tercer asedio a la casa del embajador argentino en Caracas, luego de que Magalli Meda, desde la casa del embajador, publicara en un vídeo de la red social Instagram apoyar la protesta del 1 de diciembre con un lápiz labial rojo para pintarse la palma de una mano en más de 400 ciudades, según sus palabras: «los venezolanos nos congregamos en la Gran Protesta Mundial para exigir a la CPI actuar pidiendo ¡Basta YA!».[22] Pedro Urruchurtu, asilado político en la embajada, denunció poco antes de las 19:00 (hora local) que funcionarios encapuchados de la Dirección de Acciones Estratégicas y Tácticas del Cuerpo de Policía Nacional Bolivariana (DAET) y del Servicio Bolivariano de Inteligencia Nacional se presentaron en las inmediaciones de la embajada argentina en Caracas con armas largas y habían rodeado la sede diplomática. Luego de más de 5 horas de asedio, Urruchurtu confirmó que los agentes de seguridad, como parte de su asedio, cortaron el servicio eléctrico de la residencia de la embajador. También confirmó que los agentes habían bloqueado los accesos en la calle, y sobrevolaron drones que «bloquean la señal móvil».[23][24]
Ante esto, varias entidades reaccionaron y dieron su condena al asedio. La Cancillería Argentina declaró que «La República Argentina condena los actos de hostigamiento e intimidación contra las personas asiladas en la embajada argentina en Caracas, actualmente bajo la protección diplomática del gobierno de Brasil». El Comando con Venezuela, que agrupa a la oposición, alertó a la comunidad internacional y, exigió el cese inmediato de las acciones intimidatorias con el lema «¡Basta YA de persecución!».[25] Luis Almargo, Edmundo González y senadores de Estados Unidos condenaron también los hechos.
El 26 de noviembre, la plataforma Comando con Venezuela denunció el robo de los fusibles eléctricos de la embajada argentina, razón del cese de suministro eléctrico en ese local. Pedro Urruchurtu, mediante un post en X, indicó a las 19:00 hora local (23:00 GMT) que se cumplieron «más de 24 horas sin el servicio eléctrico, desde que se llevaron los fusibles».[26][27]
El 27 de noviembre, Omar Gonzáles, uno de los asilados políticos de la embajada, denunció en un post de X que el régimen de Nicolás Maduro restringió el suministro de agua a la residencia, en la misma red, Pedro Urruchurtu reveló que los cuerpos policiales que rodean la embajada impidieron el acceso a un camión cisterna con agua potable.[28][29]
El 28 de noviembre, tras cumplirse más de 120 horas de asedio a la embajada, el líder opositor y reconocido por 13 países como presidente electo, Edmundo González, repudió los actos de presión hacia la embajada que violan los convenios internacionales sobre protección diplomática, que agravan profundamente la situación humanitaria de los seis asilados resguardados en la residencia debido a las restricciones extremas al alimento, agua y electricidad que sufren por parte de las fuerzas de seguridad estacionadas alrededor.[30][31]
El 29 de noviembre, el senado de Paraguay aprobó una declaración que condena el trato de la embajada por parte del régimen de Maduro, en un documento que detalla que estas acciones suponen un peligro para la integridad física y psicológica de los seis asilados que permanecen dentro.[32]
Las acciones del gobierno de Nicolás Maduro constituyen una grave violación de estas obligaciones internacionales, poniendo en riesgo la integridad física y psicológica de los asilados y del personal diplomático argentino. Además, estas medidas representan una escalada en la represión contra la oposición política en Venezuela, evidenciando el desprecio a los derechos humanos y a las normas del derecho internacional.Extracto del documento, Senado de Paraguay
El 30 de noviembre, Pedro Urruchurtu, informó que finalmente se acabó el suministro de agua en la embajada, luego de haber racionado el agua que aún quedaba en el tanque de la residencia.[33]
María Corina Machado denunció que los asilados en la embajada de Argentina «son rehenes que están siendo torturado» y que «están sometidos a una situación brutal, Sin luz, sin agua, no les dejan ingresar ninguna visita. Son rehenes torturados en territorio argentino».[34] El grupo IDEA denunció al gobierno de querer convertir la embajada en una cárcel, aplicando métodos de tortura en contra de los derechos universales a la vida.[35]
El 9 de diciembre, ante el reclamo de la Cancillería Argentina, los gobiernos de Uruguay, Costa Rica y Paraguay volvieron a condenar los hechos y solidarizaron con el reclamo argentino.[36] El 11 de diciembre, el Ministro de Relaciones Exteriores de Argentina, Gerardo Werthein, intervino en la OEA sobre la situación de los asilados en la embajada, donde exigió «la concesión inmediata de los salvoconductos (...), reafirmar la necesidad de garantizar la inviolabilidad de las misiones diplomáticas y respetar plenamente el derecho de asilo diplomático (...)» y pidió a la OEA actuar antes de que ocurra una «tragedia»[37] En la intervención, Argentina estuvo acompañado por Canadá, Chile, Costa Rica, El Salvador, Estados Unidos, Guatemala, Haití, Panamá, Paraguay, Perú, República Dominicana, Surinam y Uruguay.[38]
El 10 de diciembre, un gendarme de Argentina identificado como Agustín Nahuel Gallo de la provincia de Catamarca, parte del escuadrón 27 de «Uspallata», en Mendoza que custodia el paso fronterizo entre Chile y Argentina, luego de que viajara a Venezuela desde Colombia para visitar a su pareja y su hijo (quienes tienen nacionalidad venezolana) fue secuestrado en por supuestas acusaciones de «espionaje». Sin embargo, el gendarme Gallo no tenía vínculos con operaciones de inteligencia ni con actividades oficiales.[39][40] El hecho escaló el 13 de diciembre, cuando la ministra argentina de seguridad, Patricia Bullrich, a través de su cuenta de X exigió la «inmediata liberación de este ciudadano argentino» y agregó: «Maduro, cada minuto que lo retengas va a ser un paso más hacia tu propio fin».[41] A su vez, la Cancillería Argentina condenó «con la máxima firmeza la detención arbitraria e injustificada de un empleado local de la representación diplomática argentina en la República Bolivariana de Venezuela por parte del régimen de Nicolás Maduro».[42]
El 16 de diciembre Colombia cambió su postura suave y la Cancillería dirigida por Luis Gilberto Murillo pasó a rechazar el asedio a la embajada Argentina en Caracas, luego de que siete de sus ciudadanos colombianos fueran detenidos de forma arbitraria en Venezuela.[43]
El 18 de diciembre se supo que el gobierno venezolano estaba negociando la entrega de salvaconductos condicionando a cambio de una persona detenida en Argentina cercana al Gobierno venezolano y el salvaconducto a Jorge Glas detenido en Ecuador, así afirmó el ministro de Exteriores de Colombia en un acto de gobierno en la isla caribeña de San Andrés[44] La canciller de Ecuador Gabriela Sommerfeld confirmó la intención de Nicolás Maduro de querer negociar un salvoconducto para Jorge Glas a cambio de los salvoconductos de seis refugiados en la Embajada en Caracas.[45]
El 19 de diciembre Fernando Martínez Mottola, uno de los seis refugiados que fue ministro de Transporte de Carlos Andrés Pérez, se entregó vencido por el asedio a la policía luego de estar más de nueve meses refugiado y sin ver a su familia en la embajada de Argentina en Caracas.[46]
En un tuit, la cuenta oficial del Comando Nacional de Campaña de María Corina Machado denunciaron el «acoso y rodeo» de funcionarios encapuchados y armados, así como Magalli Meda (una de las opositoras asiladas en la embajada) dijo «Hoy justo cumplimos 170 días aislados y asilados en la Embajada de Argentina (...) En estas últimas 5 horas patrullas, motos y funcionarios encapuchados rodean la fachada de la Embajada (...) Lo que estamos viviendo es un Estado sin control, sin ley, sin orden, ni siquiera en el marco del respeto internacional (...)».[47]
María Corina Machado publicó en X que la decisión del gobierno argentino y la del gobierno brasileño de resguardar la embajada «se han dado en estricto apego al derecho internacional, para garantizar su protección y la garantía de sus derechos humanos» y que el asedio de Nicolás Maduro está «violando convenios internacionales en materia de asilo diplomático e inmunidad de las misiones diplomáticas».[48]