Por muchas razones, durante décadas hemos vivido con cosas dentro de nuestras casas que pertenecían a nuestros abuelos.
Bien pueden ser los muebles, la cocina, el fregadero, el baño es el mismo de cuando se fabricaron las casa,etc,
De manera que esa necesidad de cuidar las cosas por tiempo a veces insospechado, se hizo una consigna importante, cuidar es la palabra de orden.
Convivimos sin darnos cuenta, con el recuerdo de nuestros ante pasados, a través de los objetos y anécdotas que han llegado a nosotros tras los cuentos de tias, abuelas y padres.
Ejemplo; este fue el juego de cuarto de tu abuela,lo compró cuando se casó,,la vajilla, el frio,etc,
Es increible la cantidad de útiles que guardamos para garantizar la reposición y la verdad es, que cuando se nos rompen las cosas no recordamos ni donde pusimos el dichoso repuesto.
Cuando se nos rompe un mueble,,lo sufrimos, a veces nos ponemos bravos y en ese momento perdemos la racionalidad, pues los muebles no son irrompibles,,y los de nuestras abuelas que a veces ya eran heredados,,tienen suficiente uso como para estar en total desuso.
Sin embargo y en contraposición con esto, en otros lugares donde es más factible la renovación , cambian sus muebles cada 2 años e incluso antes, y no todas las veces estamos en presencia de personas con un buen desenvolvimiento económico, muchas veces estamos frente a compradores compulsivos o de personas en extremos chic que quieren aparentar estar al último grito de la moda.
Estamos casi siempre y sobre todos los aspectos de la vida en situaciones muy polarizadas a extremos.
Particularmente me cuesta trabajo deshacerme de las cosas que aún tienen valor y valor de uso,me gusta priorizar y así garantizar adecuadamente mis aspiraciones .
No critico quienes tienen la posibilidad o el deseo de estar en contínuo cambio, sino que no preciso de eso para sentirme bien .
Conozco personas que no pueden estar con sus muebles de una forma determinada y cada 2 meses pues cambian la organización de ellos .
Las diferencias no hace más que demostrar que la vida no es en BLANCO Y NEGRO,pensará pues es en colores todos lo sabemos, sin embargo a mi me gusta pensar que la vida es COLOR CREMA, que para mi es el color de la tolerancia.
Necesitamos tolerar y saber vivir con nuestras diferencias , siempre respetándonos y permitiéndonos dar pasos seguros y de futuro.
Deseo como todos comprar cosas que me den comodidad y alegría, sólo espero el momento más oportuno para hacer mis cambios.
Para mi el mejor exceso es el amor y el respeto al prójimo, lo demás es pura vanidad.
Saludos de su amiga cubana De la Caridad.
NI EXCESOS NI DEFECTOS
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