Un esposo fue a visitar a un sabio consejero y le dijo que ya no quería a su esposa y que pensaba separarse.
El sabio lo escuchó, lo miró a los ojos y solamente le dijo una palabra: Ámala, luego guardó silencio.
-Pero es que ya no siento nada por ella.
Ámala, repuso el sabio.
Y ante el desconcierto del señor, después de un oportuno silencio, el viejo sabio agrego lo siguiente: Amar es una decisión, no un sentimiento; Amar es dedicación y entrega, amar es un verbo y el fruto de esa acción es el amor.
Fuente: Shanghai y Jiangxi idioma