Los kalapuyas son un pueblo nativo americano estadounidense compuesto por ocho grupos independientes que hablaban tres dialectos mutuamente inteligibles. Su territorio tradicional era el Valle de Willamette, en el oeste de Oregón, una zona delimitada por la cordillera de las Cascadas al este, la cordillera costera de Oregón hacia el oeste, el río Columbia al norte y las montañas Calapooya a nivel del río Umpqua hacia el sur.[2]
Kalapuya | ||
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![]() Anciana Kalapuya, dirige a sus hijas en una canción de bienvenida Kalapuya, 2009. | ||
Descendencia |
9000 (año 1805) 600 (1850)[1] | |
Idioma | Ahantchuyuk (Kalapuyan) | |
Oeste de Oregón | ||
Al igual que el resto de los habitantes nativos de la región, los kalapuyas se dedicaban a la pesca, cacería y recolección de alimentos. En ocasiones se enfrentaban a otras bandas, en especial los guerreros Klamath, quienes solían entrar en batallas ara saquear a sus vecinos.[3] Hoy en día, la mayoría de los kalapuyas pertenecen a las Tribus Confederadas de la Comunidad Grand Ronde de Oregón, reconocidas a nivel federal.[1] Algunos pertenecen a las tribus confederadas de indios siletz. En ambos casos, sus descendientes se han casado con personas de otras tribus confederadas y se contabilizan en el total de las tribus, en lugar de por hacerlo por separado. La mayoría de los descendientes kalapuyas residen en la reserva Grand Ronde, ubicada en los condados de Yamhill y Polk.
El nombre tribal se ha traducido al inglés con varias grafías, incluyendo "Calapooia", "Calapuya", "Calapooya", "Kalapooia" y "Kalapooya". El nombre fue dado como Calapoosie por David Douglas en sus diarios, luego Col-lap-poh-yea-ass, por Alexander Ross,[4] y Call-law-poh-yea-as por el mismo autor, quien les describió como un pueblo cayado e inofensivo.[5] El explorador John Kirk Townsend lo escribió Kala-pooyhas, en su narrativa de 1839.[6] Los exploradores Lewis y Clark dan la palabra como Cal-lah-po-e-wah.[7] Por su parte Lee y Frost lo escriben "Calapooyas".[8]
El pueblo kalapuyano hablaba dialectos de las lenguas kalapuya. John Wesley Powell clasificó las lenguas como parte del grupo lingüístico takelman.[3] Desde principios del siglo XXI, se las conoce como lenguas penutíes de Oregón.[9]
El pueblo kalapuyan no era una entidad tribal homogénea o única, sino que estaba compuesto por ocho subdivisiones autónomas, relacionadas vagamente entre sí por tres dialectos lingüísticos, que eran mutuamente inteligibles.[10] Los ocho grupos relacionados que componen el pueblo kalapuya hablaban tres dialectos distintos de la familia lingüística penutiana de Oregón: kalapuyan del norte, kalapuyan central y Yoncalla (también denominada kalapuya del sur).
El misionero católico François Blanchet afirmó que estas tribus hablaban catorce o quince dialectos diferentes, no tan diferentes en esencia como para que no puedan entenderse entre sí. Además, la jerga chinook se habla «entre los kalapooias [sic]». La jerga chinook fue una lengua comercial que se desarrolló entre los nativos americanos para su propio uso y para el comercio con los europeos. Se popularizó en la Reserva Grand Ronde. Las Tribus Confederadas de la Comunidad Grand Ronde rebautizaron esta lengua como Chinuk Wawa, desarrollando un programa de inmersión lingüística para niños con el fin de crear nuevas generaciones de hablantes nativos.
Las bandas kalapuya solían estar formadas por familias extensas de hombres emparentados, sus esposas e hijos. Su sistema de parentesco era patrilineal. Estas bandas ocupaban una aldea durante todo el año. Durante el invierno residían en la aldea por tiempo completo. Durante la primavera y el verano, algunos miembros se dividían en grupos más pequeños y viajaban a otras zonas circundantes para recolectar alimentos y materias primas para la cestería.[2]: 13 Las bandas solían tener un solo líder o jefe —generalmente el hombre más rico— que resolvía las disputas, saldaba las deudas colectivas de la comunidad, como las generadas por apuestas, y proporcionaba comida para los festines.[2]: 17
Al igual que muchas tribus del noroeste del Pacífico, los kalapuya practicaban la esclavitud. Generalmente obtenían esclavos indígenas mediante el comercio o como obsequios de otras tribus. Los esclavos solían ser capturados por pueblos enemigos durante incursiones. Algunos grupos kalapuya del norte, como los tualatin y los yamhill, obtenían esclavos mediante la conquista, asaltando bandas ubicadas en la costa o más al sur, en el valle de Willamette.[2]: 18 Los esclavos eran considerados una forma de riqueza: se intercambiaban para obtener productos codiciados, como cuentas, mantas y canoas.[2]: 18 Las mujeres y los niños eran los esclavos preferidos debido a su relativa facilidad de control.[2]: 18
Los esclavos vivían con sus familias, trabajando junto a las familias en tareas cotidianas específicas para cada género y realizando labores como la recolección de leña y agua. Los esclavos solían tener libertad para casarse. Podían comprar su libertad mediante la acumulación de propiedades o mediante un pago suficiente al dueño por parte de un futuro cónyuge.[2]: 19
La sociedad patriarcal de Kalapuyan se dividía según la riqueza y los bienes personales. Los líderes religiosos también eran reconocidos como una clase distinta. Se creía que estas personas poseían poderes sobrenaturales de predicción o sanación; podían ser hombres o mujeres, individuos libres o esclavos.
La sociedad kalapuya tenía labores diferenciados por género, al igual que ortas tribus indígenas americanas. Los hombres se dedicaban a la pesca, la caza y la guerra.[3] También fabricaban herramientas y construían canoas. Las mujeres trabajaban recolectando y preparando los alimentos básicos que constituían la base de la dieta kalapuya, establecían campamentos temporales y confeccionaban cestas y otros productos artesanales.[2]: 91 Durante los meses de verano, las mujeres de la tribu procesaban y preparaban alimentos para su almacenamiento invernal, permaneciendo generalmente en la aldea principal para completar dichas tareas, mientras otras recolectaban los alimentos desde lugares más lejanos.[2]: 19
Los grupos Kalapuyan, identificados por idioma, incluyen:
Kalapuya del Norte:
Kalapuya central:
Yoncalla o Kalapuya sur:
En su descripción de los indios del valle de Willamette en 1849, el entonces gobernador Joseph Lane dio las siguientes estimaciones para las poblaciones de las tribus: "Calipoa": 60 personas; "Tualatine": 60; "Yam Hill": 90; "Lucka-mues": 15.
Los Kalapuya cosechaban y recolectaban diferentes tipos de alimentos y recursos en ciertas áreas y en ciertas estaciones del año.
Se sabe que en el verano los Atfalati-Kalapuya obtenían miel, cebollas silvestres, insectos como saltamontes y grillos.[13] Recogían bayas, incluyendo moras, salmonberries, arándanos de la variedad perenne y variedad roja, uva de Oregón, bayas de salal, thimbleberry y frambuesas negras.[14] Otras hierbas incluyen Tarweed, yampah, chorlito dorado, raíz amarga, anguilas, zanahoria silvestre, chirivía de vaca, lomantium, col zorrillo, balasamroot, yerbabuena, menta silvestre, peces y otros animales de agua dulce como esturión, eulachon, salmón, cangrejos de río y mejillones de agua dulce.[13] Entre septiembre y octubre recolectaban plantas como wapato, bayas de oso, tabaco, nueces de mirto, avellanas y bellotas, animales como el mapache, el lobo gris, el lince rojo, el puma, la ardilla listada, el urogallo y la codorniz.[13] En invierno cazaban animales como el oso, el castor, los gansos, el alce Roosevelt, el venado de cola negra y el venado de cola blanca.[13] En primavera plantas como la oreja de gato, el helecho bracken, las espadañas y las camas.[13]
La pesca la realizaban con una cesta específica, una variedad de redes de inmersión, trampas de red de malla y lanzas de pesca de varios tipos.[13] Para la caza usaban diferentes tipos de trampas, una multitud de lanzas y arcos y flechas para atrapar a sus presas.[13] Wapato es un tubérculo almidonado acuático era recolectado por las mujeres usando sus pies para liberar el bulbo de su hábitat en el fondo del estanque.[13] El bulbo es más ligero que el agua y por lo tanto flotaba en el agua donde podía ser fácilmente transferido a mano a una canoa cercana.[13] Camas es otro tubérculo almidonado que las mujeres de la tribu cosechaban, liberaban el bulbo almidonado del suelo con un palo con mango y curvado en el extremo de excavación, después de lo cual podían recogerlo fácilmente en cestas de transporte.[13]
Se hacían cuerdas a partir de adelfas, canoas y tablones para casas de madera de cedro, una multitud de ropa impermeable y sombreros de corteza de cedro, igualmente una variedad de esteras de tule y espadaña, y herramientas domésticas, ropa y cestas de juncos.[15]
A través de la Red de Comercio de Columbia, los kalapuya intercambiaban principalmente sus tortas secas de harina hechas de Wapato y Camas por productos de otras regiones, incluyendo pieles de búfalo, conchas, productos de ballena y salmón seco. Algunos de estos productos se intercambiaban con otras tribus por sus productos únicos de ellos.[15]
La quema tradicional formaba parte de un proceso restaurador y de gestión territorial planificada y realizada a largo plazo.[15] Estas quemas, bien planificadas y gestionadas, impulsaron la prosperidad a largo plazo al enriquecer el suelo, fomentar y generar una mayor biodiversidad, eliminar la maleza, reducir enfermedades y plagas, y prevenir incendios indeseados a gran escala. En Oregón, a finales de otoño, se quemaban las praderas de trigo silvestre, lo que permitía que los granos de trigo maduros se secaran bien en la hoguera y se dejaran sobre las cenizas.[15]
Existen actualmente grupos, incluyendo la Asociación de Protección Cultural Komemma, una organización benéfica altamente calificada por Charitynavigator.org, están trabajando para restaurar los conocimientos ecológicos culturales y tradicionales de los Kalapuyans.[16]
Se cree que el pueblo Kalapuya llegó a su lugar de establecimiento en el valle de Willamette migrando desde el sur del valle hacia el norte y expulsando a los habitantes anteriores.[9] Algunos colonos de la era identificaron a las tribus desplazadas como miembros de los nativos Multnomah.[3]
Cada una de estas bandas originarias ocupaba áreas específicas a lo largo de los ríos Willamette, Umpqua y McKenzie.[9] Las diversas bandas Kalapuyan eran cazadores-recolectores, obteniendo alimento mediante la pesca y la caza por parte de los hombres, y las mujeres dedicadas a la recolección de nueces, bayas y otras frutas y raíces.[9] La tribu hacía uso de la obsidiana obtenida de las cordilleras volcánicas al este para fabricar puntas de proyectil afiladas y efectivas, incluyendo puntas de flecha y puntas de lanza.
Se cree que antes del contacto con los exploradores, comerciantes y misioneros blancos, la población kalapuya contaba con unos 15.000 habitantes nativos. Robert Boyd estima que la población total de kalapuya era de entre 8.780 y 9.200 personas para el período comprendido entre 1805 y finales de la década de 1820. Otros no estimaban la población mayor de 3.000 personas previo a 1800.[11]
Con el paso del tiempo, se produjeron epidemias catastróficas de enfermedades infecciosas como la malaria, la viruela y otras enfermedades endémicas transmitidas por los exploradores, comerciantes y misioneros blancos que entraron en la región.[18] Estas enfermedades eran endémicas entre los europeos y los estadounidenses, pero los nativos americanos no tenían inmunidad contra ellas y, como resultado, morían a un ritmo elevado. Algunos relatos hablan de aldeas deshabitadas, lo que constituye un triste testimonio de la alta mortalidad causada por estas epidemias.
En 1849, el gobernador territorial de Oregón, Joseph Lane, calculó que la población kalapuya restante era de tan solo 60 personas, y que los supervivientes vivían en las condiciones más precarias. La investigación contemporánea estima que el total de los diversos pueblos kalapuya en este intervalo es cercano a 600.
Estados Unidos llevó a cabo dos importantes ciclos de tratados en Oregón que afectaron a los kalapuya. Los tratados de 1851 fueron negociados por el Superintendente de Asuntos Indígenas de Oregón, Anson Dart, y los de 1855 por su sucesor, Joel Palmer. Si bien los tratados de 1851 nunca fueron ratificados por el Senado estadounidense y, por lo tanto, no se implementaron, los de 1854-1855 sí lo fueron.
El 12 de abril de 1851, en el Consejo del Tratado de Santiam en Champoeg, Territorio de Oregón, los líderes tribales Santiam Alquema y Tiacan expresaron firmes opiniones sobre su lugar de residencia especificando querer conservar su territorio tradicional entre las bifurcaciones del río Santiam.
Posteriormente, en el Tratado de Calapooia Creek, Oregón de 1854, las tribus Umpqua y Kalapuyan del valle de Umpqua cedieron sus tierras a los Estados Unidos.
Finalmente, en el Tratado con los Kalapuya, etc., en Dayton, Oregón (22 de enero de 1855), los Kalapuya y otras tribus del valle de Willamette cedieron toda la zona de drenaje del río Willamette al gobierno de los Estados Unidos.[3]
La mayoría de los indígenas kalapuya fueron trasladados a la Agencia y Reserva Grand Ronde. Algunos fueron asignados a la Reserva Siletz (conocida entonces como la Reserva Indígena Costera) en la costa central del Pacífico de Oregón, otros enviados a la Reserva Warm Springs, al este de las Montañas Cascade, en lo que hoy son los condados de Wasco y Jefferson, o a la Reserva Yakama, en el sur del estado de Washington. Establecida en 1855 como reserva temporal, la Reserva Grand Ronde se denominó inicialmente Reserva del Río Yamhill o Reserva del Valle Yamhill y oficialmente renombrada y establecida como Reserva Grand Ronde por Orden Ejecutiva en 1857.
Con miembros de al menos 27 tribus trasladados a Grand Ronde, la vida en la reserva era complicada. Algunas de estas tribus habían sido enemigas. En sus primeros años, la reserva estuvo bajo la administración del Departamento de Guerra de los Estados Unidos. Fort Yamhill se estableció para supervisar a los indígenas. Posteriormente, la administración indígena pasó a manos del Comisionado de Asuntos Indígenas y, finalmente, de la Oficina de Asuntos Indígenas, dependiente del Departamento del Interior.
El reverendo Adrien Croquet (Crocket), de Bélgica, fue misionero católico en Grand Ronde y fundó la iglesia de San Miguel en la reserva. La Iglesia Católica también estableció allí una escuela a finales del siglo XIX con la aprobación de Estados Unidos. La escuela era un internado para los habitantes dentro de la reserva, quienes debían permanecer allí durante todo el curso escolar. En ocasiones se trasladaba por la fuerza a niños de otros lugares. Posteriormente, muchos niños fueron enviados a internados indígenas fuera de la reserva, como la Escuela India Chemawa en Salem. A la mayoría de los niños se les enseñaban habilidades rurales como herrería, agricultura, costura, etc., que se consideraban importantes para su futura vida en la reserva.
El saneamiento y la atención médica en la reserva eran deficientes, y la mortalidad, elevada. En la década de 1850, un total de 1000 personas fueron trasladadas a la reserva. Para 1900, solo sobrevivieron unas 300.
A mediados del siglo XX, la política federal continuó orientada a la asimilación de los nativos americanos. El Congreso suponía que algunas tribus estaban listas para integrarse a la sociedad mayoritaria y poner fin a su relación antagonista con el gobierno. Todas las bandas y tribus de los descendientes de Kalapuya fueron extinguidas en 1954, junto con todas las demás tribus del oeste de Oregón, en virtud de la Ley de Extinción de los Indios del Oeste de Oregón de 1954. En virtud de las acciones de extinción definitiva, el gobierno vendió la mayoría de las tierras de la reserva, eliminó sus servicios y publicó los registros finales de la tribu en el Registro del Congreso de 1956.
A finales del siglo XX, los kalapuya y otros pueblos de las tribus confederadas se reorganizaron para afirmar su cultura nativa americana. Estados Unidos restableció el reconocimiento federal en 1977 a las Tribus Confederadas de los Siletz y, en 1983, reconociendo a quienes formaban parte de las Tribus Confederadas de la Comunidad Grand Ronde de Oregón.
Los kalapuyas se han casado extensamente con descendientes de tribus vecinas. La mayoría de aproximadamente 4000 descendientes de kalapuyas que existen actualmente están inscritos en las Tribus Confederadas de la Comunidad Grand Ronde de Oregón. Esta comunidad trabaja para recuperar la lengua criolla común de los nativos americanos, utilizada durante mucho tiempo para el comercio entre diversas tribus y conocida como chinuk wawa, mediante el desarrollo de un programa de inmersión para sus hijos. Han tenido éxito en la formación de hablantes nativos y están ampliando el programa hasta octavo grado de la escuela.
A través de los años se ha reportado e identificado a ciertos individuos como el (la) último(a) kalapuya. A comienzos de los años 1910 se identificó a la indígena Eliza, americanizado a Eliza Young, de la tribu Mohawk, como la última india kalapuya,[19] quien vivió a la edad de 100 años, fallecida en agosto de 1922.[20] La referencia probablemente haga alusión de que la india Eliza podría haber estado entre los últimos nativos en ocupar su territorio de origen.[21] Otros artículos periodísticos identifican al jefe Halo de los Yoncalla Kalapuya como el último kalapuya, así como su hijo Sam Fearn titulado en una biografía como "El último Yoncalla".[22][23] La búsqueda del último kalapuya es una falsedad histórica, difícil de cambiar en los registros, independientemente del hecho de que la tribu Grand Ronde incluye entre 2.500 y 4.000 personas que descienden de los pueblos Kalapuya.