Independiente vs. Universidad de Chile fue un partido de fútbol disputado el 20 de agosto de 2025 por la vuelta de los octavos de final de la Copa Sudamericana 2025 entre el Club Atlético Independiente de Argentina y el Club Universidad de Chile en el Estadio Libertadores de América-Ricardo Enrique Bochini de Avellaneda, Argentina. Con un marcador 1:1 (1:2 en el global, a favor de Universidad de Chile), el encuentro fue suspendido a los 48 minutos de juego luego de que se produjeran incidentes en la tribuna visitante y, posteriormente, cancelado por la Confederación Sudamericana de Fútbol.
Independiente vs. Universidad de Chile | ||
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![]() El estadio Libertadores de América (Avellaneda), sede del partido. | ||
Localización | ||
País |
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Localidad | Estadio Libertadores de América - Ricardo Enrique Bochini | |
Lugar |
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Coordenadas | 34°40′13″S 58°22′16″O / -34.670305555556, -58.371 | |
Datos generales | ||
Estado | Cancelado | |
Tipo | Partido de fútbol | |
Ámbito | Deportivo | |
Suceso | Copa Sudamericana 2025 | |
Sede | Estadio Libertadores de América | |
Organizador | Confederación Sudamericana de Fútbol | |
Asistencia | 23 615 | |
Causa | Eliminatoria a doble partido por los octavos de final de la Copa Sudamericana 2025 | |
Participantes |
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Histórico | ||
Fecha | 20 de agosto de 2025 | |
Hora | 21:30 (UTC-3) | |
Duración | ≈48 minutos | |
Desenlace | ||
Muertos | Ninguno | |
Heridos | ≈19 personas heridas | |
Arrestados | 300 | |
Resultado | A definir | |
Por la magnitud de lo sucedido, el episodio es considerado uno de los más violentos del fútbol sudamericano contemporáneo y abrió un debate sobre la seguridad en los estadios.[1][2] Hasta el momento, la Conmebol no ha definido si Universidad de Chile será descalificada junto con Independiente, lo que convierte a este caso en un antecedente clave para el futuro disciplinario del torneo.[3]
El Club Atlético Independiente, de Argentina, había clasificado a la Copa Sudamericana 2025 como el quinto equipo mejor ubicado de la tabla general de la temporada 2024.[4] Por eso mismo, integró el Grupo A junto a Guaraní, de Paraguay; Boston River, de Uruguay, y Nacional Potosí de Bolivia. Tras su clasificación como primero del grupo, fue promovido directamente a los octavos de final.[5]
Por su parte, el Club Universidad de Chile participó de la Copa Libertadores 2025 luego de haber quedado subcampeón de la Primera División de Chile 2024.[6] Sin embargo, tras quedar tercero en el Grupo A —integrado por Estudiantes (LP), de Argentina; Botafogo, de Brasil, y Carabobo de Venezuela— debió disputar la eliminatoria de octavos de final de la Copa Sudamericana 2025 contra Guaraní, de Paraguay, segundo del Grupo A.[7] Esta la ganó con un global de 6:2, por lo que clasificó a los octavos de final contra Independiente.[8]
El partido de ida tuvo lugar el 13 de agosto, en el estadio Nacional de Santiago. Con un gol de Lucas Assadi a los 36 minutos, la U se llevó el encuentro con la ventaja mínima.[9] Curiosamente, la recepción de la barra brava de Independiente, la Barra del Rojo, en Chile fue positiva. Los de Abajo, sus pares del Bulla, compartieron una juntada e incluso realizaron un mural alusivo a ambas hinchadas.[10] Sin embargo, un día antes del partido de vuelta, ambas parcialidades habían denunciado el robo de algunas banderas representativas de sus equipos.[11]
Durante el encuentro, los hinchas de Universidad de Chile fueron ubicados en la tribuna Pavoni Alta (al sur), sector destinado a los visitantes en partidos con presencia de ambas parcialidades. No obstante, la asignación se realizó sin la instalación de vallados robustos ni cordones de seguridad policial efectivos.[12]
A los once minutos, Lucas Assadi, el mismo jugador de la U que había definido el partido de ida, abría el marcador para los visitantes.[13]
A los quince minutos de juego, algunos simpatizantes chilenos comenzaron a arrojar objetos hacia la tribuna Pavoni Baja, donde se encontraban espectadores de Independiente.[14] Entre los proyectiles lanzados se registraron bombas de estruendo, elementos de construcción, como fragmentos de mampostería, además de escobas, inodoros, monedas, piedras, así como otros objetos contundentes.[15]
Hacia los treinta y dos minutos, mientras Santiago Montiel empataba el partido 1:1,[16] un sector disidente de la barra brava de Independiente, conocido como «La Gloriosa Banda de Independiente», intentó avanzar hacia la tribuna Alta.[17] Según algunos testimonios, que están pendientes a ser corroborados, la agresión de los chilenos fue ante un intento de este sector por robar las banderas de la U.[18] La intervención policial, compuesta por 650 efectivos de la Policía de la Provincia de Buenos Aires encargados de la custodia del perímetro externo y 150 agentes de seguridad privada en el perímetro interno, impidió que lograran acceder al sector visitante.[19]
Durante el entretiempo, la situación en la tribuna visitante se intensificó, con el lanzamiento de butacas, botellas, piedras y fragmentos de mampostería, algunos obtenidos tras forzar un depósito de limpieza. Se registraron también incendios en filas de asientos plásticos, generando humo denso sobre la tribuna.
El árbitro uruguayo Gustavo Tejera decidió, a los dos minutos del segundo tiempo, la suspensión del partido, y la voz del estadio solicitó que la parcialidad visitante abandonara el sector, sin éxito.[20] Familias presentes buscaron resguardo en los pasillos, mientras unidades de emergencia asistían a espectadores con cortes y traumatismos.[21]
Finalmente, la facción oficial de la Barra del Rojo, «Los Dueños de Avellaneda», que habitualmente ocupa la tribuna Santoro Baja (al norte), logró ingresar a la tribuna visitante. Este grupo, liderado por Mario Nadalich y con la participación habitual de Juan Ignacio Leczniki (ausente por tener derecho de admisión), está compuesto por integrantes que residen en la villa 21-24 de Barracas (Buenos Aires) y mantienen vínculos con el narcotráfico de menor escala.[22] Inicialmente intentaron acceder a la tribuna visitante desde la calle Bochini, pero la presencia de efectivos de la Policía Bonaerense disuadió el ingreso. Aprovechando una zona con menor cobertura policial, el grupo ingresó a través del sector contiguo a la calle Pastoriza hasta la Garganta N.° 1, ascendió al tercer nivel y derribó portones para llegar a la parte baja de la tribuna visitante. La seguridad privada presente fue superada en número.[19]
En la zona inferior de las gradas se produjo un enfrentamiento directo entre ambas hinchadas, con utilización de palos, cuchillos y manoplas, que resultó en heridos con cortes y apuñalamientos. Una vez que la tribuna visitante se encontraba parcialmente vacía, la barra de Independiente accedió y atacó a los últimos grupos de simpatizantes chilenos, generando un desenlace con consecuencias que derivaron en agresiones físicas contra los hinchas restantes, que fueron golpeados y humillados; en un caso, un aficionado fue arrojado desde lo alto de la tribuna.[23][24][25]
Las imágenes registraron a personas heridas, desnudas y ensangrentadas sobre las gradas, mientras ambulancias trasladaban a los lesionados a los hospitales Fiorito y Perón.[26] En el exterior, sobre el puente Pueyrredón, se produjeron enfrentamientos con la policía, que detuvo a aproximadamente un centenar de hinchas intentando regresar a la Ciudad de Buenos Aires.[27]
Dentro del estadio, la confusión era generalizada; algunos jugadores, entre ellos Rodrigo Rey y Felipe Loyola, acudieron a las tribunas para asistir a familiares, y el entrenador Julio Vaccari se acercó a las zonas laterales donde se refugiaban mujeres y niños.[28] El campo de juego y los pasillos del estadio se convirtieron en lugares de resguardo improvisados, mientras se registraban detonaciones en las inmediaciones.[29]
Horas después, la Confederación Sudamericana de Fútbol emitió un comunicado anunciando que el partido se había cancelado sin chance de reanudación.[30]
20 de agosto, 21:30 (UTC-3) | Independiente |
Cancelado
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Universidad de Chile | Estadio Libertadores de América, Avellaneda | ||
Montiel 27' | Reporte | Assadi 11' | Asistencia: 23 615[31] espectadores Árbitro(s): Gustavo Tejera VAR: Antonio García | |||
El partido fue cancelado a los 2 minutos del segundo tiempo con el marcador 1:1 debido a incidentes en las tribunas. |
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Las imágenes de los incidentes se viralizaron rápidamente en redes sociales y, en paralelo, comenzó a circular un falso comunicado atribuido a la Conmebol que anunciaba la suspensión de Independiente y Universidad de Chile de todas las competencias continentales hasta 2027. La desinformación alcanzó tal nivel de difusión que incluso algunos medios tradicionales, como ESPN y TyC Sports, le dieron cobertura antes de ser desmentida.[32]
El presidente de Chile, Gabriel Boric, afirmó que «lo sucedido entre las hinchadas está mal en demasiados sentidos, desde la violencia en las barras hasta la evidente irresponsabilidad en la organización». Además, sentenció que «nada justifica un linchamiento».[33] Así mismo, envió al ministro del Interior, Álvaro Elizalde, a Buenos Aires para que, junto al embajador José Antonio Viera-Gallo, dieran asistencia a los hinchas heridos y revisaran la situación de los detenidos.[34]
Desde el Rojo, se subió video en las redes sociales con voz en off, mostrando imágenes de lo sucedido, donde se mostró repudio al accionar de la barra brava chilena —haciendo hincapié en que no es la primera vez que le sucede a un equipo argentino— y se aseguró que están trabajando para identificar a los responsables.[35] Por su parte, el presidente de Independiente, Néstor Grindetti, dijo vía TyC Sports que el club «no ha tenido nada que ver» y que si hay que viajar a Paraguay para «defender» a la institución lo haría. De igual modo, declaró que «corresponde una sanción al club chileno y una liberación de responsabilidad a Independiente».[36]
Desde la U, se informó que el equipo quedará a la espera de una resolución, pero que «lo ocurrido [...] no debe suceder en ningún estadio ni lugar». Asimismo, Daniel Schapira, directivo del club chileno, declaró que todo fue un problema de la organización y que «no pueden poner a la hinchada de la U arriba de la barra de Independiente [...] Esto se convirtió en un circo».[35]
El medio español Sport definió lo vivido en el estadio como «una masacre», haciendo hincapié en la «batalla campal» que se desató en las tribunas.[37] A su vez, el diario Marca hizo eco en los disturbios, mencionando como hecho impactante que «la afición de Independiente le quitó la ropa a los de la U. de Chile».[38]
Desde Alemania e Italia, los medios Bild y La Gazzetta dello Sport respectivamente describieron lo visto como «una escena de terror del fútbol sudamericano»;[39][40] mientras que L'Équipe, de Francia, mencionó lo acontecido como «un caos», resaltando los «300 detenidos».[41] Caso similar ocurrió con el diario portugués A Bola.[42]
En Reino Unido, el portal del Daily Mail cubrió el hecho, destacando los graves incidentes y los aficionados desnudados y golpeados.[43] Así mismo, la local BBC tituló a su artículo como «Uno de los episodios más violentos en la historia del fútbol».[44]