El Grupo de Conservadores y Reformistas Europeos (en inglés European Conservatives and Reformists, ECR) es un grupo político del Parlamento Europeo que se formó tras las elecciones europeas de 2009 (integrado entonces por 61 eurodiputados y que en la actualidad cuenta con uno más, 62).[14] De ideología conservadora, euroescéptica[15] y antifederalista,[16] está afiliado al Partido de los Conservadores y Reformistas Europeos.
Grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos European Conservatives and Reformists Group | ||
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Presidente | Giorgia Meloni | |
Vicepresidentes |
Derk Ene Eppink Daniel Hannan Assita Kanko Peter Lundgren Hermann Tertsch Robert Szile[1] | |
Co-Tesoreros |
Angel Dzhambazki Kosma Zlotowski | |
Fundación | 29 de junio de 2009 | |
Ideología |
Conservadurismo[2] Nacionalismo Liberalismo económico[3] Conservadurismo nacionalista[4][5] Euroescepticismo suave Atlantismo Anticomunismo[6] | |
Posición | Derecha[7][8][9] a extrema derecha[10][11][12][13] | |
Partidos creadores | Partido de los Conservadores y Reformistas Europeos | |
Sede | Bruselas | |
País |
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Parlamento Europeo |
63/705 | |
Sitio web | www.ecrgroup.eu | |
El Partido Conservador del Reino Unido era la formación política que aportaba más eurodiputados, pero tras el Brexit el liderazgo del grupo ha pasado a Ley y Justicia (PiS) de Polonia y en él se han integrado los diputados de otros partidos de la ultraderecha europea como el español Vox, Hermanos de Italia, Demócratas de Suecia, Solución Griega, Nueva Alianza Flamenca o Forum por la Democracia holandés. Todos ellos, incluido el PiS, declinaron la oferta hecha por Matteo Salvini, líder de la Liga italiana, para que se sumaran al grupo Identidad y Democracia (ID) con la finalidad de unificar así a todos los eurodiputados de la ultraderecha europea. Salvini solo logró que el Partido Popular Danés y el Partido de los Finlandeses abandonaran el ECR y se integraran en ID.[17] Sin embargo, la salida de Fidesz del grupo del Partido Popular Europeo (PPE) en marzo de 2021 le ha permitido a Salvini relanzar su propuesta, que de tener éxito convertiría a la ultraderecha en el segundo grupo del Parlamento Europeo, por detrás del PPE y por delante de socialistas y liberales.[18][19]
La declaración constituyente del grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos se ha conocido comúnmente como Declaración de Praga. Los puntos fundamentales de la misma son los siguientes:
En julio de 2021, los partidos integrantes de ECR, ID y el Fidesz firmaron una declaración conjunta en la que afirmaban su «compromiso en defensa de una Europa respetuosa con la soberanía, la libertad y las tradiciones de los Estados miembros». La declaración serviría como «base para un trabajo común cultural y político, respetando el papel de los actuales grupos políticos». La primera cumbre de «las fuerzas patrióticas y conservadoras de Europa» tuvo lugar a principios de diciembre de 2021 en Varsovia bajo los auspicios del PiS. Allí acordaron «la alineación de nuestros votos en temas comunes relativos a la protección de la soberanía de los Estados miembros».[20]
La siguiente cumbre tuvo lugar el 29 de enero de 2022 en Madrid y en la misma, como había sucedido en Varsovia, tampoco se llegó a alcanzar un acuerdo para crear un único grupo en el Parlamento Europeo, pero en el comunicado final se dio un paso adelante al afirmar el propósito de «crear una oficina de coordinación como una forma de una cooperación más fuerte entre las formaciones políticas presentes..., con el objetivo de aunar fuerzas y voto en el Parlamento Europeo». El primer ministro polaco Mateusz Morawiecki (del PiS) declaró: «Uno de los asuntos [que hemos tratado] fue acercarnos a un grupo más fuerte dentro del Parlamento Europeo, pero ahora lo importante es trabajar en los valores y el resto de movimientos ya vendrán después».[20]
En la cumbre de Madrid el posible acuerdo entre los partidos de la ultraderecha europea se vio dificultado por las diferentes posturas sobre la crisis ruso-ucraniana de 2021-2022, aunque al final el atlantista primer ministro polaco Morawiecki logró arrancar un acuerdo de mínimos que decía: «Las acciones militares de Rusia en la frontera oriental de Europa nos han conducido al borde de una guerra». En lo que sí estuvieron totalmente de acuerdo los partidos presentes fue en criticar a la Unión Europea por la «ineficacia» de su diplomacia en la crisis, además de acusarla de querer convertirse en un «megaestado ideologizado», que «desprecia la identidad y la soberanía nacional», se aleja «de los ideales europeos cristianos sobre los que se fundó» y pone en riesgo «la supervivencia de la propia civilización occidental». En su lugar proponían que «cada nación debería tener una voz fuerte y solidaria para preservar la paz, la integridad territorial y la inviolabilidad de las fronteras de las naciones europeas» y «la primacía de las constituciones nacionales sobre el derecho de la Unión Europea». Además denunciaron «los ataques motivados políticamente desde Bruselas contra Polonia y Hungría, los cuales demuestran un total desprecio a los principios básicos de la UE y violan el espíritu de los Tratados».[20]
En la reunión de Madrid participaron, además del anfitrión Santiago Abascal (de Vox (partido político), Viktor Orbán (Hungría), Morawiecki (Polonia), Marine Le Pen (Francia), Marlene Svazek (Austria), Tom Van Grieken (Bélgica), Krasimir Karakachanov (Bulgaria), Martin Helme (Estonia), Valdemar Tomasevski (Lituania), Rob Roos (Países Bajos) o Aurelian Pavelescu (Rumanía). Matteo Salvini, líder de la Liga, y Giorgia Meloni, de Hermanos de Italia, no acudieron a Madrid a causa de la elección del presidente de la República de Italia que estaba teniendo lugar en Roma. Tampoco asistió ningún dirigente de Alternativa por Alemania.[20]