El euroescepticismo es un movimiento político y social que se basa en el rechazo, en mayor o menor medida, de la Unión Europea por parte de los ciudadanos europeos.
Existen cuatro motivos principales que causan el euroescepticismo:
El euroescepticismo fuerte exige la retirada del propio país de la Unión Europea o la disolución de esta, considerando a la institución como un ente no democrático, burocrático y opresor con sus estados miembros.[1][2] El ejemplo canónico del euroescepticismo fuerte, rabiosamente eurofóbico, ha sido el Partido del Brexit de Nigel Farage que finalmente logró su objetivo: que el Reino Unido abandonara la Unión Europea.
El euroescepticismo suave o soft: defiende la existencia de la Unión Europea y la pertenencia del país propio a esta, pero rechaza políticas comunitarias específicas (económicas, de migración...) o la construcción de una Europa federal. Es también llamado altereuropeísmo.[3] En el Parlamento Europeo, los partidos euroescépticos soft de izquierda se sientan en el grupo de la Izquierda Unitaria. Los euroescépticos suaves de derecha pertenecen al Grupo de los Conservadores y Reformistas Europeos, una escisión del Partido Popular Europeo, y a Identidad y Democracia.