El cristianismo progresista es un movimiento cristiano progresista que considera que la justicia social es el núcleo del mensaje cristiano y de la Biblia.
Se caracteriza por su voluntad de cuestionar la tradición, la aceptación de la diversidad humana, un énfasis particular en la justicia social y la atención a los pobres y oprimidos, así como la gestión responsable del medio ambiente. Los cristianos progresistas creen profundamente en la importancia central del mandamiento «amaos los unos a los otros» (Juan 15:17) en las enseñanzas de Jesucristo. Se trata de un movimiento ecuménico presente en diversas confesiones cristianas. Es especialmente influyente en el protestantismo, con cierta influencia en el catolicismo liberal y el catolicismo post-Vaticano II (en particular aquellos influenciados por movimientos como la teología de la liberación), y el evangelismo, en particular los movimientos de la Iglesia emergente y la Izquierda evangélica.
El énfasis en la justicia y los oprimidos que menciona la Biblia ha influido en muchas tradiciones y organizaciones cristianas, como el Movimiento Progresista y el Evangelio Social. [1]
El cristianismo progresista es la evolución posmoderna del cristianismo liberal. [2]A lo largo del siglo XX, la corriente de pensamiento cristiano progresista se ha comprometido a condenar las formas de gobierno que libran guerras injustas, se apoyan en la corrupción para mantenerse en el poder, privan a los pobres de infraestructuras o excluyen a determinados grupos raciales o sexuales de la participación equitativa en las libertades nacionales. Tiene una gran influencia en las iglesias protestantes de Estados Unidos, reflejando las tendencias mundiales del activismo estudiantil. Ha contribuido al ecumenismo y al desarrollo de la Federación Universal de Asociaciones Cristianas de Estudiantes y del Consejo Mundial de Iglesias. [3]
En 1961, un grupo de pastores de la Convención Bautista Nacional de Estados Unidos que deseaban implicarse más en la lucha por los derechos civiles fundó la Convención Bautista Nacional Progresista. [4] La revista «Sojourners» fue fundada en 1971 por la Comunidad Sojourners y fue la primera revista progresista. [5] El Centro para el Cristianismo Progresista fue fundado en 1996 por el sacerdote anglicano James Rowe Adams en Cambridge (Massachusetts) con el objetivo de reunir a organizaciones cristianas e iglesias progresistas. [2] En 2007, la organización Cristianos de las Letras Rojas fue fundada por el pastor bautista Tony Campolo y Shane Claiborne con el fin de ofrecer recursos sobre diferentes cuestiones sociales, como un blog, un podcast y conferencias. [6]
Las creencias del movimiento se inspiran en la teología del proceso, la teología de la liberación, la teología feminista, la teología womanista, la teología inclusiva teología afirmativa y la ecoteología. [2] El cristianismo progresista hace hincapié en la promoción de valores como la compasión, la justicia y la misericordia.