Florida y Boedo se refiere a una polémica que tuvo sufiente importancia cómo para quedar cómo un capítulo de la historia de la literatura argentina. Se denominó Grupo Florida a un nucleamiento informal de personalidades de la cultura fundamentalmente escritores, pero también pintores, escultores, críticos de arte, periodistas, etc. Se los llamó Florida porque uno de sus lugares de reunión fue la Confitería Richmond, aunque también se reunieron en otros lugares cercanos, y la revista Martín Fierro que publicaba sus escritos tenía su oficina en la zona céntrica. Pero en el contexto de la referida polémica, Florida expresa no sólo la zona que frecuentaban sino también la pertenencia a un grupo que tenía acceso a sectores influyentes de la Argentina. Su contrapartida, el Grupo Boedo, cuya denominación ya indicaba que se movían en un distrito por entonces periférico de la ciudad, ya que se reunían en el Café El Japonés de Avenida Boedo 873 y publicaban en la muy pequeña Editorial Claridad de Avenida Boedo 837, representaba a escritores de clase trabajadora, inmigrante, comprometidos con la lucha social. Jorge Luis Borges se refirió a la polémica en varias ocasiones, por un lado no negó la existencia de ambos grupos, aunque también opinó que el enfrentamiento fue una creación para estimular el interés literario en la ciudad, y que existía un vínculo mucho mayor de lo expresado entre ambos grupos, y que el mismo había sido calificado cómo perteneciente a Florida y no en Boedo por decisión ajena.