Mario Carmelo Canaro (Buenos Aires, 14 de mayo de 1903 – 19 de junio de 1974) fue un músico argentino destacado en el ámbito del tango como violinista, bandoneonista, contrabajista y compositor. Fue el menor de la reconocida familia Canaro, una dinastía fundamental en la historia del tango rioplatense.[1]
Mario Canaro | ||
---|---|---|
Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Mario Carmelo Canaro | |
Nacimiento |
14 de mayo de 1903 Buenos Aires, Argentina | |
Fallecimiento |
19 de junio de 1974 Argentina | |
Sepultura | Cementerio de la Chacarita | |
Nacionalidad | Argentina | |
Familia | ||
Familiares | Francisco Canaro (hermano), Rafael Canaro, Juan Canaro, Humberto Canaro | |
Información profesional | ||
Ocupación | Músico, compositor | |
Años activo | 1920–1974 | |
Conocido por | Tango Quiero verte una vez más | |
Género | Tango | |
Nacido en el barrio porteño de San Cristóbal, Mario se formó musicalmente junto a sus hermanos mayores, especialmente Francisco Canaro, una de las figuras más influyentes del tango. En 1927, viajó a Francia con Francisco y perfeccionó sus estudios en el Conservatorio Bruselas de París, donde se especializó en varios instrumentos.[1]
A lo largo de su carrera, integró diversas formaciones musicales y colaboró con las orquestas de sus hermanos Francisco, Rafael, Juan y Humberto. Su versatilidad instrumental le permitió desempeñarse en cabarés, cines, teatros, radios y bailes populares. Tras el fallecimiento de Francisco, asumió la dirección del Quinteto Pirincho, agrupación creada por su hermano.[1]
Mario Canaro compuso numerosas piezas, destacándose el tango Quiero verte una vez más, con letra de José María Contursi. Originalmente titulado Viejo gaucho, fue compuesto en París en 1930 y posteriormente adaptado por Contursi, convirtiéndose en una de las obras más populares del repertorio tanguero. Este tango fue interpretado por artistas como Libertad Lamarque, Francisco Canaro, Osvaldo Pugliese y Miguel Caló, entre otros.[2]
Otras composiciones notables de Mario incluyen Así es el mundo (1924), considerado uno de los primeros tangos con estribillista, y Oigo tu voz, con letra de Francisco García Jiménez, interpretado por orquestas como las de Ricardo Tanturi y Lucio Demare.[3]