El pijuí de Bahía[5] (Synallaxis cinerea),[3] es una especie de ave paseriforme de la familia Furnariidae perteneciente al numeroso género Synallaxis. Es endémica de una pequeña región del este de Brasil.
Pijuí de Bahía | ||
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Estado de conservación | ||
Casi amenazado (UICN 3.1)[1] | ||
Taxonomía | ||
Reino: | Animalia | |
Filo: | Chordata | |
Clase: | Aves | |
Orden: | Passeriformes | |
Familia: | Furnariidae | |
Subfamilia: | Furnariinae | |
Tribu: | Synallaxini | |
Género: | Synallaxis | |
Especie: |
S. cinerea Wied-Newied, 1831[2] | |
Distribución | ||
Distribución geográfica del pijuí de Bahía. | ||
Sinonimia | ||
Se distribuye por el este de Brasil, en el interior y sur del estado de Bahía y noreste de Minas Gerais.[3]
Esta especie es considerada muy local, pero puede ser bastante común, en su hábitat natural: el sotobosque y especialmente los bordes de selvas húmedas montanas de la Mata atlántica a altitudes entre 500 a 1000 m.[6] Aparentemente tolera bosques secundarios.[1]
Mide entre 15 y 17 cm de longitud y pesa entre 16 y 21 g.[7] Se parece mucho con Synallaxis ruficapilla con quien no se sobrepone, pero difiere por sus partes bajas de color gris oscuro.[6] De color rufo y marrón. Corona, alas y cola rufas. Partes superiores marrón intenso con tintes oliváceos. Lista superciliar pos-ocular marrón amarillento brillante, y face gris oscuro. Garganta gris moteada de claro, oscureciendo hasta el abdomen gris oscuro, con tintes marrones.[8]
El pijuí de Bahía fue calificado como casi amenazada por la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), debido a que su zona de distribución es muy pequeña y a que su población, estimada entre 4400 y 13 200 individuos maduros. A pesar de que la población es ahora estimada en un número bastante mayor al anterior, parece estar decayendo rápidamente debido a la pérdida de hábitat.[1]
En la Serra de Ouricana, los bosques han virtualmente desaparecido debido a la expansión de los pastajes y cultivos. Permanecen unos pocos fragmentos de floresta, de propiedad privada, que están bajo presión de deforestación e incendios arrastrándose de áreas cultivadas. En 1999, el mayor fragmento remanente, de cerca de 3 km² había sido ampliamente destruido y la sobrevivencia de esta especie en esa área era altamente cuestionable. Quema ilegal de carbón vegetal y deforestación han sido observadas inclusive en el parque nacional de la Chapada Diamantina, otro de los pocos locales donde se encuentra la especie.[1]
Ocurre en el parque nacional de la Chapada Diamantina en el estado de Bahía que, a pesar de área protegida, no ofrece protección de facto.[1]
Sus hábitos son muy semejantes a S. ruficapilla, a pesar de que parece estar mucho menos relacionado con bambuzales que esta.[6]
En pares o en familias, buscan alimento acompañando bandadas mixtas, principalmente en el sotobosque. Revuelve el follaje, ramaje y cáscara de árboles de forma acrobática a la procura de insectos.[9]
El canto es un frecuentemente rápido y repetido par de notas nasales, algunas veces sonando atropelladas, principalmente cuando ambos miembros de la pareja están vocalizando; no tiene el mismo patrón distintivo de S. ruficapilla.[6]
La especie S. cinerea fue descrita originalmente por el naturalista alemán Maximilian zu Wied-Neuwied en 1831 bajo el nombre científico Synallaxis cinereus; su localidad tipo es: «camino capitán Filisberto, sur de Bahía, Brasil» y permaneció por mucho tiempo como un sinónimo más moderno de Synallaxis ruficapilla.[7]
El nombre genérico femenino «Synallaxis» puede derivar del griego «συναλλαξις sunallaxis, συναλλαξεως sunallaxeōs»: intercambio; tal vez porque el creador del género, Vieillot, pensó que dos ejemplares de características semejantes del género podrían ser macho y hembra de la misma especie, o entonces, en alusión a las características diferentes que garantizan la separación genérica;[10] una acepción diferente sería que deriva del nombre griego «Synalasis», una de las ninfas griegas Ionides.[11] El nombre de la especie «cinerea», proviene del latín «cinereus»: ceniciento, color gris ceniza.[12]
Fue redescubierta en 1992 en la Serra de Ouricana, cerca de Boa Nova, este de Bahía, Brasil, y descrita como nueva para la ciencia bajo el nombre Synallaxis whitneyi por los ornitólogos brasileños José Fernando Pacheco y Luiz Pedreira Gonzaga en 1995.[4] Inicialmente se pensaba ser un sinónimo de S. cinerea (según Whitney & Pacheco 2001),[13] pero el nombre whitneyi fue recolocado por el Comité de Clasificación de Sudamérica (SACC) (2006) a través de la aprobación de la Propuesta N° 223.[14]
Posteriormente, la correcta interpretación del texto original de la descripción en alemán de S. cinerea por Bauernfeind et al. (2014) convenció al SACC de que efectivamente el nombre tiene prioridad, y fue restablecido mediante la aprobación de la Propuesta n.º 692 en noviembre de 2015.[15][16]
Se considera que forma un grupo con Synallaxis ruficapilla y S. infuscata. Análisis recientes, utilizando la morfología y vocalizaciones, sugieren que, dentro del grupo, solo S. ruficapilla y S. infuscata deberían ser considerados como taxones válidos, y que la presente especie debería ser sinónimo de ruficapilla.[17] Sin embargo, con base en la filogenética molecular, se recomienda continuar con el reconocimiento de las tres especies,[18] a pesar de las evidencias de flujo genético entre ruficapilla y cinerea; este estudio también encontró evidencias de que un taxón no descrito de la Amazonia oriental de Brasil es hermano de la presente y de S. ruficapilla; y que el pariente más próximo a este grupo sería S. moesta (de los contrafuertes andinos orientales). Futuros análisis más profundos podrían tal vez clarificar la verdadera situación taxonómica. Es monotípica.[7]