El tuco-tuco de Conover, chaqueño o gigante (Ctenomys conoveri), también conocido como tuca-tuca o anguyatutu en guaraní, es una especie de roedor del género Ctenomys, de la familia Ctenomyidae. Es endémico de la ecorregión del Gran Chaco, en el sur de Sudamérica.[2][3]
Ctenomys conoveri | ||
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![]() | ||
Estado de conservación | ||
![]() Preocupación menor (UICN 3.1)[1] | ||
Taxonomía | ||
Reino: | Animalia | |
Filo: | Chordata | |
Subfilo: | Vertebrata | |
Clase: | Mammalia | |
Infraclase: | Placentalia | |
Superorden: | Euarchontoglires | |
Orden: | Rodentia | |
Suborden: | Hystricomorpha | |
Infraorden: | Hystricognathi | |
Parvorden: | Caviomorpha | |
Superfamilia: | Octodontoidea | |
Familia: | Ctenomyidae | |
Género: | Ctenomys | |
Especie: |
Ctenomys conoveri Wilfred Hudson Osgood, 1946 | |
Al igual que otras especies de Ctenomys, el tuco-tuco de conover posee adaptaciones morfológicas para la vida subterránea.[2][3]
La cabeza es robusta, y los incisivos superiores son anchos y amarillos. Su pelaje es largo y áspero, de color canela, y la cola está densamente cubierta de pelo.[2]
Es la especie de tuco-tuco más grande conocida, llegando a pesar entre 1000 y 1200 gr. Los machos pueden alcanzar una longitud cabeza-cuerpo de 558 mm, con una cola de 122 mm.[2]
El cariotipo de la especie varía de 2n= 48 en ejemplares bolivianos a 2n= 50 en ejemplares paraguayos. La morfología espermática es simple y asimétrica.[2]
Esta especie es endémica del Chaco Boreal, al norte de la ecorregión chaqueña en el cono sur de Sudamérica. Su distribución y presencia se limita a escasos reportes en el oeste del Paraguay, sudeste de Bolivia y norte de Argentina.
La especie fue descrita en 1946 por Wilfred Hudson Osgood, al oeste de Paraguay.[4] El término específico de su nombre científico (conoveri) es un epónimo que refiere al apellido de la persona a quien fue dedicada, el ornitólogo Henry Conover.[5]
Se desconocen aspectos sobre su biología, como uso del hábitat, estructura poblacional, comportamiento y reproducción.
Osgood clasificó la especie en un género propio, Chacomys. En la actualidad, se considera una especie valida del género Ctenomys, formando un clado filogenético con las especies Ctenomys frater y Ctenomys lewisi.[6]
Su taxonomía es compleja, principalmente a causa de errores durante su descripción. Algunos especímenes colectados y de museo fueron erróneamente descriptos como Ctenomys fulvus, Ctenomys leucodon o Ctenomys brasiliensis.
Reportes sobre su presencia en Argentina se basaron en ejemplares mal identificados de Ctenomys argentinus.