La batalla de Ray fue un enfrentamiento militar librado en 1224 entre las fuerzas del sah del agonizante Imperio jorezmita, Yalal ad-Din Mingburnu, y las de su medio hermano, el príncipe Giyas ad-Din Pir Sah, quien tras el colapso del gobierno jorezmita por la invasión mongola de Corasmia, había creado un bastión de resistencia en Kermán y el Irak persa. El combate finalizó con una victoria del primero, quien permitió a su medio hermano incorporarse a sus filas.
Batalla de Ray | ||||
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Parte de las campañas de Yalal ad-Din | ||||
Fecha | 1224[1] | |||
Lugar | Cercanías de Ray, actual Irán[1] | |||
Resultado | Victoria de Yalal ad-Din | |||
Combatientes | ||||
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Comandantes | ||||
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En 1223 el príncipe jorezmita Giyas ad-Din Pir Sah dominaba la meseta iraní[2] (Irak persa, Jorasán y Mazandarán)[3][4] y Kermán, incluyendo las grandes ciudades de Ray, Isfahán y Hamadán.[5] Sin embargo, su poder era más teórico que formal, pues muchos caudillos en Jorasán sólo afirmaban serle leales, pero no le pagaban tributos: Taj ad-Din Qamar capturó la devastada Nishapur, Iletgu (hijo de Ilchi-Pahlavan) a Sabzavar y Bayhak, Shal al-Jitai a Juwayn, Al-Jam (Torbat-e-Jam) y Bajarz, Nizam ad-Din a Isfara'in y Bandawar, Shams ad-Din 'Ali ibn 'Umar a la fortaleza de Su'luk,[6] e Ijtiyar ad-Din Zangi ibn Muhammad ibn 'Umar ibn Hamza ocupó Nasa,[7] antiguo baluarte de su familia que el sah Mohamed II les había quitado.[8] Para empeorar la situación, empezaron a luchar por la supremacía, causando muchas muertes.[6]
Giyas estaba más preocupado de los placeres[9] y su madre era quien realmente gobernaba[10] un reino devastado por invasores y que se encontraba sumergido en el caos político y militar y la miseria económica.[11] Su tío materno, el poderoso emir Ighan Ta'isi, conspiraba en su contra sobornado por el abásida An-Násir.[2] Cuando los preparativos estuvieron listos, se alzó en rebelión en el actual Azerbaiyán ayudado por los mamelucos Bughdi y Aybak al-Shami.[12] Avanzaron contra Giyas, saqueando todo a su paso, pero cuando presentaron batalla en un sitio desconocido fueron vencidos y muertos[13] en julio de 1223.[2] Los rebeldes sobrevivientes volvieron a Azerbaiyán y Giyas consolidó su poder en sus territorios.[13]
En enero de 1224, Giyas marchó sobre la actual provincia de Fars, cuyo gobernante,[5] el atabeg Muzaffar ad-Din Sa'd ibn Dakalâ, prefirió refugiarse en la ciudadela de Istajr,[14] mientras que el príncipe jorezmita destruyó los arrabales.[15] Anteriormente, Sa'd se había negado a enviar suministros al príncipe cuando este lo solicitó en momentos de necesidad e incluso, había sido descubierto conspirando con nobles de Isfahán para iniciar una revuelta.[16]
Giyas siguió a Shiraz, la capital provincial, haciéndose con toda la región salvo Istajr.[14] Shiraz fue saqueada como represalia, asedio el fuerte de Jira por un tiempo y envió al general Alp-Er Jan contra Kazerun, urbe que también fue saqueada, consiguiéndose un gran botín.[17] El atabeg prefirió llegar a un acuerdo con Giyas para mantener el control sobre parte de sus tierras, mientras que Giyas se quedó en Shiraz.[14] Alp-Er fue vencido y muerto por los mongoles frente a Isfahán y el botín tomado de Kazerun quedó en sus manos, mientras que el general fue enviado con el jagán, quien lo hizo quemar vivo dos años después.[17] Giyas siguió hacia Ramhur, ciudad leal a los abásidas y cuyo gobernador, 'Alam ad-Din Kaysar, prefirió huir temeroso de la violencia demostrada por el príncipe en Fars. Sorprendentemente, Giyas entró pacíficamente en la urbe y respetó a sus habitantes.[18]
Después de su derrota a orillas del río Indo, el sah del Imperio jorezmita, Yalal ad-Din Mingburnu, se refugió en el subcontinente indio. Ahí consiguió vencer al sultán de Multán, Nasir ad-Din Qabacha, en Ucha.
Sin embargo, a finales[19] de 1223[20][21] o a inicios de 1225,[22] le llegaron noticias que su medio hermano Giyas se había apoderado del Irak persa, pero la mayoría del ejército exigía que el sah volviera. Finalmente, cuando supo que tropas mongolas venían en su persecución, decidió volver a la meseta iraní por la costa de Makrán,[23] cruzando de vuelta el Indo y[20] perdiendo muchos hombres por el clima inhóspito.[23] Le seguían 4000 soldados, muchos montados en vacas y mulas.[24]
El emir Baraq Hayib (o Barak Hayib) se había apoderado de Kermán y estaba asediando Yuvashir (Guvashir o Bardasir).[23] Anteriormente, Giyas le concedió refugio, honores y regalos a Baraq, quien había sido un noble kitano que el anterior sah Mohamed II había arrestado.[24] Cuando Giyas conquistó Irak, le nombró naib de Kermán porque confiaba en él.[25] La verdad es que el emir Baraq deseaba librarse del control de Giyas y para eso aprovechaba su lejanía, pero cuando Yalal ad-Din se presentó en su provincia encontró su oportunidad.[26]
Cuando se aproximó a Yuvashir, el emir le envió comida y fue a recibirlo y al llegar a la ciudad, el gobernador local también lo recibió, luego entró y se casó con una hija de Baraq.[23] El sah no se fiaba del emir, quien le aconsejaba marchar a Irak lo antes posible y que no podía acompañarlo por su reumatismo, pero Yalal ad-Din sospechaba que fingía.[27] Baraq también solicitaba ser nombrado oficialmente gobernador de Kermán, provincia que había conquistado con sus propias fuerzas.[28] Cuando se enteró que conspiraba contra él, Yalal ad-Din consultó a sus oficiales y Uk-Jan le aconsejó capturar al emir y apoderarse de todas sus posesiones para usarlas en su lucha contra los mongoles.[26] Por el contrario, otro oficial llamado Sharaf al-Mulk 'Ali ibn Abu-l-Qasim al-Jandi le dijo que el emir había sido el primer noble en someterse voluntariamente a él y que muchos no creerían que era un conspirador, así que de castigarlo se ganaría muchos enemigos. Esto convenció al monarca corasmio de marcharse a Shiraz.[29] En cuando el sah se alejó, el emir expulsó de Yuvashir a las tropas jorezmitas que quedaron de guarnición, pero Yalal ad-Din no tenía forma de vengarse y debió seguir hacia Shiraz.[28][30] En el trayecto el gobernador de Yazd, 'Ala' ad-Dawla, salió a su encuentro y procedió a proclamar su lealtad y otorgarle sirvientes y regalos.[31] El sah le confirmó la posesión de dicha provincia.[32]
En Shiraz había gobernado el atabeg Sa'd,[20] quien recibió al visir Sharaf al-Mulk, enviado del sah, expresando el deseo de un matrimonio entre Yalal ad-Din y una hija de Sa'd.[32] El atabeg envió a su hijo Salghur Sah con 500 jinetes a jurarle lealtad. El sah llegó a Fars y Sa'd le envió ropa fina, caballos, armas, comida, bebidas y esclavos etíopes y turcos al salir de sus tierras.[28] Finalmente, Yalal ad-Din se casó con una hija del atabeg.[33] El sah y el atabeg llegaron a acuerdo en que el primero le devolvió a su suegro el control de toda su provincia. Según Ibn al-Athir, en su marcha el sah se apoderó de Isfahán, ciudad que había controlado su medio hermano, y desde allí siguió a Fars.[34] En cambio, Juvaini afirmaba que primero pasó por Fars o Pasa y luego continuó a Isfahán, donde gobernaba el atabeg Muzaffar ad-Din Abu Bakr.[33]
Después de asegurar el control de Fars, Yalal ad-Din avanzó sobre Juzestán.[34] Luego, decidió seguir a Isfahán, donde el gobernador Rukn ad-Din Mas'ud ibn Sa'id salió a recibirlo y entregarle numerosos regalos en señal de sumisión. En esa ciudad también encontró lo que más necesitaba: armas, sillas de montar y vestimentas para sus tropas, lo que mejoró su moral.[32]
Ahí se enteró que su medio hermano Giyas estaba en Ray con sus ministros y generales.[35] Sin embargo, Giyas se enteró de que el ejército del sah estaba en peores condiciones militares, así que reunió todas las tropas que le quedaban, unos 30 000 jinetes, y marchó a enfrentarlo.[32] Sin embargo, la debilidad política de Giyas se hizo evidente[36] cuando el poderoso emir Ajura Odek envió mensajeros a Yalal ad-Din para cambiarse de bando, lo que llevó a Giyas a decidirse por volver a Ray.[37] Finalmente, el primo materno del sah, Abu Bakr Malik, decidió abandonar a Giyas y unirse a Yalal ad-Din, informándole que habían muchos nobles deseosos de cambiar de bando. Esto animó al monarca corasmio a reclutar 3000 jinetes[38] y rápidamente partió a buscar a su rival.[35] No descansaron hasta que fue de noche en Ukut y ahí prepararon su ataque. Sin dar tiempo a Giyas para prepararse para una batalla,[39] atacaron por sorpresa y dispersaron al ejército del príncipe jorezmita, quien debió huir[35] al fuerte de Sulukan.[39]
Según Juvaini, el misericordioso sah le escribió a su medio hermano y su madre ofreciéndoles un puesto en su corte. Pronto, la mayoría de los soldados y jefes se unieron al sah y el príncipe jorezmita acabó por hacer lo mismo.[35] Nasawi escribió que Baklava, madre de Giyas, fue capturada en la tienda de su hijo y ella le escribió al príncipe vencido para que aceptara someterse. Después de esto, numerosos janes y emires se presentaron ante Yalal ad-Din para jurarle fidelidad[39] y se mostró magnánimo, respetando los cargos y puestos otorgados antes de su llegada.[40] Poco después lanzó expediciones contra quienes no deseaban sometérsele en Jorasán, Irak y Mazandarán.[39] Al llegar el invierno de 1224-1225 había consolidado su poder en el oeste de la meseta iraní y decidió enfrentarse a un antiguo rival de su padre, el califa abásida An-Násir..[1]
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