El asedio de Tabriz fue un enfrentamiento militar librado en 1225, donde las fuerzas del agonizante Imperio jorezmita al mando del sah Yalal ad-Din Mangburni derrotaron a las tropas leales al último atabeg ildeguízida Muzaffar ad-Din Uzbek, quien huyó sin combatir y dejó a la urbe a cargo de su esposa Malika Jatún. El sah consiguió hacerse con la ciudad y anexarse con el territorio del atabeg, quien murió poco después.
Asedio de Tabriz | ||||
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Parte de las campañas de Yalal ad-Din | ||||
![]() Dominios de los ildeguízidas hacia 1180. | ||||
Fecha | Julio de 1225 | |||
Lugar | Tabriz | |||
Resultado | Victoria jorezmita | |||
Combatientes | ||||
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Comandantes | ||||
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El atabeg Yigan Taisi había sido encarcelado por el sah Mohamed II en el fuerte de Sarjahan[1] porque había sido puesto al servicio del príncipe Rukn ad-Din Gursanjti,[2] pero constantemente desafiaba las órdenes del príncipe. Sin embargo, debido a que el imperio colapsó por la invasión de los mongoles, la guarnición de la fortaleza se marchó y el valí Asad ad-Din al-Juwayni lo liberó. De inmediato, Yigan empezó a reunir a iraquíes y jorazmios.[3]
Hacia 1222,[4] el jefe tribal Odek Jan logró capturar Isfahán y el príncipe jorezmita Giyas ad-Din Pir Sah intentó ganarse su apoyo dándole la mano de su hermana Aysi Jatún en matrimonio.[3] Odek empezó a disputarse con Yigan el control de Irak y concentró en Isfahán 7000 turcos, iraquíes y corasmios y le pidió ayuda a Giyas ad-Din, quien envió al general Daulat Malik con 2000 jinetes. El atabeg se enteró y atacó a Odek cerca de Isfahán antes que llegaran los refuerzos, venciéndolo y capturándolo.[5] Sin embargo, después de emborracharse en un banquete al que invitó a su cautivo, el atabeg se sintió ofendido y ordenó estrangular a Odek.[6]
Al enterarse de la batalla, Daulat Malik informó a Giyas ad-Din de lo sucedido y el príncipe jorezmita marchó con el resto de su tropa a la ciudad.[7] El cadí de Isfahán se había sometido a Yigan, pero el barrio del rais Sadr ad-Din al-Juyandi se negó y Giyas ad-Din marchó en su ayuda. El atabeg prefirió evitar la batalla y someterse al príncipe, quien le correspondió casándolo con su hermana. Con posteriores ofertas de paz, Giyas ad-Din se ganó a los emires iraquíes y pudo expandir su zona de influencia[8] a Irak persa, Gran Jorasán, Mazandarán[8][9] y Kermán, incluyendo las grandes ciudades de Ray, Isfahán y Hamadán.[10] A Mazadarán la dejó bajo el gobierno del iqtadar Daulat Malik,[8] mientras que Hamadán fue asignada a Yiga.[11]
Posteriormente, Giyas ad-Din atacó Azerbaiyán y conquistó Maragha, forzando al atabeg Uzbek ibn Muhammad ibn Ildegiz a entregarle en matrimonio a su hermana Malik al-Jalaliya, gobernante de Najicheván, lo que le permitió volver victorioso a Irak.[12] Pero entró en conflicto con sus tíos maternos Daulat Malik y Baltai Malik y del atabeg Yigan Taisi, quienes empezaron a conspirar contra él.[13] Al enterarse, el príncipe les advirtió de un posible castigo y decidieron marcharse a regiones lejanas entre sí.[14]
A inicios de 1224, un ejército mongol atacó Irak.[15] Cerca de Zanyán rodearon y derrotaron a las fuerzas de Daulat Malik, dándole muerte, y a su regreso atacaron al atabeg Yigan, robándole sus riquezas y masacrando a sus seguidores, pero el atabeg logró huir a Tarum.[16] Los corasmios que sobrevivieron a las masacres escaparon a Tabriz.[17] El atabeg Muzaffar ad-Din Uzbek ibn Pahlawan fue amenazado por los mongoles: «Si estáis con nosotros, entregad a los corasmios que tenéis; de lo contrario, decidnos que no estáis de acuerdo con nosotros ni nos sois obedientes». De inmediato, y a pesar de tener un ejército mucho más numeroso, ejecutó a algunos jorezmitas que estaban bajo su protección e hizo entregar a otros, después de lo cual los mongoles regresaron al Gran Jorasán.[18] El atabeg no fue un gran gobernante, dedicado a las mujeres, los banquetes y el alcohol, fue su esposa Malika Jatún, hija del sultán selyúcida Tughril III, quien asumió las riendas del poder.[19]
Durante los siguientes meses Yalal ad-Din venció a su medio hermano Giyas ad-Din en Ray, provocando que el atabeg Yigan se refugiara con Muzaffar, convirtiéndose en aliados.[20]
En mayo de 1225, el sah venció a las fuerzas del Califato abásida y se dirigió al actual Azerbaiyán[21] partiendo desde Daquq.[22] Había recibido una carta de los habitantes de Maragha, ciudad ocupada por los georgianos, quienes se habían aprovechado de la debilidad del atabeg. Cuando llegó ahí no encontró resistencia y se quedó por un tiempo en Maragha, desde donde envió al cadí Mujir ad-Din 'Umar ibn Sa'd al-Jwarizmi con cartas para los gobernantes ayubíes y selyúcidas proclamando su anexión de Azerbaiyán y que pretendía luchar contra los georgianos.[23] Durante esa primavera Yalal ad-Din marchó a Azerbaiyán, pero se enteró que Yigan estaba acampado cerca de Hamadán.[24] Tanto Yigan como Muzaffar comprendían que el sah marchaba contra los dos y el primero se adelantó,[25] entrando en Irak aprovechándose que el monarca jorezmita había salido de esa región. Yalal ad-Din atacó por sorpresa el campamento del atabeg y lo derrotó, pero mostrándose misericordioso, le perdonó y lo incorporó a su servicio.[26]
Durante esos meses, un contingente georgiano salió de Tiflis con rumbo a Azerbaiyán. Acamparon junto a un estrecho paso de montaña y despreocuparon la vigilancia, así que cuando tropas musulmanas atravesaron el desfiladero y les cayeron encima no estaban preparados para luchar. La mayoría de los georgianos murieron o fueron capturados, dispersándose el resto.[27] Los georgianos se prepararon para contraatacar en búsqueda de venganza, pero al enterarse que Yalal ad-Din había ocupado Maragha abandonaron esos planes y propusieron a los ildeguízidas una alianza contra el monarca corasmio:[28] «Si no nos ponemos de acuerdo, nosotros y vosotros, os abrumará a vosotros y luego a nosotros». Sin embargo, el sah avanzó rápido y no les dio tiempo a coordinar una alianza.[29]
Yalal ad-Din estableció su residencia en Maragha y ahí se enteró que el emir Ighan Ta'isi, tío materno de su medio hermano Giyas ad-Din, había entrado a Azerbaiyán con 5000 jinetes, saqueando todo Arrán hasta el mar Caspio. Al llegar el invierno se retiró a Hamadán, aprovechando de saquear otra vez. El califa An-Násir había conspirado con él y le otorgó esas Hamadán como feudo, así que el emir estaba tomando posesión de la ciudad. Yalal ad-Din marchó con una tropa ligeramente armada y de noche rodeó el campamento del Ighan, quien había puesto su botín y bagaje alrededor de sus tropas. Al amanecer, las tropas del emir vieron los estandartes del sah y se desmoralizaron, entonces Ighan envió a su esposa, hermana del monarca corasmio, para negociar por él. El emir se rindió y sus tropas se incorporaron al ejército jorezmita. Ighan se instaló en Maragha y pasó un tiempo hasta recibir el mando de nuevas tropas.[30] Yalal ad-Din siguió a Uchan,[31] ciudad ubicada en un territorio fértil, pero que había sido devastada por la primera expedición mongola de Yebe y Subotai, por lo que sus habitantes debían recibir víveres de Tabriz.[32] Entonces, uno habitante de esta última ciudad lo animó a apoderarse de ella.[33]
Ante el avance de Yalal ad-Din, el atabeg huyó a Ganyá[34] y su esposa quedó a cargo de Tabriz.[35] Según ibn al-Athir, las tropas jorezmitas entraron en la ciudad con el permiso de sus habitantes, que les entregaron ropa y abastecimientos. Cuando soldados corasmios abusaron de los locales y estos últimos se quejaron, el sah envió un prefecto para controlar a las tropas bajo la amenaza que quien cometiera algún tipo de abuso sería crucificado.[36] Poco después, los locales se quejaron también del prefecto, pues les exigía más de lo que podían entregar, así que Yalal ad-Din ordenó que se entregara sólo lo estrictamente necesario y así fue. Luego, marchó contra Tabriz y la asedió[19] después de rodearla. El sah mandó talar los árboles alrededor de la urbe para construir catapultas, torres de asedio y escaleras.[33] Se dio una feroz lucha en sus murallas por cinco[19] a siete días[33] pues los oficiales del ejército del atabeg ofrecieron fuerte resistencia[35] liderados por Rais Nizam ad-Din, hijo de at-Tughra'i, hermano de Shams ad-Din, quien había salido a enfrentarlo.[33]
Por su parte, Malika Jatún, al verse obligada entre elegir entre salvarse y ser leal a su esposo, envió cartas al sah proclamando que odiaba a Muzaffar. También envió fetuas a los imanes de Bagdad y Damasco, buscando conseguir que tres eruditos le aprobaran un divorcio. Negociaron por dos días.[35]
Según ibn al-Athir, el 25 de julio de 1225, cuando las defensas fueron tomadas, los habitantes se rindieron, pero el sah les recriminó lo sucedido anteriormente: «Mataron a nuestros hombres, musulmanes, y enviaron sus cabezas a los infieles tártaros».[19] En referencia a la traición cometida contra los corasmios, pero los locales se defendieron diciendo que eso fue un acto del atabeg y ellos no pudieron detenerlo.[19] En cambio, Juvaini escribió que la mujer habló con los nobles de la ciudad: «Es un gran sultán el que se ha sentado ante la ciudad, y el poder no tiene la fuerza para desalojarlo y repelerlo. Si no llegamos a un acuerdo con él y asalta la ciudad, hará lo mismo que hizo su padre en Samarcanda».[35] Les conminó a negociar un acuerdo con el sah y entregar la ciudad. Esto fue apoyado al unísono y se envió al cadí Izz ad-Din de Qazvín a negociar con el monarca jorezmita.[37]
Al día siguiente, los nobles locales se presentaron ante Yalal ad-Din con numerosos regalos.[37] En negociaciones previas se pidieron garantías sobre la vida y propiedades de Malika Jatún,[19][33] y el sah decidió enviarla a Joy,[38][37][39] en Najicheván, con su equipaje[35] y sirvientes,[39] acompañada de un destacamento y oficial para servirla y protegerla. Una vez la llevaron a Joy regresaron.[40] Los nobles locales también pidieron que se permitiera a todo dependiente del atabeg marcharse con ella.[37]
Cuando Yalal ad-Din entró el Tabriz fue aclamado por la multitud, por lo que les prometió justicia y buen trato y asistió a la mezquita aljama. Permaneció en ella por algunos días, mientras se hacía con el control de ciudades vecinas y se preparaba para enfrentar a los georgianos.[40] Luego, el sah se marchó a Najicheván, donde tomó como esposa a Malika Jatún y fue a perseguir a Muzaffar, quien estaba en el castillo de Alinja,[37] pero al enterarse de la venida del monarca corasmio se enfermó y murió.[41]
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