Un arco triunfal (algunas veces llamado arco santo), en arquitectura religiosa, es un arco que comunica la nave con el presbiterio o el espacio absidal de una iglesia.[1]
El arco triunfal puede estar decorado con frescos o mosaicos,[1] y representa simbólicamente la entrada de Jesucristo al mundo y su victoria sobre el mal y la muerte.[2]
En algunos casos, el arco triunfal también puede constituir una 'reducción' del propio presbiterio, cubierto con una bóveda de cañón.[3]
Está presente, sobre todo, en la arquitectura paleocristiana, medieval y barroca. Probablemente, proviene del arco de triunfo romano.[4]
En la arquitectura cristiana primitiva, los lados de los arcos triunfales que daban a la congregación solían estar cubiertos de preciosos mosaicos, que solían representar a Cristo triunfante, a los apóstoles o historias bíblicas.
Ejemplos bien conocidos de estos arcos triunfales se pueden encontrar en:
En la arquitectura medieval, el arco de la entrada del coro, normalmente el arco del crucero oriental, se denomina arco triunfal. A veces se caracterizaba por tener una "cruz triunfal" en el interior y/o rematada por una espadaña en el exterior. A veces también se denomina arco triunfal al arco del crucero occidental, especialmente cuando adopta la forma de tres arcos.