La siguiente es una lista de los soberanos de la casa de Nassau, empezando desde los condes de Laurenburgo (predecesores directos de la casa) hasta los monarcas de Países Bajos y Luxemburgo. También se enumeran todos los soberanos de las diversas ramificaciones del condado de Nassau dentro del Sacro Imperio Romano Germánico.
Antes de comenzar cabría recalcar que hasta la llegada del siglo XVII en la casa de Nassau, al igual que en muchas otras dinastías alemanas del momento, no había un sistema de primogenitura, sino que la herencia se compartiría entre hermanos o se dividiría. Esta sería la causa por la cual existieron un número tan elevado de soberanos reinantes de la casa de Nassau al mismo tiempo.
En 1255 los hermanos Valerán II y Otón I dividieron el condado en partes iguales utilizando el río Lahn como fontera. Este evento es conocido como la Prima divisio. Esta representó la primera escisión de la casa de Nassau, fenómeno que se volvería a repetir diversas veces en la historia de la familia. Los descendientes de Valerán son conocidos como la línea valeriana, y los de otón la línea otoniana.
En 1355 Adolfo II, Juan I y sus hermanos Crato y Ruperto (estos dos hijos del segundo matrimonio de su padre) se repartieron el condado de Nassau heredado de su padre. De esta partición surgieron Nassau-Sonnenberg (Crato y Ruperto), Nassau-Wiesbaden-Idstein (Adolfo) y Nassau-Weilburgo (Juan).
Tras la muerte sin hijos de Crato en 1361 y de Ruperto en 1390, la viuda de este último, Ana de Nassau-Hadamar (de la línea otoniana) heredó Sonnenberg de su marido. Tras su muerte en 1404 las posesiones de Nassau-Sonnenberg fueron repartidas entre Nassau-Wiesbaden-Idstein y Nassau-Weilburgo.
También conocido simplemente como Nassau-Wiesbaden o Nassau-Idstein en diferentes momentos de su historia
Tras la muerte de Juan Luis II en 1605 las posesiones de Nassau-Wiesbaden-Idstein fueron repartidas entre Nassau-Weilburgo y Nassau-Saarbrücken.
Con la muerte de Guillermo en 1597 sus dos hermanos recuperan Weilburgo.
En 1629 los cuatro hijos deciden dividir de nuevo las tierras de Nassau-Weilburgo. Guillermo Luis se quedó con Nassau-Saarbrücken, Juan con Nassau-Idstein, Ernesto Casimiro con Nassau-Weilburgo y Otón con Nassau-Neuweilnau. A partir de ese momento la rama principal de la línea valeriana de Nassau dejaría de ser la de los condes de Nassau-Weilburgo para ser la de los condes de Nassau-Saarbrücken.
En 1574 fallece Juan III. Ni él ni sus hermanos tuvieron descendencia. Las posesiones de Nassau-Saarbrücken fueron heredadas por Nassau-Weilburgo, creando dos nuevos condados, Nassau-Ottweiler (Alberto de Nassau-Weilburgo) y Nassau-Saarbrücken (Felipe IV de Nassau-Weilburgo)
Tras la muerte de Felipe IV en 1602 las posesiones de Nassau-Neuweilnau fueron repartidas entre Nassau-Weilburgo y Nassau-Gleiberg.
Las posesiones de Nassau-Saarbrücken fueron repartidas entre Nassau-Weilburgo, Nassau-Ottweiler y Nassau-Gleiberg.
Con la muerte de Felipe IV Nassau-Saarbrücken se reunifica con Nassau-Ottweiler, ese mismo año muere el hermano de Luis II, Guillermo. Con la muerte de su otro hermano Juan Casimiro Nassau-Saabrücken se vuelve a unir con Nassau-Weilburgo.
Con la muerte de Juan Casimiro en 1602 Nassau-Gleiburg vuelve a integrarse en Nassau-Weilburgo
Tras la muerte de Otón en 1632 hasta 1651 Nassau-Neuweilnau sería gobernado en conjunto por Nassau-Saarbrücken, Nassau-Idstein y Nassau-Weilburgo. Después de esa fecha sería definitivamente dividido entre estos.
Tras la muerte de Jorge Augusto en 1721 el principado de Nassau-Idstein fue compartido por Nassau-Ottweiler y Nassau-Saarbrücken. Tras la muerte de Federico Luis en 1728 sus posesiones, incluyendo Idstein, pasaron a Nassau-Usingen.
En 1659 los tres hijos sobrevivientes de Guillermo Luis se repartieron de nuevo Nassau-Saarbrücken. Juan Luis se llevaría Nassau-Ottweiler, Gustavo Adolfo Nassau-Saarbrücken y Valeriano Nassau-Usingen.
En 1723 Federico Luis decide abandonar el título de Nassau-Ottweiler y utilizar tan solo los de Nassau-Usingen y Nassau-Saarbrücken.
Tras la muerte de Federico Luis en 1728 sus posesiones, incluyendo Saarbrücken, pasaron a Nassau-Usingen.
En 1735 los hermanos decidieron repartirse sus posesiones. Carlos se quedó con Nassau-Usingen, y Guillermo Enrique con Nassau-Saarbrücken.
Tras 1806 los principados de Nassau-Usingen y Nassau-Weilburgo fueron unificados en el ducado de Nassau, obligados por Napoleón I Bonaparte.
En 1793 Saarbrücken fue anexionado por Francia. Luis murió en 1794, y en 1797 Federico Augusto de Nassau-Usingen fue reconocido como heredero a los derechos del principado. En 1803 Francia se anexionó la región completamente, compensando con territorios menores a Nassau-Usingen.
Tras 1806 los principados de Nassau-Weilburgo y Nassau-Usingen fueron unificados en el ducado de Nassau, obligados por Napoleón I Bonaparte.
Napoleón obligó a los príncipes de Nassau-Weilburgo, Nassau-Usingen y Nassau-Orange a unificarse en un solo estado. A los soberanos de los primeros dos les concedió la co-soberanía del nuevo estado, mientras que a la casa de Orange-Nassau no les dió compensación alguna. Esto sería remediado en el Congreso de Viena, dónde el ducado también se vería beneficiado.
En 1866 el ducado de Nassau fue anexionado por Prusia al haber apoyado a Austria en la guerra austro-prusiana.
En 1890 tras la muerte de Guillermo III, Rey de los Países Bajos y Gran Duque de Luxemburgo el antiguo duque Adolfo de Nassau heredó Luxemburgo de acuerdo al pacto de familia de Nassau, que estipulaba que en el caso de extinguirse una línea de la casa de Nassau en la via masculina en un territorio germano, otra sobreviviente tomaría sus territorios.
La gran duquesa Charlotte fue tras su abdicación en 1964 la última soberana reinante de la casa de Nassau en via patrilieal. Sus descendientes, la actual casa gran ducal, sigue utilizando el nombre de "casa de Nassau-Weilburgo/Luxemburgo-Nassau", aún que agnaticiamente desciendan de la casa de Borbón-Parma.
En 1303 Enrique, Emico y Juan se repartieron el condado de Nassau heredado de su padre. De esta partición surgieron Nassau-Siegen (Enrique), Nassau-Hadamar (Emico) y Nassau-Dillenburgo (Juan).
Tras la muerte de Juan en 1328 sus posesiones pasaron a Nassau-Siegen.
Tras la muerte de Emico III en 1394 sus posesiones quedaron divididas entre Nassau-Dillenburgo y Nassau-Beilstein.
Tras la muerte de su padre en 1343 los hermanos se dividieron la herencia. Otón II de quedó con Nassau-Dillenburgo y Nassau-Siegen, mientras que Enrique se quedó con Nassau-Beilstein.
Tras la muerte sin hijos en 1561 de Juan III sus posesiones fueron divididas incorporadas a Nassau-Dillenburgo.
En 1475 los hijos de Juan IV Engelberto y Juan se dividieron su herencia. Nassau-Breda fueron para el mayor, Engelberto, Nassau-Dillenburgo y Nassau-Siegen fueron para el menor.
De Guillermo I a Guillermo III, a excepción de Felipe Guillermo, la mayoría fueron estatúderes de Holanda, Zelanda, Utrecht, Güeldres y Zutphen, Transisalania y Drente.
Guillermo III había nombrado como heredero al príncipe de Nassau-Dietz, Juan Guillermo Friso, pero el rey en Prusia Federico I se le opuso, citando un tratado firmado por el abuelo de Guillermo III, Federico Enrique, nombrando heredero en caso de extinción de la casa a los parientes más cercanos descendientes de sus hijas. En 1732 se llegó a un acuerdo, Nassau-Dietz recibiría permisos de uso del título de "príncipe de Orange" junto al rey en Prusia, mientras que este último también se quedaba con el principado y parte de las propiedades de los Nassau en los Países Bajos.
En 1688 Guillermo III de Orange y su esposa María Estuardo (protestantes) desembarcaron en Inglaterra para deponer a Jacobo II de Inglaterra (católico) en un evento conocido como la Revolución Gloriosa. Además, Guillermo III era hijo de María Enriqueta Estuardo, hermana de Jacobo II. En 1689 Guillermo y María fueron coronados juntos como reyes de Inglaterra, Escocia e Irlanda.
Tras su muerte en 1702 la corona pasó a Ana, hija de Jacobo II, y que en 1707 se proclamó Reina de Gran Bretaña.
En 1607 los hijos de Juan VI se dividieron la herencia de su padre. Guillermo Luis se quedó con Nassau-Dillenburgo, Juan VII con Nassau-Siegen, Jorge con Nassau-Beilstein, Ernesto Casimiro con Nassau-Dietz y Juan Luis con Nassau-Hadamar.
Al heredar Nassau-Dillenburgo de su hermano en 1620 Jorge decidió adoptar ese como título principal, cediendo partes de Beilstein a Nassau-Dietz y Nassau-Hadamar a cambio de que esos no le reclamasen Dillenburgo.
Tras la muerte de de Cristián sin herederos Nassau-Dillenburgo fue repartido entre Nassau-Dietz y Nassau-Siegen católico.
Adolfo fue un hijo menor de Luis Enrique de Nassau-Dillenburgo. Mediante el casamiento de Adolfo con Charlotte de Holzappel heredó el condado de Holzappel y el señorío de Schaumburgo.
Tras la muerte en de Adolfo el principado de Nassau-Schaumburgo fue a parar a Lebrecht de Anhalt-Bernburgo-Schaumburgo-Hoym, casado con la hija de Adolfo, Charlotte de Nassau-Schaumburgo.
Tras la muerte de Francisco Alejandro sin hijos en 1711 Nassau-Hadamar fue heredado entre Nassau-Dilenburgo, Nassau-Dietz y Nassau-Siegen (ramas católica y protestante). En 1717 hicieron definitiva la partición del principado.
Tras la muerte de Juan VII sus herederos se enfrentaron por la herencia. Juan VII habia querido repartir el ducado entre sus hijos, pero su primogénito Juan VIII se enfrentó a su voluntad citando el principio de indivisiblidad firmado por los miembros de la casa de Nassau, prometiendo no fragmentar más los condados/principados. Hasta 1648 no llegaron a un acuerdo. Además, Juan VIII se convirtió al catolicismo, lo que puso a su familia en su contra, que era calvinista.
Tras la muerte sin herederos de Guillermo Jacinto en 1743 los territorios de la rama católica de Nassau-Siegen recayeron en Nassau-Dillenburgo.
Tras la muerte sin herederos de Federico Guillermo en 1734 los territorios de la rama protestante de Nassau-Siegen recayeron en Nassau-Dietz.
Habiendo perdido el principado de Orange a Francia en 1713 la casa de Orange-Nassau para mantener su legitimidad al uso del título de "príncipe de Orange" decidieron renombrar sus dominios alemanes a "Nassau-Orange", por lo que en los países bajos pudieron seguir utilizando su antiguo título sin problemas (aún que alterando el orden, utilizando "Orange" primero.
Entre 1747 y 1795 los príncipes de Orange-Nassau Guillermo IV "Friso" y Guillermo V "Batavo" utilizaron el título de "estatúder de los Países Bajos", de carácter hereditario. Fue abolido con el acenso de la República Bátava, que también acabo con cualquier otro título de la familia en su territorio, quedándose estos tan solo con sus propiedades alemanas.
El principado fue restituido en 1813, y en 1815 fue integrado definitivamente en el ducado de Nassau, recibiendo Luxemburgo a cambio. El título de "príncipe de Orange" pasaría a ser utilizado por el príncipe heredero a los Países Bajos.
En 1803 como compensación por sus pérdidas territoriales en los Países Bajos Napoleón le ofreció el nuevo principado de Fulda a Guillermo V de Nassau-Orange. Este no quiso aceptarlo, pero su hijo sí.
En 1806 y tras haber traicionado la confianza de Napoleón al luchar junto a Prusia contra Francia Napoleón le retiró todos sus principados alemanes a Guillermo Federico. Este tan solo retuvo un palacio en Berlín y unas tierras en Silesia.
En 1813 y tras la expulsión de los franceses Guillermo VI de Orange volvió a los Países Bajos, donde asumió el control total durante los siguientes dos años del "estado de los Países Bajos Unidos".
En 1815 Guillermo se proclamó a si mismo rey de los Países Bajos, fundando el "Reino Unido de los Países Bajos".
Entre 1815 y 1890 los soberanos de los Países Bajos de la casa de Nassau también fueron grandes duques de Luxemburgo. Luxemburgo continuó en unión personal hasta la muerte de Guillermo III. Este estado, al estar regido por la ley sálica y, además, estar dentro de los antiguos límites del Sacro Imperio, formaba parte de los territorios dónde el pacto de familia de Nassau era aplicable. Esto significó que la corona de Luxemburgo fuese cedida a un príncipe de la única otra línea de los Nassau sobrevivientes, la casa de Nassau-Weilburgo, de la línea valeriana.
Hasta 1830 también gobernaron lo que hoy en día es el reino de Bélgica, que en 1839 dejó oficialmente de estar bajo soberanía neerlandesa con la firma del tratado de Londres. La casa de Sajonia-Coburgo y Gotha les sucedió en el trono.
Además, con la muerte de Guillermo III se dio el fin a la continuidad de la casa de Nassau de la línea otoniana. Su hija, que gobernó hasta su abdicación en 1948, fue la última integrante de la casa de Nassau en gobernar en los Países Bajos. Sin embargo, sus descendientes si que han seguido utilizando el nombre de Orange-Nassau. Consecuentes monarcas de los Países Bajos: