Zanthoxylum usambarense, conocida comúnmente como pimienta africana, es una especie de planta fanerógrama perteneciente a la familia Rutaceae. Es nativa de las regiones montañosas de África, especialmente de Tanzania y Kenia.
Zanthoxylum usambarense | ||
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Taxonomía | ||
Reino: | Plantae | |
Subreino: | Tracheobionta | |
División: | Magnoliophyta | |
Clase: | Magnoliopsida | |
Subclase: | Rosidae | |
Orden: | Sapindales | |
Familia: | Rutaceae | |
Subfamilia: | Rutoideae | |
Género: | Zanthoxylum | |
Especie: |
Z. usumbarense (Engl.) Kokwaro, 1978 | |
Sinonimia | ||
El área de distribución nativa de esta especie se extiende desde el este y sur de Etiopía, pasando por Tanzania y Kenia, hasta Ruanda. Crece principalmente en el bioma tropical estacionalmente seco.[1]
Prefiere áreas húmedas y sombreadas (véase bosques húmedos), a menudo encontrándose en altitudes entre 1 200 y 2 500 m s. n. m..[2]
Las semillas y hojas de esta planta se utilizan como especia en las cocinas locales, aportando un sabor picante y aromático a diversos platos.
Tradicionalmente, esta planta se ha usado en la medicina africana para tratar diversas dolencias, incluyendo infecciones, problemas digestivos y dolor de muelas. Las propiedades antibacterianas y antiinflamatorias son bien reconocidas.
En algunas comunidades, la planta tiene un valor ritual y es utilizada en ceremonias tradicionales.[2]
Esta especie enfrenta amenazas debido a la deforestación y la recolección no sostenible. Es importante promover prácticas de conservación y el cultivo sostenible para asegurar la supervivencia de esta especie en su hábitat natural.[2]
La especie fue descrita inicialmente como Fagara usambarensis por Adolf Engler y publicada en Botanische Jahrbücher für Systematik, Pflanzengeschichte und Pflanzengeographie 36(2): 242, en 1905, actualmente, es tanto un sinónimo como el basónimo de esta;[3][4] y ulteriormente sería transferida al género Zanthoxylum por John Ongayo Kokwaro en Kew Bulletin 32(4): 798, en 1978.[5]
Véase: Zanthoxylum
usambarense: epíteto geográfico que alude a su localización en las Montañas Usambara.[4]
Se trata de una planta de gran importancia ecológica, cultural y económica en las regiones donde se encuentra. Su preservación es crucial para mantener la biodiversidad y las tradiciones locales.