Victoriano Juaristi Sagarzazu (San Sebastián, 6 de marzo de 1880-Pamplona, 4 de mayo de 1949) fue profesionalmente un prestigioso médico español, además de un polifacético personaje que destacó en otros numerosos campos (escultura, esmaltado, escritor, pintor, músico, etc.).[1] Fundó la clínica San Miguel de Pamplona y fue presidente del Colegio de Médicos de Navarra y del primer Ateneo Navarro,[2] miembro de las Reales Academias de Medicina y Bellas Artes, de la Comisión de Monumentos de Navarra[3] y consejero foral.
Victoriano Juaristi | ||
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Información personal | ||
Nombre de nacimiento | Victoriano Juaristi Sagarzazu | |
Nacimiento |
6 de marzo de 1880 San Sebastián (España) | |
Fallecimiento |
4 de mayo de 1949 Pamplona (España) | (69 años)|
Nacionalidad | Española | |
Educación | ||
Educado en | Universidad de Valladolid | |
Información profesional | ||
Ocupación | Escultor, médico y compositor | |
Miembro de | ||
Victoriano Juaristi nació en 1880 en la Parte Vieja de San Sebastián (calle del Puyuelo n.º 29),[4] hijo de un fontanero de Azcoitia, José María Joaristi Aspiazu (que fue hojalatero lampista, linternero de la época), y de Bernarda Sagarzazu, natural de San Sebastián y originaria de Fuenterrabia, posiblemente dedicada al servicio doméstico. Ambos, vascoparlantes, hicieron de su idioma materno el habitual usado por Victoriano con sus padres y familiares, haciendo de sus raíces y cultura motivo de orgullo, «sin exclusividad ni acritud», alejado de adscripciones políticas.[5]
En 1884 comenzó su formación educativa en las escuelas municipales donostiarras donde aprendería a hablar en español correctamente. En 1889 prosigue sus estudios de bachillerato en el Instituto Provincial de Segunda Enseñanza de Guipúzcoa gracias a una beca del Ayuntamiento de San Sebastián, aprobando el examen de grado en julo de 1894. Durante esta etapa también pasó por la Escuela de Artes y Oficios de San Sebastián donde «cultivó con gran acierto las bellas artes».[6]
En 1894, becado de nuevo por el Ayuntamiento de San Sebastián, marchó a estudiar la carrera de Medicina a la Universidad de Valladolid donde se licenció con Premio Extraordinario en 1901. Su estancia en Valladolid durante siete años, entre los quince y los veintiuno, dejó un discreto recuerdo que reflejó en algunos de sus posteriores escritos, habiéndose especializado en anatomía, patología y cirugía.[7]
El 15 de julio de 1901 contrae matrimonio en Lasarte con Adriana Acevedo y, acabado el verano, regresa a Valladolid para realizar el doctorado. En 1902 realiza el internado quirúrgico en el Sanatorio Madrazo, de Santander, por entonces a la vanguardia de la cirugía española. Hasta principios de 1903 permaneció en el centro forjando una cercana relación con Enrique Diego-Madrazo y Azcona.[8]
Posteriormente ejerció la medicina brevemente en San Sebastián y más decididamente en la zona de Fuenterrabía e Irún (Guipúzcoa) donde en 1903 había aceptado un puesto de médico-cirujano en el hospital de Irún sin renumeración alguna. Para obtener medios de subsistencia compaginó su puesto hospitalario con la medicina de cabecera. Por fin, el 16 de octubre de 1908, es nombrado médico-cirujano titular con sueldo.[9]
En 1910 completó sus estudios en Berck (Francia), y otros lugares de Europa, donde practicó la ortopedia. De esa experiencia nace su relación con el médico francés Jean-François Calot. Durante esta etapa se verifica sus asiduas publicaciones en medios y boletines corporativos de ideas y demandas de mejoras vinculadas con su profesión.[10]
El 13 de julio de 1913 se produce un accidente de ferrocarril en la frontera francesa generando un numeroso grupo de accidentados que buscaron socorro en el pequeño hospital irundarra. Juaristi se puso al frente de un equipo de médicos de ambos lados de la frontera cuya labor fue tan seria y profesional que llevó al rey Alfonso XIII a otorgarle el título de Comendador de la Orden de Isabel la Católica al mismo tiempo que Irún recibía el título de "Muy Humanitaria Ciudad". De esta circunstancia, y durante las estancias veraniegas en San Sebastián, Juaristi se convirtió en médico de cabecera de la familia real en el palacio de Ayete.[11]
En 1916 obtuvo el título de doctor en Medicina y Cirugía en la Facultad de Medicina de Madrid con un trabajo calificado con sobresaliente. Tras muchas vicisitudes, en 1917, tras una complicada oposición llena de vicisitudes e intrigas a todos los niveles, pierde en la misma universidad la cátedra de Patología Quirúrgica en favor de Laureano Olivares Sexmilo, volviéndose a Irún.[12]
El 4 de enero de 1919, tras una meditada decisión y tras presentar su renuncia en el hospital de Irun inicia su trasladó a Pamplona donde obtuvo por oposición la plaza de médico-cirujano del Hospital Provincial. Tras un cálido homenaje en Irún, donde le nombraron Cirujano Honorario del Hospital de Irún y le obsequiaron mediante suscripción popular con un despacho de mueble castellano que se llevó con él, se trasladó a la capital navarra donde se establecería hasta el final de su vida. Aquí fundó y dirigió la Clínica San Miguel donde colocó el regalo de sus convecinos irundarras.[13]
Fue el autor del "Manual Español de Cirugía" y de numerosos artículos en publicaciones médicas. En 1921 también fue nombrado miembro de la Real Academia Nacional de Medicina. Durante la guerra civil española trabajó en el Hospital Militar de Pamplona como cirujano jefe de un equipo quirúrgico, atendiendo a los soldados del bando franquista que volvían heridos del frente. También fue presidente del Colegio Oficial de Médicos de Navarra durante 14 años.
Juaristi, además de ser un prestigioso médico, fue también un personaje público y polifacético que destacó en otras numerosas facetas de la vida, especialmente en el campo artístico como escultor, pintor, esmaltista, músico y escritor, confiriéndole todo ello el carácter de médicos humanistas, hombre renacentista.
Varias de sus esculturas se encuentran expuestas en lugares públicos de Navarra. Sus obras más conocidas datan de la mitad de la década de 1930. Destacan así obras como:
Esta singular afición en Juaristi pudo gestarse en los años veinte o treinta del siglo XX motivados por varias razones (o todas ellas) como era, por un lado, la estrecha relación mantenida con la familia Baroja (Carmen Baroja, hermana de Pío y Ricardo, fue una reconocida esmaltista), por otro el descubrimiento del retablo esmaltado de San Miguel de Aralar, una obra cumbre del románico en este género por cuya fascinación le llevaría a escribir también algunas obras.[18]
A falta que salgan a la luz más obras, actualmente se conocen algunas piezas:
Fue un estudioso del arte del esmaltado, sobre el que escribió dos tratados:
También escribió otro libro sobre las fuentes en España.
Como escritor fue autor de decenas de novelas, artículos y libros de temas muy diversos. Además de publicaciones médicas, escribió principalmente artículos sobre historia y arte. Fue miembro de la "Comisión de Monumentos Históricos y Artísticos de Navarra", junto con Arturo Campión, Jaime Altadill y José Zalba, entre otros.
Fue Consejero Foral de Navarra.
Fue también pintor aficionado y compuso 2 zarzuelas.
Por todas estas aportaciones variadas fue nombrado en 1930 miembro de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando.
Una curiosa cita de Juaristi sobre los vascos y el arte [1]:
Los vascos no hacen imágenes, ni las contemplan con emoción, porque no tienen imaginación, porque carecen de fantasía... El vasco de los siglos anteriores al s.XIX no ha dejado ni pinturas ni tallas, ni canciones originales auténticas. El vasco, aun el cultivado, tampoco se interesa por la imagen como espectáculo; casi es iconoclasta. En cuanto a la imagen literaria, no necesito decirle nada.Victoriano Juaristi
Existen varias calles en su honor en algunas localidades que estuvieron vinculadas con su vida. Existe así una calle Doctor Juaristi en Pamplona, así como una calle Victoriano Juaristi en Irún y otra denominada Bitoriano Juaristi en Fuenterrabía.
En 1915, por su labor en un accidente ferroviario de años atrás, recibió el título de Comendador de la Orden de Isabel la Católica de manos del rey Alfonso XIII.[11]
En el plano personal estuvo casado con una madrileña, Adriana Acevedo, con la que tuvo tres hijos, Carlos, Víctor y Enrique y una hija, Mª Resurrección.