El zorzal chiguanco, zorzal negro o zorzal cuyano (Turdus anthracinus)[3] es una especie de ave paseriforme del género Turdus de la familia de los túrdidos. Se distribuye en el centro-oeste y sur de Sudamérica.
Turdus anthracinus | ||
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![]() Ejemplar macho de zorzal chiguanco (Turdus anthracinus) en el Cañón del Atuel, San Rafael, Mendoza, Argentina. | ||
Estado de conservación | ||
![]() Preocupación menor (UICN 3.1)[1] | ||
Taxonomía | ||
Reino: | Animalia | |
Filo: | Chordata | |
Clase: | Aves | |
Orden: | Passeriformes | |
Familia: | Turdidae | |
Género: | Turdus | |
Especie: |
Turdus anthracinus Burmeister, 1858 | |
Sinonimia | ||
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Esta especie fue descrita originalmente en el año 1858 por el zoólogo alemán, nacionalizado argentino, Carlos Germán Conrado Burmeister, con el mismo nombre científico.[4] La localidad tipo referida fue: “Mendoza, Argentina”.[4]
En el año 1910, el ornitólogo ítalo-argentino Roberto Raúl Dabbene la identifica como Phanesticus fuscater subsp. amoena.[2]
Durante el resto del siglo XX este taxón fue tradicionalmente considerado una subespecie de Turdus chiguanco (es decir: Turdus chiguanco anthracinus). En el año 2016, BirdLife International, la Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN)[1] y el Manual de las Aves del Mundo (Handbook of Birds of the World)[3] concluyeron en elevarlo nuevamente a la categoría de especie plena.
Es un pájaro algo grande, de 25 a 29 cm de largo.
El plumaje del macho es marrón-oscuro a negruzco, en ocasiones, con leve escamado ventral, siendo parduzco el de la hembra. Presenta un fuerte contraste con el amarillo del pico y las patas (estas algo más pálidas), al igual que el estrecho anillo periocular, siendo más notorio en el macho adulto.[5][6] Difiere de Turdus chiguanco por tener el plumaje más oscuro, por tener anillo periocular amarillo, por la ausencia de rayas en la barbilla y en la garganta, por tener el ala más corta, por tener ojos marrones en vez de rojizos y por diferencias bastante marcadas en sus vocalizaciones.[7]
Vive solo o en pareja. Frecuenta el suelo revolviendo hojarasca en busca de alimento, este se compone de invertebrados, a los que suma frutos de diversas especies. Salta ágil sobre las rocas y posa sobre ramas altas para cantar. Construye en primavera un nido abierto elaborado de fibras vegetales y tapizado internamente por pelos y plumas. Lo ubica oculto en algún arbusto o arbolito o en repisas de barrancas. Allí, solo la hembra realiza durante 11 o 12 días la incubación de la puesta, la que consta de 2 a 3 huevos celeste-verdosos, los que exhiben manchitas grises y castañas. Los pichones son alimentados por ambos padres.[6]
Esta especie habita en arboledas y bosques abiertos, tanto húmedos como áridos cerca del agua, jardines, sierras rocosas, valles y quebradas en montañas, en altitudes que van desde el nivel del mar en la costa atlántica[5] hasta los 4000 m s. n. m. en la Cordillera de los Andes.[1]
Se distribuye en el centro y sur de Bolivia,[8] en áreas montañosas del centro-este y nordeste de Chile[9] (con registros más al sur hasta Magallanes) y en el noroeste, oeste y centro de la Argentina,[10] país en el cual su geonemia se encuentra en franca expansión hacia el sudeste, sudoeste y sur, alcanzando el norte de la Patagonia.[5][6]
Según la organización internacional dedicada a la conservación de los recursos naturales Unión Internacional para la Conservación de la Naturaleza (IUCN), al no poseer mayores peligros y vivir en algunas áreas protegidas, la clasificó como una especie bajo “preocupación menor” en su obra: Lista Roja de Especies Amenazadas.[1]