Stabat Mater ("Estaba la Madre", en latín) es un poema medieval datado en el siglo XIII, de origen franciscano y atribuido tradicionalmente a Jacopone da Todi[2] (autoría poco probable) cuyo uso más extendido desde el siglo XV es el de secuencia. También es común su utilización dentro del oficio como himno para las festividades de la Mater Dolorosa. En este caso, los diez primeros versos del poema conformarían el himno de vísperas, los cuatro siguientes el himno de maitines, y los seis últimos el de laudes. Aparece además en algunos devocionarios y en ocasiones es cantado como motete para ciertos momentos litúrgicos distintos de la secuencia. Comienza con las palabras Stabat Mater dolorosa ("Estaba la Madre dolorosa"). Como plegaria, medita sobre el sufrimiento de María, la madre de Jesús, durante la crucifixión de su hijo.
No se debe confundir con el himno Stabat Mater Speciosa, atribuido al mismo autor, que narra el gozo de María por el nacimiento de su hijo.
Es una de las composiciones literarias que más veces ha sido puesta en música. Cerca de 200 compositores de distintas épocas, géneros y estilos musicales han escrito obras sobre este texto. Las versiones más conocidas e interpretadas son las de Giovanni Battista Pergolesi y Gioachino Rossini, pero también deben mencionarse las de Giovanni Pierluigi da Palestrina, Josquin Desprez, Antonio Maria Bononcini, Giovanni Gualberto Brunetti, Johann Baptist Vanhal, Luigi Boccherini, Joseph Haydn, Alessandro Scarlatti, Domenico Scarlatti, Antonio Vivaldi, Giacomo Meyerbeer, Franz Schubert, Franz Liszt, George Henschel, Antonín Dvořák, Giuseppe Verdi, Lorenzo Perosi, Karol Szymanowski, Zoltán Kodály, Francis Poulenc, Isidre Jover, Josef Rheinberger, Krzysztof Penderecki, Salvador Brotons, Manuel Moreno-Buendía, Arvo Pärt, Pilar Jurado y Karl Jenkins.[3], entre otros. En la Argentina, el compositor Gustavo Fedel compuso y grabó dos versiones diferentes de su propio Stabat Mater,[4] que fue especialmente elogiado por Jorge Mario Bergoglio, poco antes de ser ungido como papa bajo el nombre de Francisco.
Todas estas composiciones, pese a compartir título, en muchas ocasiones no comparten la misma forma musical ni la misma función. Así, es posible encontrar Stabat Mater con forma de lauda (Innocentius Dammonis), motete (Palestrina), secuencia, himno (Vivaldi) Oratorio (Liszt), antífona o como un género aparte.
En las artes plásticas, Stabat Mater es un tema del arte cristiano que representa a la Virgen, de pie, a la derecha de Cristo crucificado (es decir, a la izquierda del espectador), mientras que el apóstol Juan, también de pie, se representa a la izquierda de Cristo (es decir, a la derecha del espectador);[9] reproduciendo la escena evangélica durante la que Cristo pronunció la tercera de las "siete palabras": Mujer, aquí tienes a tu hijo ... Aquí tienes a tu madre (Juan, 19: 26-27).[10][11] Es habitual que se disponga la escena como parte superior de retablos y coros altos; y conforma muchas de las Crux triumphalis y de las estaciones número doce de los viacrucis.[12] Las representaciones más generales de la escena (con inclusión de los dos ladrones, la lanzada de Longinos, el Pasmo o Espasmo de la Virgen[13] o incluso otras escenas de la Pasión) suelen recibir la denominación de "Calvario". Se ha propuesto una interpretación simbólica de la Virgen como la Iglesia y de San Juan como la Sinagoga,[14] enlazando esta escena con la del descubrimiento de la tumba vacía, que convierte a las tres Marías en los primeros testigos de la Resurrección frente a la incredulidad de los apóstoles varones.[15]
Las convenciones compositivas del tema se mantienen esencialmente a lo largo de la pintura medieval y renacentista, aunque se introduzcan toda clase de variaciones iconográficas (si Cristo está agonizante o ya muerto, si las figuras están serenas o expresan dolor, si se incluyen otras figuras, que pueden incluso ser anacrónicas -santos posteriores, donantes-). En cambio, a partir de la pintura barroca se prefieren composiciones menos rígidas para la representación de la Crucifixión; e incluso cuando las figuras principales bajo la cruz sigan siendo San Juan y la Virgen, suelen disponerse de forma distinta; por ejemplo, juntos al mismo lado, rompiendo la simetría propia del modelo Stabat Mater (así lo hacen Simon Vouet o Rubens),[21] siguiendo los precedentes de obras anteriores en las que el tema no es propiamente la escena en la que Cristo se dirige a su discípulo y a su madre, sino otros momentos, como la lanzada, o el desmayo de la Virgen.[22]
Los versos de la versión latina están compuestos en tetrámetros trocaicos.
1.Versión latina medieval[23]
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
|
1.Traducción literal[24]
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
|
1.Versión por Lope de Vega[25]
2.
3.
4.
5.
6.
7.
8.
9.
10.
|
La indulgencia de 100 días por cada representación fue concedida por el Papa Inocencio XI el 1 de septiembre de 1681 y confirmada por el Papa Pío IX con rescripto del 18 de junio de 1876.[26]