Samy y yo, que tuvo el título alternativo de Un tipo corriente, es una película de Argentina filmada en colores dirigida por Eduardo Milewicz sobre su propio guion escrito con la colaboración de Carmen López-Areal que se estrenó el 11 de julio de 2002 y tuvo como actores principales a Ricardo Darín, Angie Cepeda, Cristina Banegas y Alejandra Flechner.
Samy y yo | ||
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Ficha técnica | ||
Dirección |
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Ayudante de dirección |
Ezequiel Crupnicoff (Asistente de Dirección) Federico Berón (2.º asistente de dirección) Nicolás Lidijover (Continuista) | |
Dirección artística | Daniel Gimelberg | |
Producción |
David Fajn Margarita Gómez (Producción ejecutiva) | |
Guion | Eduardo Milewicz con colaboración de Carmen López-Areal | |
Música | Carlos Villavicencio | |
Fotografía | Marcelo Camorino | |
Montaje | Sergio Zóttola | |
Vestuario |
Gabriela Minzi Mariana Polsky Romina Quiroga | |
Protagonistas |
Ricardo Darín Angie Cepeda Cristina Banegas Alejandra Flechner | |
Ver todos los créditos (IMDb) | ||
Datos y cifras | ||
País | Argentina | |
Año | 2002 | |
Género | Comedia | |
Duración | 88 minutos | |
Clasificación | SR | |
Idioma(s) | Español | |
Compañías | ||
Productora | Bulevares Producciones | |
Distribución | Lider Films | |
Ficha en IMDb Ficha en FilmAffinity | ||
Samy Goldstein es un autor cómico de televisión que escribe para un programa de moderado éxito pero lo deja para dedicarse a la literatura, la pasión que oculta. Cuando conoce a la seductora Mary lo convence para continuar en la televisión.[1]
Participaron del filme los siguientes intérpretes:[1]
Por su actuación en este filme, Henny Trayles fue nominada al Premio Cóndor de Plata 2003 a la mejor actriz de reparto.
Fernando López en La Nación escribió:
”Milewicz confirma su oficio y muestra además su desenvoltura para administrar el ritmo y los cambios de tono de esta comedia.[1]
Pablo O. Scholz en Clarín escribió:
”A Woody lo agarró la devaluación…De tanto parecer graciosa…termina en la machieta.[1]
Marcelo Zapata en Ámbito Financiero escribió:
”Los diálogos son vivaces, la ambientación creíble y el ritmo no cede nunca. Muy buena”[1]
Eduardo Rojas en El Amante del Cine opinó:
”¿Samy y quien? Yo no fui. A mí que me revisen. Si alguien tiene la culpa de que Samy sea insulso y aburrido es él mismo, hombre grande caramba, que tanto echarle la culpa a la poble mámele.[1]