Salvinorina es el nombre de distintos principios activos que se encuentran en la Salvia divinorum (de la familia de las Labiatae o Laminaceae), planta americana conocida en Europa a partir de 1939 cuando el antropólogo Jean Bassett Johnson mencionó la existencia de una infusión de esta hierba, de características visionarias usada por chamanes para la adivinación y ceremonias de cura.[1] En 1962 fueron llevadas muestras a Europa. Posteriores investigaciones dieron a conocer su utilidad ritual y terapéutica.
La Salvinorina A fue aislada e identificada de manera independiente en dos laboratorios: en 1982 por Alfredo Ortega en México y en 1983 por Leander J. Valdés III en Estados Unidos, en ambos casos a partir de los estudios antropológicos previos.
La salvinorina A es el principal compuesto psicotrópico presente en S. divinorum. Es un enteógeno o psicodélico disociativo y recreativo porque es alucinógeno y onirógeno. Presenta actividad en dosis muy pequeñas (de 0,2 a 0,5 mg)[cita requerida] y, por tanto, es muy potente.
Produce efectos en los animales que son similares a la mescalina.
Es un agonista muy potente y selectivo del receptor opioide kappa, el mismo sobre el actúan otros opioides como la pentazocina o la ketazocina.
Su estructura molecular es diterpénica (figura). A diferencia de los alucinógenos, no es un alcaloide, es decir, su molécula no contiene nitrógeno y de hecho se dice que es el primer agonista opioide no nitrogenado de origen natural.
Con posterioridad, se han identificado en la misma planta otras variantes de la salvinorina, todas ellas aparentemente carentes de efectos psicoactivos.
Fuentes