Quionis de Esparta (en griego antiguo: Χίονις Λάκων) fue un vencedor olímpico de la ciudad de Esparta.
Quionis de Esparta | ||
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Información personal | ||
Nacimiento |
Siglo VII a. C. prefectura de Laconia (Grecia) | |
Fallecimiento |
Siglo VII a. C. Cirene (Libia) | |
Información profesional | ||
Ocupación | Atleta y corredor | |
Carrera deportiva | ||
Deporte | Atletismo | |
Distinciones |
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Tres veces consecutivas consiguió el doblete del estadio, un estadio de longitud (aproximadamente 192 m) y diaulos (doble estadio, aproximadamente 384 m) en carrera en los 29.º, 30.º y 31.º Juegos Olímpicos]], en los años 660, 668,[1] 664 [2] y 656 a. C. También ganó el salto de longitud (aunque la ejecución se asemeja más a un triple salto).[3] y en el 664 a. C.,[2] con un salto estimado, pero no probado, en 52 pie (algo menos de 16 m).[4][5] Ástílo de Crotona en el siglo V a. C. repitió este doble triplete.
A veces se considera a Quionis vencedor del estadio en los Juegos de 668 a. C.,[1] tal vez confundido con su predecesor Carmis de Esparta.[6] El salto de 52 pies también plantea un problema. Solo estuvo presente en la prueba del pentatlón y Quionis no parece haberlo preparado ni haber participado en él. Además, las versiones varían según las ediciones (e idiomas) de la Crónica de Eusebio de Cesarea: 22 codos también se mencionan (o 33 pies, algo más de 10 metros que es imposible para un salto).[3][7] Este problema de salto se compara con el de Faílo de Crotona a quien un epigrama atribuye una distancia de 16 metros. Varios estudiosos teorizan sobre saltos acumulativos o un triple salto, mientras que otros indican que la inscripción es humorística, estando las cifras corrompidas.[3][8]
Pausanias menciona que tomó parte en la expedición con Bato de Tera, y fundó con él Cirene, y que sometió a los libios vecinos.[9]
Dos siglos después de su victoria, los espartanos le dedicaron una columna en Olimpia,[10] justo al lado de la de Ástilo de Crotona (originario de Crotona pero que se trasladó a Siracusa por su última victoria olímpica). Esta dedicatoria formaba parte de la rivalidad entre ambas ciudades (Esparta y Siracusa). [7]