Piedras de Ica

Summary

Las piedras de Ica son una colección de piedras del tipo andesita provenientes del Perú y que han sido consideradas como oopart, si bien se ha demostrado tratarse de un fraude.[1][2]​Se caracterizan por estar grabadas con supuestos antiguos dibujos de dinosaurios y artefactos tecnológicos avanzados.[3]

Piedras de Ica

Piedra de Ica donde puede verse una operación quirúrgica.
Ubicación
Continente América
Región Sudamérica
Valle Valle de Ica (Río Ica)
País Perú Perú
División Ica Departamento de Ica
Subdivisión Ica Provincia de Ica
Municipio Ocucaje
Historia
Tipo Yacimiento arqueológico
Época Paleolítico medio
Construcción c. años 1960
Descubrimiento y hallazgos
Arqueólogos
Pezzia, A.1966-1968
Arqueológicos tumbas de la cultura Paracas.
Otros materiales piedras grabadas, paños de tela…
Gestión
Acceso público Acceso público
Dimensiones del sitio
Área Aprox. 90 km.
Mapa de localización
Departamento de Ica
Provincia de Ica

Descripción

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Las piedras están formadas por andesita del Mesozoico. Varían en tamaño desde 3x2.5x1.5 cm hasta 40 cm.[4]​ Como resultado de la erosión, han desarrollado una fina pátina, la cual consiste en una capa de corrosión donde las inclemencias han transformado el feldespato en arcilla, originando un material más blando, categorizado en una dureza 3 o 4 en la escala de dureza mineral de Mohs, que puede ser rayado.[4][5]​ Están grabadas superficialmente con una variedad de imágenes, algunas directamente incisas, otras por medio de rebajar el fondo, manteniendo la imagen en relieve. Los diseños varían desde esgrafiados simples en un lado del guijarro, hasta dibujos de gran complejidad. Algunos corresponden a estilos prehispánicos similares a los de las culturas Paracas, Nazca, Tiwanaku, Ica o Inca.[4]

Si bien ciertas imágenes representan flores, peces y otros animales,[4]​ muchas muestran escenas anacrónicascomo dinosaurios, operaciones médicas avanzadas y mapas.[6][7][8]

Antecedentes

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Las culturas andinas prehispánicas se remontan a miles de años. Los desarrollos regionales más antiguos se unificaron, posteriormente, en entidades culturales, y tal vez políticas, que abarcaron casi todo el ámbito de los Andes Centrales, para dividirse una vez más y culminar, hacia el siglo XV, en el Tahuantinsuyo, conocido también como imperio incaico, cuyo dominio fue seguido por la conquista española. Sin embargo, a lo largo de su historia, el valle de Ica, una región habitable separada de otras por el desierto, desarrolló una cultura distintiva propia.[9]

En 1613, el cronista indígena Juan de Santa Cruz Pachacuti consignó en su: «Relación de las antigüedades deste Reyno del Piru» la existencia de piedras grabadas ("mancos") cerca de Ica, que databan de los tiempos del inca Pachacútec.[10]

Desde finales del siglo XIX y principios del siglo XX, se sucedieron excavaciones en la provincia de Ica, conducidas por eruditos como Max Uhle, Julio C. Tello, Alfred L. Kroeber, William Duncan Strong y John Howland Rowe. Ninguno de ellos informó sobre el descubrimiento de piedras andesitas grabadas. No obstante, desde esa época, los «huaqueros», saqueadores de santuarios y tumbas, comenzaron vender piedras grabadas a los turistas y coleccionistas aficionados.[4]​ En 1961, el desbordamiento del río Ica reveló numerosos restos arqueológicos, entre ellos cerámicas, fósiles y, según algunos testimonios, piedras grabadas.[11]

Hallazgos

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Yacimiento

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Las piedras grabadas supuestamente aparecieron en el Desierto de Ocucaje (Departamento de Ica), en los cerros que actualmente se conocen como La Peña, Blanco, Norte y Callango —próximos o incluidos en el cementerio paleontológico de Ocucaje—; dichos cerros albergan fósiles, conchas marinas y algunas supuestas tumbas incas.[12][13]​ Este enclave a 35 km al sur de Ica, de unos 90 km² de extensión, posee fósiles con una antigüedad de entre 65,5 y 1,8 millones de años, principalmente de fauna marina que habitó una bahía de poca profundidad, que se convirtió en desierto hace aproximadamente 25 millones de años.[14]​ En 2003 un proyecto de ley instaba a declarar de interés nacional las zonas paleontológicas de Ocucaje, que incluyen restos fósiles de megalodón, cocodrilos, aves, peces, tortugas, odontocetos, focas, delfines, ballenas, caballos, cérvidos, mastodontes o perezosos gigantes.[15]

Piedras grabadas halladas en contexto

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Santiago Agurto Calvo (1921-2010), arquitecto de profesión, rector de la Universidad Nacional de Ingeniería en Lima, y organizó prospecciones en cementerios antiguos durante esa década; en agosto de 1966 encontró una piedra en el sector Toma Luz, distrito de Callango, en el Valle de Ica, cuyo contexto arqueológico correspondía a la cultura tiahuanaco. Agurto informó de su descubrimiento al Museo Regional de Ica, y fue acompañado en sucesivas expediciones por su curador, el arqueólogo Alejandro Pezzia Assereto (1917-2005).[4]​ En septiembre de 1966, en el cementerio de la colina Uhle (sector de la Banda, Viña Ocucaje, distrito de Ocucaje), encontraron, por vez primera, una piedra grabada procedente de manera categórica de la cultura Paracas; la misma era bastante plana e irregular en su forma, de un tamaño aproximado de 7 x 6 x 2 cm. En ella se había tallado un diseño que podía ser abstracto, o bien la representación de una flor de ocho pétalos.[4]​ Agurto publicó su descubrimiento en un periódico de Lima.[13]​ El licenciado Pezzia continuó su investigación y, en el cementerio San Evaristo del mencionado sector Toma Luz, encontró una piedra tallada de tamaño similar a la anterior, con la imagen realista de un pez; el contexto era el Horizonte Medio (600-1000 d. C.). En una tumba no muy lejos del mismo cementerio, encontró una piedra con un diseño similar a una llama, en un contexto típico de la cultura de Ica. En 1968, Pezzia publicó sus hallazgos, incluyendo ilustraciones y descripciones.[4]

Las piedras grabadas de Cabrera

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Dr. Javier Cabrera Darquea.

En la década de 1950, Carlos y Pablo Soldi, dos coleccionistas de objetos arqueológicos, reunieron cierta cantidad de piedras grabadas procedentes, como se ha dicho, del saqueo de tumbas por parte de los «huaqueros»; estas, no obstante, no presentaban esgrafiados que llamaran particularmente la atención. Fue el doctor en medicina Javier Cabrera Darquea (1924-2001) quien dio a conocer las piedras y las relacionó con tiempos prehistóricos remotos, dando origen a la idea de que se trataba de objetos ajenos a su tiempo. Según su testimonio, en 1966 recibió como regalo de cumpleaños, de manos de su amigo Félix Llosa Romero, una extraña piedra grabada.[16][17]​ Posteriormente, Cabrera declaró haber identificado el grabado como un dibujo de un pez extinto hace millones de años. Ante el interés del médico, los Soldi le vendieron 341 piedras similares de su colección. Tiempo después, Cabrera dijo haber encontrado en seguida otro proveedor de restos, Basilio Uchuya Mendoza (1935-2003), del cual, y de otros excavadores desconocidos, obtuvo más de quince mil piedras grabadas (en altor y bajorrelieve) durante treinta y cinco años.[16]

Las piedras

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Supuesto mapa del hemisferio oriental de la Tierra en eras remotas.

Las piedras, llamadas «gliptolitos» por Cabrera, contenían representaciones variadas, con similitudes estilísticas análogas a las prehispánicas, pero representando animales extintos, notablemente dinosaurios, diseños que sugerían el uso de tecnología avanzada, representaciones de cirugías, mapas detallados de la Tierra e incluso escenas pornográficas. Algunas representaciones no son del todo claras, pero demostrarían, según Cabrera, la existencia de una civilización antiquísima, y tecnológica. Al respecto, el médico declaró que las piedras habían sido grabadas por una especie humana que denominó: «Hombre del Gliptolítico», a la cual atribuyó un origen extraterrestre.[5]

En efecto, según Cabrera, esta raza alienígena habría llegado a la Tierra durante el período Jurásico, época de los dinosaurios, y fue la responsable de la creación del Homo Sapiens por medio de ingeniería genética. En un tiempo posterior, aseguraba Cabrera, estos seres abandonaron nuestro planeta ante una inminente catástrofe global.[8][16]

Datación

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Análisis científicos

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Los primeros análisis petrográficos para datar las rocas tuvieron lugar entre 1967 y 1969; realizados por la Universidad de Ingeniería de Lima, la Universidad de Bonn en Alemania y la compañía minera Hochschild determinaron que las mismas eran dioritas del Pleistoceno, con una antigüedad de no más de dos millones de años.[18]​ En 2003, el laboratorio de datación y radioquímica de la Universidad Autónoma de Madrid llevó a cabo una datación absoluta por termoluminiscencia de carbonatos de deposición pertenecientes al yacimiento «Cerro La Peña» en Ocucaje, Departamento de Ica, Perú, publicado por Félix Arenas Mariscal junto a María del Carmen Olázar en 2007, proporcionó una datación muy amplia de 100.000 y 60.000 años BP para algunas piedras grabadas recubiertas por caliche.[12][19]​ Sin embargo, en marzo del mismo año, el Instituto de Química-Física Rocasolano del CSIC dató por carbono 14 un textil, asociado a una piedra encontrada en Cerro Blanco (La Peña), fechándolo entre el siglo VI y VII de nuestra era.[12]

Interpretaciones

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Cabrera como otros investigadores asociados a los fenómenos paranormales, sostienen que, idenpendientemente de la datación de las piedras, es imposible determinar cuando fueron grabadas, pero aseguran que los dibujos: «no son recientes».[5][16]​ Otras publicaciones, ninguna de ellas académicas, sostienen que el estudio de la Universidad Autónoma de Madrid, muestra que una de las piedras, datada en sesenta mil años BP, presenta un grabado que representa una operación quirúrgica con intubación. En programas sensacionalistas se dijo que estos investigadores y el geólogo Vicente París admitieron estar sorprendido por estos hallazgos, información que desmintieron los aludidos.[18]

Las piedras fueron mencionadas en libros publicados a partir de la década de 1970 como prueba de visitas extreterrestres o de la existencia de una civilización avanzada durante la prehistoria. Uno de los primeros en hacerlo fue Robert Charroux en: «L'Enigme des Andes», publicado en 1974, al cual siguió el español Juan José Benítez con su libro: «Existió otra Humanidad», basado en las ideas de Cabrera.[5]​ Este mismo, en 1976, publicó: «El mensaje de las piedras grabadas de Ica», donde exponía su ya mencionada interpretación de las piedras. También el escritor sensacionalista Erich von Daniken abordó el tema en algunas de sus obras.

Fraude

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Estegosaurio

El proveedor de las piedras, Basilio Uchuya, fue arrestado a finales de la década de 1970 por la venta de hallazgos arqueológicos; el acusado se defendió alegando que eran falsificaciones, realizadas a pedido de, entre otros, Erich von Däniken en 1973.[8]​ Por la misma época, en sendos documentales de la BBC: «Pathway to the Gods» y «The Case of the Ancient Astronauts» se realizaron entrevistas al mismo Uchuya, quien fabricó una «piedra de Ica» con el taladro de un dentista, a la cual añadió la capa exterior cociendo la piedra en un horno con estiércol de vaca.[1]

El investigador español Vicente París, tras cuatro años de investigaciones, demostró en 1998 que las piedras son un fraude. Entre la evidencia física se presentaron microfotografías de las piedras que muestran restos de pinturas actuales, así como el uso de papel de lija. Un estudio detallado de la iconografía de las piedras muestra, además, serios errores en las representaciones; por ejemplo la mezcla de especies de dinosaurios de diferentes periodos geológicos y de distintos sitios, junto con incongruencias anatómicas y fisiológicas. [20]

Véase también

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Referencias

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  1. a b Las piedras de Ica: caso resuelto. El Ojo Crítico. Consultado el 20 de junio de 2020. 
  2. “Ica: la increíble historia de un pasado que nunca existió”. De José Antonio Caravaca. El Ojo Crítico. Consultado el 20 de junio de 2020. 
  3. Sierra, Javier (septiembre de 1994). «Las piedras grabadas de Ica: un enigma a debate». Más Allá de la Ciencia (Madrid) (Monográfico N.º 10): 102-104. 
  4. a b c d e f g h Pezzia Assereto, Alejandro (1968). Ica y el Perú Precolombino. Tomo I. Arqueología de la provincia de Ica.. Ojeda (Venezuela): Empresa Editora Liberia. p. 295. 
  5. a b c d Benítez, Juan José (1975). Existió otra humanidad (2003 edición). Planeta. ISBN 9788408076568. Consultado el 14 de octubre de 2015. 
  6. Carroll, Robert (11 de enero de 2011). The Skeptic's Dictionary: A Collection of Strange Beliefs, Amusing Deceptions, and Dangerous Delusions. John Wiley & Sons. ISBN 9781118045633. Consultado el 8 de diciembre de 2013. 
  7. Carroll, Robert T. (2003). The Skeptic's Dictionary: a collection of strange beliefs, amusing deceptions, and dangerous delusions. New York: Wiley. pp. 169–71. ISBN 0-471-27242-6. , also online at skepdic
  8. a b c Coppens, P (octubre de 2001). «Jurassic library - The Ica Stones». Fortean Times. Archivado desde el original el 27 de agosto de 2008.  Available without registration at philipcoppens.com
  9. Lanning, Edward P. (1967). Peru before the Incas. Prentice-Hall. 
  10. de Santa Cruz Pachacuti, Juan (1613). Relación de las antigüedades deste Reyno del Piru. Biblioteca Nacional de Madrid. Consultado el 13 de octubre de 2015. 
  11. Buse, Hermann (1965). Introducción al Perú. Impr. del Colegio Militar "Leoncio Prado". 
  12. a b c Olázar Benguría, María del Carmen; Arenas Mariscal, Félix (2007). La verdad sobre las piedras de Ica. Editorial Sirio. ISBN 9788478085668. 
  13. a b Santiago Agurto Calvo. "Las Piedras Mágicas de Ocucaje". El Comercio. Lima, 11 de diciembre de 1966
  14. Orellana Acasiete, Lizzete Mitzi (Agosto de 2014). «Cementerio paleontológico de Ocucaje». Dirección regional de comercio exterior y turismo (Ica). Archivado desde el original el 4 de marzo de 2016. Consultado el 13 de octubre de 2015. 
  15. Ramírez Canchari, Juan de Dios (20 de noviembre de 2003). «Proposición legislativa que crea: el parque paleontológico "Ocucaje" en el departamento y región de Ica». Congreso de la República de Perú. Consultado el 13 de octubre de 2015. 
  16. a b c d Cabrera, Javier. El mensaje de las piedras grabadas de Ica. Ica, Peru. Archivado desde el original el 2 de diciembre de 2011. Consultado el 12-05-10. 
  17. «Javier Cabrera Darquea». Pueblos originarios. 
  18. a b París, Vicente (Marzo de 2014). «Polémico nuevo informe sobre las piedras de Ica». El ojo crítico. Consultado el 30 de septiembre de 2015. 
  19. Martínez L., C. (17 de marzo de 2008). «Un estudio alicantino ayuda a datar las piedras de Ica en 99.000 años de antigüedad». Informacion.es. Consultado el 30 de septiembre de 2015. 
  20. París, Vicente (1998). «Las piedras de Ica son un fraude». Año Cero. 

Bibliografía

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Libros

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  • Barrientos, Jaime (2018). Ooparts: Objetos fuera de tiempo y lugar. Córdoba: Editorial Almuzara. ISBN 978-84-96632-88-2. 
  • Benítez, Juan José (2003). Existió otra humanidad. Barcelona: Planeta. ISBN 9788408076568. 
  • Cabrera Darquea, Javier (1976). El mensaje de las piedras grabadas de Ica. Lima: Inti-Sol Editores. ISBN 9786124639203. 
  • Caravaca, José Antonio (2020). Ica. La increíble historia de un pasado que nunca existió. Madrid: Editorial Guante Blanco. ISBN 978-84-18151-14-9. 
  • Carrol, Robert Todd (2003). The Skeptic's Dictionary: A Collection of Strange Beliefs, Amusing Deceptions, and Dangerous Delusions (Traductor:El Diccionario del Escéptico: Una Colección de Creencias Extrañas, Engaños Divertidos y Delirios Peligrosos. Nueva York: John Wiley & Sons Editions. ISBN 9781118045633. 
  • Charroux, Robert (1976). El enigma de los Andes. Barcelona: Plaza & Janés. ISBN 9788401310898. 
  • Charroux, Robert (1977). Archivos de Otros Mundos. Barcelona: Plaza & Janés. ISBN 978-8401472053. 
  • Feder, Kenneth Lewis (2010). Encyclopedia of Dubious Archaeology: From Atlantis To The Walam Olum (Traducción: Enciclopedia de Arqueología Dudosa: de la Atlántida al Walam Olum). Greenwood: Greenwood Publishing Group. ISBN 978-0-313-37919-2. 
  • Kolosimo, Peter (1972). Tierra sin tiempo. Barcelona: Plaza & Janés. ISBN 9789895194308. 
  • Kruparz, Heinrich (2017). ICA: Zeugnis einer früheren Menschheit in Stein (Traducción: ICA: Testimonio de una humanidad anterior en piedra). Dresde: Weishaupt Verlag. ISBN 978-3705903982. 
  • Lanning, Edward Philipp (1968). Peru Before the Incas (Traducción: Perú Antes de los Incas). Londres: Prentice-Hall Editions. 
  • Longato, Renato (1993). Dioses del Pasado: Enigmas de la Arquitectura Inca. Lima: Impresos Gráficos & Continuos. ISBN 978-1502471253. 
  • Mallorqui, César (2005). La piedra Inca: Las Asombrosas Memorias de Jaime Mercader. Valencia: Edebe. ISBN 978-8423673377. 
  • Mititieri, Kim (2013). ¿Falsas o Verdaderas ? 22 Años Tras las Piedras Grabadas de Ica. Sevilla: Punto Rojo Libros Ediciones. ISBN 978-8492488285. 
  • Olázar Benguría, María del Carmen (2007). La verdad sobre las piedras de Ica. Málaga: Editorial Sirio. ISBN 9788478085668. 
  • Petratu Cornelia, Rodinger Bernard (1994). Die Steine von Ica: Protokoll Einer Anderen Menschheit (Traducción: Las piedras de Ica: Protocolo de otra humanidad). Berlin: Editorial Bettendorf. ISBN 978-3884980613. 
  • Pezzia Assereto, Alejandro (1968). Ica y el Perú Precolombino: Arqueología de la Provincia de Ica. Ojeda: Empresa Editora Liberia. 
  • Swift, Dennis (2006). Secrets of the Ica Stones and Nazca Lines. Proofs that Dinosaurs and Man Lived Together (Traducción: Secretos de las Piedras de Ica y las líneas de Nazca: Pruebas de que los dinosaurios y el hombre vivían juntos). Portland: Creation Sciense Ministeries Of Oregon press. 
  • Spaggiari, Ruben A. (2016). El Nuevo Mensaje de las Piedras de Ica. Bahía Blanca: Editorial FPS. 
  • Varios Autores (2009). Traducción Telepática de las Piedras de Ica y la Geometría de Nazca. Lima: Editorial Alfa & Omega. 

Enlaces externos

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  • Página web oficial del Museo Científico Javier Cabrera.
  •   Datos: Q910365
  •   Multimedia: Ica stones / Q910365