El fraude es la acción contraria a la verdad y a la rectitud o ley -fraude de ley-, que perjudica a la persona contra quien se comete. Puede ser constitutiva de delitos.[1]
Engaño económico con la intención de conseguir un beneficio, y con el cual alguien queda perjudicado. Existen numerosas estafas y fraudes asociados a distintas prácticas: electorales, fiscales, bancarias (de créditos hipotecarios -IRPH- y cláusulas abusivas), hoteleras e inmobiliarias (multipropiedad, bonos de hotel, alquiler de viviendas inexistentes).[2][3]
El núcleo del tipo penal de estafa consiste en el engaño. El sujeto activo del delito se hace entregar un bien patrimonial, por medio del engaño o amparándose en cláusulas abusivas existentes en un contrato.
En Estados Unidos, por definición, fraude incluye toda práctica deshonesta llevada a cabo con la intención de causar daño o de privar a otro de sus derechos. El fraude en los Estados Unidos es ilegal tanto a nivel federal como estatal. Que un acusado de fraude enfrente cargos federales o estatales dependerá de múltiples factores, incluyendo quién es la víctima del fraude y los mecanismos utilizados para llevar a cabo el engaño.[5]
En México, los fraudes previstos y sancionados por su legislación penal constituyen, específicamente, delitos autónomos y para solucionar los viejos conflictos de clasificación, varió radicalmente el sistema de exposición reglamentaria del delito, y actualmente no existe distinción entre el fraude genérico y los especificados; todos ellos están enumerados diferenciada y autónomamente, teniendo cada uno de los tipos legales de fraude, como constitutivos.no aplica en instituciones financieras mientras no exista una demanda por parte del inconforme o afectado ,siempre se devera presentar documentación que notifique o sea prueba del fraude, las instituciones financieras en México suelen amenazar a sus trabajadores con esta palabra (fraude).
En España el fraude alcanza a múltiples sectores. El fraude fiscal en España alcanzaría unos 80.000 millones de euros anuales, el 8% del PIB.[6]
Algunos de los fraudes bancarios más importantes en España son los siguientes: