Madracis es un género de corales que pertenece a la familia Pocilloporidae, del orden Scleractinia.
Madracis | ||
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Madracis auretenra | ||
Taxonomía | ||
Reino: | Animalia | |
Filo: | Cnidaria | |
Clase: | Anthozoa | |
Subclase: | Hexacorallia | |
Orden: | Scleractinia | |
Familia: | Pocilloporidae | |
Género: |
Madracis Milne Edwards & Haime, 1849[1] | |
Especie tipo | ||
Madracis asperula Milne Edwards & Haime, 1849 | ||
Especies | ||
Véase texto | ||
Sinonimia | ||
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Sus especies pueden ser hermatípicas, constructoras de arrecifes de coral, o no serlo. Incluso la misma especie, en el caso de Madracis pharensis, en el Mediterráneo no posee zooxantelas, mientras que en el Caribe si.
El Registro Mundial de Especies Marinas reconoce las siguientes especies en Madracis:[1]
Forman colonias ramificadas, lobulares, laminares, columnares o incrustantes. Variando las características morfológicas en colonias de la misma especie según las condiciones ambientales, como luz, corrientes, materia orgánica disuelta en el agua, etc, mostrando una gran plasticidad fenotípica.[2]
Los coralitos pueden estar ampliamente espaciados, o muy compactos, sobre la superficie de la colonia. Son de forma redondeada, angular o ligeramente poligonal. Normalmente tienen 10 septos fusionados con la columela, que está bien desarrollada. El coenosteum, o parte común del esqueleto de la colonia, suele presentar finas espículas de calcita.[3]
Los pólipos son de color amarillo, crema, verde, rosa, rojo, gris o marrón, y, salvo excepciones, están extendidos sólo de noche.
Viven, tanto en arrecifes de coral localizados en mares tropicales, en zonas poco profundas, como en aguas templadas, y a profundidades de más de 1000 m. Su rango de profundidad es entre 0 y 1220 m,[1] aunque se reportan localizaciones hasta los 7956 m, y en un rango de temperaturas entre -0.41 y 28.89 °C.[4]
Se distribuyen en aguas cálidas y templadas de los océanos Atlántico, Índico y Pacífico, incluidos el mar Mediterráneo y el mar Rojo.[5]
Las especies hermatípicas contienen algas simbióticas, llamadas zooxantelas, en sus tejidos. Las algas realizan la fotosíntesis produciendo oxígeno y azúcares, que son aprovechados por los pólipos, y se alimentan de los catabolitos del coral (especialmente fósforo y nitrógeno).[6] Esto les proporciona entre el 75 y el 95% de sus necesidades alimenticias, el resto lo obtienen atrapando plancton microscópico y materia orgánica disuelta en el agua. Las especies sin zooxantelas limitan su alimentación a los dos últimos métodos reseñados.
Se reproducen asexualmente mediante gemación y por rotura de alguna de sus ramas. Sexualmente son hermafroditas y producen gametos masculinos y femeninos en su mesenterio. Se denominan pseudo-criadores, ya que expulsan al exterior larvas sin signos de crecimiento interno.[7] Las larvas una vez en el exterior, permanecen a la deriva arrastradas por las corrientes varios días, y, tras deambular por la columna de agua marina, se adhieren al sustrato o rocas, dando lugar a la metamorfosis a forma pólipo, segregando calcita para dotarse de un esqueleto, o coralito, y comenzar su vida sésil. Replicándose después por gemación, dando origen así a la colonia coralina.