Los libros y la noche es una película documental coproducción de Argentina y España filmada en colores dirigida por Tristán Bauer sobre su propio guion que se estrenó el 27 de abril de 2000 y que tiene como tema aspectos de la vida de Jorge Luis Borges.
Los libros y la noche | ||
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Ficha técnica | ||
Dirección | Tristán Bauer | |
Ayudante de dirección |
Carolina Scaglione (Asistente de Dirección) | |
Dirección artística | Abel Facello | |
Producción |
Belén Giménez (Productor delegado) Diego Dubcovsky (Dirección de producción) | |
Guion | Tristán Bauer y Carolina Scaglione | |
Música |
Federico Bonasso Alfonso Devita (Dirección musical) | |
Sonido | Martín Grignaschi | |
Fotografía |
Javier Julia Tomás Vignau (en Ginebra) | |
Montaje | Alejandro Brodersohn | |
Vestuario | Valentina Bari | |
Protagonistas | ||
Ver todos los créditos (IMDb) | ||
Datos y cifras | ||
País | ||
Año | 2000 | |
Género | Documental | |
Duración | 78 minutos | |
Clasificación | SR | |
Idioma(s) | Español | |
Compañías | ||
Productora | ||
Distribución | Distribution Company | |
Ficha en IMDb Ficha en FilmAffinity | ||
La frase los libros y la noche es del Poema de los dones de Borges.
Nadie rebaje a lágrima o reprocheesta declaración de la maestría
me dio a la vez los libros y la noche.
de Dios, que con magnífica ironía
Una aproximación a Borges mediante la recreación de algunas de sus obras y la escenificación de varios aspectos de su pensamiento y de su vida.[1]
Se ejecutan la Sonata para piano en Mi Mayor Opus 109 de Ludwig van Beethoven, el Trío para piano en Do Menor Opus 101 de Johannes Brahms, la Suite para violonchelo Nro 6 en Re Mayor de Johann Sebastian Bach, Stabat Mater de Giovanni B. Pergolesi y la Milonga de Jacinto Chiclana de Jorge Luis Borges. Los intérpretes son Gabriela Olcese en violín, Daniel Tavella en violonchelo, Eduardo Olcese en piano y Moira Santa Ana en guitarra.
Pablo Suárez en el sitio web cineismo opinó:
”Esta película… busca evocar la figura de Jorge Luis Borges e internar al espectador dentro del universo borgeano. No es de sorprender que con una premisa tan ambiciosa no encuentre prácticamente nada de lo que busca. También es probable que interne a más de un espectador en un estado de tedio casi letal.[2]
Pablo O. Scholz escribió en Clarín:
…es, por momentos, una lograda recreación del universo borgeano. Un Borges sencillo, tímido, barroco, que dice escribir por símbolos para mantenerse oculto. Un Borges misántropo, cuyo destino debía ser literario....Bauer se le anima a la animación 3D allí donde la precisa, como por ejemplo en la inacabable caída de su protagonista en el laberinto de tiempo y espacio infinitos de una biblioteca...Walter Santa Ana cumple una actuación memorable como el viejo Borges. Su buen trabajo no radica en la preocupación por la semejanza física o gestual, sino en poder transmitir desde su voz el sentir y el pensamiento de Borges.[3]
Gustavo Noriega en El Amante del Cine dijo:
«No hay cariño por el personaje ni irreverencia: es como si lo hubieran metido en una máquina de hacer documentales.»[1]
Stella Maris Floris en Sin Cortes escribió:
«Acierta con los efectos especiales sin perder el clima intimista y coloquial mostrado en toda la película. Acierta en la selección de cuentos y poesías del escritor.»[1]
Premios Cóndor 2001