Juliana, más conocida como la India Juliana, es el nombre cristiano de una mujer del pueblo cario —parcialidad guaraní ubicada entre los ríos Manduvirá, Tebicuary y Paraguay—[6] que vivió en la recién fundada Asunción, en el Paraguay colonial temprano, conocida por matar a un colono español entre 1539 y 1542.[3][4][5] Fue una de las muchas indígenas de la región que fueron entregadas o robadas por los españoles,[4][5] forzadas a servirles y tener hijos bajo un régimen de esclavitud sexual.[7][8][9] El territorio estaba gobernado por Domingo Martínez de Irala, elegido por sus pares en 1538 tras la desaparición en una expedición del gobernador designado Juan de Ayolas.[10] Después de la destrucción de Buenos Aires en 1541, Asunción recibió un número mucho mayor de españoles y fue declarada oficialmente ciudad.[11][12] Dado que el área no era rica en minerales como habían previsto, los colonos generaron riqueza a través del trabajo forzado de los indígenas,[4][11] y en Asunción se usó el comercio de esclavos.[13]
Juliana | ||
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Representación moderna de la India Juliana, utilizada en el logotipo de una escuela de la organización paraguaya CONAMURI. | ||
Información personal | ||
Nacimiento |
Siglo XVI Cuenca del río Paraguay | |
Fallecimiento |
ca. 1542[1] Asunción, Gobernación de Nueva Andalucía, Imperio Español (actual República del Paraguay) | |
Causa de muerte | Ejecución por desmembramiento[2] | |
Etnia | Cario, parcialidad de los guaraníes[3] | |
Información profesional | ||
Ocupación | Sirvienta | |
Conocida por | Matar a un colono español —su marido o su amo— e instar a otras mujeres indígenas a hacer lo mismo.[4][5] | |
Tras llegar a España la noticia de la probable muerte de Ayolas, el explorador Álvar Núñez Cabeza de Vaca fue declarado adelantado y enviado a Asunción para tomar el poder, llegando a la ciudad en 1542.[10][3] Sin embargo, la presencia de Cabeza de Vaca provocó descontento entre los pobladores, siendo apresado y devuelto a España en 1544.[10][14] La historia de la India Juliana proviene de sus crónicas, así como de los de su escriba Pero Hernández, ambos redactados por este último en 1545.[3][15] Según estas fuentes, la India Juliana envenenó con hierbas a un colono español llamado Ñuño de Cabrera —ya sea su esposo o su amo— y fue liberada a pesar de haber confesado el crimen.[1][2] Según su relato, a su llegada a Asunción, Cabeza de Vaca se enteró del crimen e impunidad de Juliana, quien incluso se jactaba de sus acciones ante sus compañeras.[4][5][1] En respuesta, ordenó su ejecución por desmembramiento,[2] como castigo por el crimen y como aleccionamiento a las demás mujeres indígenas para que no hicieran lo mismo.[1][4][5] El relato de Cabeza de Vaca se presentó como prueba judicial al Consejo de Indias y pretendía mostrar la mala gestión de la región por parte de Irala durante la ausencia de Ayolas.[3][4][15]
La India Juliana es considerada una de las figuras más destacadas en la historia de las mujeres de Paraguay,[16][17][18][19] y su incitación a otras mujeres a matar a sus amos es considerada como una de las primeras insurgencias indígenas registradas de la época.[20][21][22] A partir del relato de Cabeza de Vaca, han surgido numerosas versiones de la historia de la India Juliana, con diversas connotaciones ideológicas.[4] Aunque el núcleo de su historia suele ser el mismo, los relatos difieren en detalles como la fecha de los hechos, la forma en que mató a Cabrera —algunos afirman que lo apuñaló con una espada o lo decapitó con una daga— y el método con el que fue ejecutada, como ahorcamiento, hoguera o decapitación.[4][5] Aunque algunos han considerado a la India Juliana una facilitadora de los españoles y forjadora de la nación paraguaya,[4] otros la reclaman como una rebelde y símbolo de la resistencia indígena a la colonización.[5][23] Varias interpretaciones modernas la describen como una feminista,[5][24][23] y tanto activistas como académicas reivindican su figura.[4][5][25] La historia de la India Juliana ha sido objeto de numerosas obras de ficción histórica.[4][5] Una calle de Asunción lleva su nombre desde 1992, una de las pocas nombradas a partir de una persona indígena en lugar de una etnia en conjunto.[4][26]