Hugo Idrovo (Guayaquil, 31 de agosto de 1957) es un cantante, compositor, escritor e historiador ecuatoriano. Durante los años 80 formó la agrupación de rock-blues Promesas Temporales. Es conocido por canciones como "Gringa Loca", "Venenoso Batracio", "Montañita", "Niña Mala" o "Todos los cholos"[2] . Su obra extensa, "gira con su fuerza centrífuga a través de ritmos vernáculos como el albazo enlazado al blues más primigenio. Su obra junta la bomba afro del valle del Chota y las rugosidades del rock. Su obra va del pasado al presente: la chanson francaise y la romanza.[3] Fusiona ritmos como el rock y el blues con música criolla ecuatoriana, e influye sobre las nuevas generaciones que buscaban un sonido basado en nuestras raíces y en permanente diálogo con las diversas identidades ecuatorianas. Es un referente válido de lo que se puede considerar la nueva canción ecuatoriana. La música de Hidrovo refleja la complejidad de las culturas urbanas de Quito, Guayaquil y Cuenca, “La calle tiene su argumento, y es que en cada momento, tú debes sobrevivir” nos dice una canción Hugo Hidrovo que puede servirnos para pensar en la conflictividad de la calle, en la urgencia de los individuos por sobrevivir.[4]
Hugo Idrovo | ||
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Información personal | ||
Nacimiento |
31 de agosto de 1957 (67 años) ![]() | |
Nacionalidad | Ecuatoriana | |
Información profesional | ||
Años activo | 1976 — actualidad | |
Géneros | Rock, Blues, Jazz, Son, Pasillo | |
Instrumentos | Guitarra, voz. | |
Artistas relacionados |
Promesas Temporales Hector Napolitano Alex Alvear | |
Hugo Idrovo | ||
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Director Provincial del Ministerio de Cultura y Patrimonio por Galápagos | ||
2009-2012 | ||
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Información personal | ||
Nacimiento | 31 de agosto de 1957 | (67 años)|
Nacionalidad | Ecuatoriana | |
"Hugo Idrovo es reconocido como el cantautor contemporáneo más importante enEcuador, por lo menos para audiencias de clases medias y altas en las principalesciudades del país. Parte de su voluminosa obra musical ha sido publicada en La Saga y El Gozo (Idrovo 1998)". [5]
Hugo Idrovo nació en Guayaquil, siendo sus padres el aviador Hugo Idrovo Vicuña y Carmen María Pérez Ortiz. Desde niño, le gustaba la música, el dibujo y la aviación. En 1975 crea sus propias canciones y su abuela Carmela le regala una guitarra acústica y hereda más de cien discos de blues, rock y salsa. Fueron momentos decisivos en su vida, a los 18 años de edad con valor y sentido descubrió que su pasión era la música y el arte.[6]
Sus influencias musicales fueron entre otros artistas Los 5 Latinos, Elvis Presley, Jerry Lee Lewis y Ray Charles por influencia de su padre, mientras que por su madre, los pasillos y boleros de Benítez y Valencia, Cuco Sánchez, Roberto Ledesma, Bobby Capó. Considera sus ídolos a Milton Ray, Fernandino y Paul Sol.
La educación primaria la hizo en la Urdesa School. Viajó y residió un año en Brasil. Regresó a Ecuador cuando tenía ocho años y estudió en la primaria Abdón Calderón y en el Colegio Javier de Guayaquil. A partir de aquí, incursiona por el arte y las ciencias sociales. A los 15 años ingresó al Aero Club de Ecuador para empezar su preparación aérea con ayuda de su padre, pero al no superar ninguna de las pruebas visuales, no pudo ejercer como piloto. Tras esta experiencia, y con apoyo de su madre y abuela, ejercería sus primeros pasos en la actividad musical, trasladándose temporalmente a la ciudad de Quito.
De regreso en Guayaquil, fue invitado a tocar en una kermés en el colegio Panamericano. Tras eso, un amigo del Colegio Javier lo llamó para que forme parte del grupo musical del colegio, con el que participó en un festival intercolegial de música, obteniendo su primer premio junto a Juan Carlos González, que junto con Eduardo Flores conformarían una agrupación durante tres años. Tras la partida de González a Quito y de Flores a Alemania, Hugo Idrovo abandona la carrera de arquitectura que cursaba en la Universidad Católica de Guayaquil y emigra al Perú.
Los artístas independientes en el Ecuador al no tener una escuela y/o esfera social que esté asistida por el Estado, los lleva a todos, tanto a bandas y artistas individuales, a que se autofinancien de distintos medios. Una de las fallas dentro de la industria musical es la falta de apoyo cultural, recursos económicos y lugares donde los interpretes puedan presentar sus obras, lo que interrumpe el crecimiento y el desarrollo de la mayoría de los músicos.[7] Es imprescindible conocer el contexto, para entender la lucha por mantenerse activos, en todos los gnéneros y a casi todos los artístas, y esa es una realidad que constituyó también a Idrovo.
Las letras de Idrovo son y directas cargadas de mucha ironía, de una estructura musical única que, definió su sonido como un ‘Blues Criollo’. Este estilo cautivó a bandas como Cacería de Lagartos, Desus Nova, Rockola Bacalo que definieron la escena independiente a finales de los noventa, pero su rayo de acción fue más allá, Idrovo arrastraba una trayectoria que inicia a los 15 años cuando se inclinó por el dibujo y la música, debido a un daño congénito en su ojo derecho que lo impidió ingresar al Aero Club del Ecuador. Hugo tuvo que olvidar su sueño de aviador.[6]
A inicios de los años 80, Hugo Idrovo comienza su carrera musical en su ciudad natal y en Quito, capital de Ecuador. Forma parte de un trío con su amigo Juan Carlos González y un chileno; esta experiencia no le gustó, por lo que dejó el grupo. Vivió unos años en Nueva York y regresa en 1983 para formar el grupo Promesas Temporales.
Creado en 1983, el grupo estuvo integrado por Héctor Napolitano (Napo), Alex Alvear, Fernando Albornoz en la flauta traversa, Carlos Cuenca al chello, Fernando Pinto, clarinete; Fernando Valverde, batería; Jorge Gómez y Fabio Segura en percusión. En 1984, la alineación definitiva sería con Hugo Idrovo, Hector Napolitano, Alex Alvear, Dany Cobo, Winfried Schael y David Gilbert.
La banda creaba canciones con géneros como el rock y ritmos afrocaribeños; mezclas de ritmos andinos con instrumentos nada tradicionales con largos solos de violín, viola y guitarras eléctricas.
En marzo de 1986, lanzaron su primer disco, Promesas Temporales, separándose en diciembre del mismo por una presunta persecución política del gobierno de León Fébres–Cordero hacia uno de los integrantes de la banda.
Paralelo a esta banda, Idrovo mantuvo un proyecto de indagación en la música afroecuatoriana llamado LP Arkabuz. Sobre este trabajo discográfico Idrovo comenta que: la música dedicada al pueblo afroecuatoriano formaba parte del último repertorio de Promesas Temporales que debía difundirse, o por lo menos grabarse; fue así como a finales de 1987 invité a Napo a sumarse a mi proyecto de grabación.[6]
Junto a Héctor Napolitano, Hugo Idrovo creó el dueto Arcabuz en 1987. En esta ocasión, su música iría dedicada al pueblo afroecuatoriano. Su repertorio cuenta la historia de cómo llegó el pueblo afro al Ecuador. A partir de 1991, Idrovo fue invitado a crear bandas sonoras para excelentes obras de teatro ecuatorianas como “Cantata a Manuela Sáenz” o “Cruces sobre Noviembre”. En el cine contribuyó a películas como “Entre Marx y una Mujer Desnuda”, “Sueños en la Mitad del Mundo” y la aclamada “Ratas, Ratones, Rateros”. Partiendo de esa práctica, saca su primera producción como solista. En 1993 entra al estudio de grabación por cuatro meses seguidos y en 1994 edita “Cuentos del Río Colgado” que lo ubica como uno de los mejores compositores y músicos ecuatorianos de esos tiempos, condición que va más allá del dominio técnico de un instrumento y se define sobre todo por la sensibilidad.[6]
Otra vez en colaboración con Napolitano realizan “Antología del Encebollado” en 1998. Este disco recopila temas como «Cuando pienses en mi», «Extremaunción», «El sonero se murió», «Gringa loca», «Venenoso Batracio». El título del disco hace referencia a un plato de comida típico de la ciudad de Guayaquil.[6]
En 1999 formó parte del histórico festival Pululahua, Rock desde el Volcán, compartiendo escenario junto a artistas como Jaime Guevara, Pedro Aznar, Fabiana Cantilo, Nito Mestre y otras bandas y músicos.[9] El mismo año participa en la banda sonora de la película Ratas, Ratones y Rateros de Sebastián Cordero. En 2011 contribuye con el tema de apertura de la teleserie Parece que fue ayer de Ecuavisa, ambientada en el Ecuador de los años 70. Cuentos del Río Colgado es el disco que marcó un cisma en su carrera individual. [3]
Entre 1999 y 2007, sin abandonar su carrera artística, trabajó como gestor cultural independiente, procurando fomentar el desarrollo de la cultura, arqueología, educación ambiental, el arte y la difusión de la historia humana de las islas.[6] Es miembro de la Academia Nacional de Historia (el primer miembro correspondiente para Galápagos) desde 2017. [1]
La obra de Idrovo, es una fuente primordial para estudiar conceptos y categorías de análisis social. Existe un libro que se basa en su obra para entender las "representaciones de género" en el arte ecuatoriano, en tanto un campo de producción cultural. En este trabajo académico se habla de la "centralidad temática del drama heterosexual, el cual reconoce en el pasillo, la única forma musical reconocida popularmente como “ecuatoriana”, aunque sus orígenes históricos se hallen en disputa".[5] La manera en que Idrovo plantea la historia contada en canciones como "Venganza" sumadas al performance de ese texto, en el marco de algunos conciertos en Guayaquil, aunado con los cambios en la entonación y rítmicas y las reacciones suscitadas entre las audiencias, junto con comentarios sueltos escuchados durante el concierto sirvieron de base para analizar la forma de entender esas "representaciones de género" y por ende, la forma en que se asume así mismo el habitante de las ciudades ecuatorianas.[5]
Fue director provincial del Ministerio de Cultura en Galápagos en el 2016.[10] época en la que saltó un escándalo por supuesto plagio, al cantautor español Joaquín Sabina, denostado por la asambleísta Lourdes Tibán.[10]
La importancia de la obra de Hugo Idrovo radica en su sintonía con lo vernáculo, con las raíces ecuatorianas, americanas y su profundo diálogo con influencias tradicionales de los pueblos afro del mundo. Su sentir artístico que explora en los cuerpos, en la plástica, dotando de partituras musicales a grandes obras de teatro, de radio y de cinematografía.[6]
Escribió y publicó libros tales como:
Como artista plástico ha creado una variedad de obras plumillas, óleos, ilustraciones, cómics; todos con temáticas sociales. Han sido mostradas en el barrio Las Peñas y en la Universidad Católica de Guayaquil. Además de murales en la ciudad de Quito, principalmente; en el parque La Carolina, El Ejido, etc. El 4 de abril de 2016, el Gobierno Nacional a través de un acuerdo ministerial suscrito por Ana Rodríguez, ministra de Cultura y Patrimonio, reconoció a Hugo Idrovo con el Merito Cultural por sus cuarenta años de trayectoria artística, y a la vez, por ser un referente nacional e internacional de la cultura contemporánea.[6]
Idrovo siempre destacó su conciencia social ligada a su producción artística, con letras que reflejaban la diversidad, las identidades y los sufrimientos de sujetos marcados por la soledad, el desempleo y el desamor, lo que dibujaba una ruta directa con nuestra idiosincrasia que incluía matices y contradicciones, y el sinsabor de ser ecuatoriano.[6] Activista Cultural Galápagos del Ministerio de Cultura y Patrimonio del Ecuador (2007-2009); Presidente del San Cristóbal Surf Club(2012-2013); Director Provincial Galápagos del Ministerio de Cultura y Patrimonio del Ecuador (2009-2017). Este es un aspecto fundamental de la vida de Hugo Idrovo.
Para el año 2000 la sociedad ecuatoriana disfrutaba de muy pocos talentos nacionales tales como la agrupación Tranzas, Tercer Mundo, Right o Hugo Hidrovo.[7] De ahí la necesidad de re-crear los espacios de espontaneidad musical.
Festival Pululahua, Rock desde el Volcán. se realizó en febrero de 1999, 386 músicos de varias latitudes, un equipo de producción de más de 600 personas, un regimiento de la Policía Nacional, un escuadrón del Ejército ecuatoriano, la Cruz Roja, la Defensa Civil, las Brigadas Verdes, el 911, y mezclas musicales: Hippies, punks y yuppies. [20]
Festival Centenario de la Revolución Rusa y la conmemoración de los Cincuenta años de la caída del Che en Bolivia organizado por el Comité Pro Cien Años de la Revolución de Octubre.[22]
Quinta edición de Universos Sonoros, organizado por la Universidad de las Artes y su Escuela de Artes Sonoras, en la que el ecuatoriano Hugo Idrovo decidió compartir con la audiencia un trabajo que ansiaba versionar: temas de otros autores que han sido fundamentales en su formación, al cierre de la jornada inaugural, el también historiador compartió canciones de Bobby Capó, Benito de Jesús, Danny Daniel, Héctor Ulloa, los temas interpretados por Julio Jaramillo y de otros autores latinoamericanos.[23]