Un foro venalio (latín: forum venalium; pl. fora venalium) era un mercado dedicado a la comercialización de productos alimenticios en la Antigua Roma durante la República y el Imperio romano. Estos foros mercantiles eran extensiones del Foro Romano e incluían estructuras específicas para los comerciantes, construidas tanto en la época republicana como, principalmente, en la imperial.[1]
En su obra Política, Aristóteles proponía que una ciudad debía tener tanto una plaza libre en la que «no se admitiera a ningún trabajador manual, agricultor ni nadie por el estilo a menos que fuera convocado por las autoridades», como un mercado «donde se realizaran las compras y ventas... en un lugar separado, convenientemente situado para todos los productos enviados desde el mar y traídos del campo».
Los diversos foros venalios tenían un tamaño reducido en comparación con los foros civiles (fora civilia), más grandes, como el Foro Romano, el Foro de César o el Foro de Augusto. Basta pensar en las expropiaciones y compras de terrenos para el foro querido por Julio César o en las poderosas obras de excavación de la elevación montañosa que conectaba el Quirinal con la colina Capitolina para la construcción del Foro de Trajano.
En la época arcaica, el Foro Romano se utilizaba para juegos atléticos y con fines comerciales. Sin embargo, con el desarrollo de la sociedad de la antigua Roma hacia formas más complejas, el foro se convirtió en un centro político y económico donde los banqueros e intermediarios tenían sus oficinas. La Curia, sede del Senado romano y el templo de Saturno, sede del tesoro público (Ærarium), representan perfectamente estos dos aspectos.
El proceso de separación de las diferentes actividades de la sociedad romana, debido al crecimiento de la ciudad y al aumento de los negocios provinciales, es claro desde el principio y, resulta aún más evidente, durante el Imperio con la construcción de los distintos foros imperiales, símbolos de la propaganda política llevada a cabo por los emperadores, y los foros venalios, creados durante el Imperio a lo largo del Tíber, con la especialización en la compraventa de un tipo concreto de alimentos: el Foro Boario para la compraventa de ganado convertido en un centro portuario al tiempo que comercial,[2] el Foro Holitorio para las hortalizas, el Foro Piscario para el pescado, el Foro Vinario para el vino, el Foro Pistorio para el pan, el Foro Suario para el cerdo, el Foro Cupedinario (Forum Cuppedinis)[3] para los alimentos de lujo, etc.