La embolia grasa o síndrome de embolismo graso es la obstrucción de un vaso arterial por un émbolo graso. Ocurre cuando la grasa entra en el sistema sanguíneo.[1] Los síntomas ocurren normalmente en un solo día.[1] Estos pueden incluir petequia, reducido nivel de conciencia y dificultad para respirar.[1] Otros síntomas pueden ser fiebre y baja salida de orina.[2] El riesgo de muerte es alrededor del 10%.[2]
Síndrome de embolismo graso | ||
---|---|---|
Corte microscópico de los pulmones que muestra un vaso sanguíneo con material fibrinoide y un espacio vacío, indicativo de la presencia de lípidos disueltos durante la tinción. Tinción de hematoxilina y eosina. | ||
Especialidad | Ortopedia, traumatología, pulmonología, cuidados intensivos | |
Síntomas | Erupción petequial, disminución del nivel de conciencia, disnea | |
Complicaciones | Trastorno de personalidad, convulsiones | |
Causas | Fractura ósea, pancreatitis, trasplante de médula ósea, liposucción | |
Diagnóstico | Basado en síntomas | |
Diagnóstico diferencial | Embolia pulmonar y neumonía | |
Prevención | Temprana estabilización del/los huesos largos | |
Tratamiento | Tratamiento sintomático | |
Pronóstico | 10% de riesgo de muerte | |
Frecuencia | Raro | |
Sinónimos | ||
Embolismo graso, embolia grasa, émbolo graso | ||
El embolismo graso es el resultado de fracturas de huesos como los fémures o la pelvis.[1][3] Otras causas pueden ser pancreatitis, una cirugía ortopédica, trasplante de médula ósea y liposucción.[2][3]
El tratamiento suele ser sintomático.[4] Esto puede incluir oxigenoterapia, fluidos por intravenosa, albuminuria y ventilación mecánica.[2] Aunque es común que aparezcan pequeñas cantidades de grasa en la sangre después de una fractura ósea,[3] el síndrome de embolia grasa es poco común.[4] La afección fue diagnosticada por primera vez en 1862 por Zenker.[1]
Hay un periodo mudo que dura 2 o 3 días tras el factor etiológico. También hay una forma fulminante con parada cardiorrespiratoria (1 %).
Tras el periodo mudo se da: