El derecho de las obligaciones o derecho patrimonial pasivo es una rama del Derecho civil que estudia la obligación jurídica, sus fuentes, clases, efectos y vías de extinción.[1]
Las fuentes de las obligaciones son «los hechos jurídicos que les dan origen».[2] Estos son: los contratos, los cuasicontratos, los delitos, los cuasidelitos y la ley.
El Derecho de los contratos estudia la formación y efectos de estos, particularmente la responsabilidad civil que se deriva de su incumplimiento.[3]
Si bien el derecho de los contratos trata la formación y efectos de los contratos en general, también se ocupa de los contratos más importantes, en especial a los cuales dota de sus elementos típicos. Cabe mencionar entre los contratos más importantes a la compraventa, el arrendamiento, el de transporte, el de trabajo (objeto de estudio del Derecho Laboral), el mandato, la sociedad, la hipoteca y la prenda.
Según el Derecho Civil encontramos los siguientes tipos de contratos:[4]
Son cuasicontratos los hechos lícitos y puramente voluntarios, de los que resulta obligado su autor para con un tercero y a veces una obligación recíproca entre los interesados.
En el contexto del Código Civil, un delito se entiende como un acto ilícito que causa daño a otra persona y genera una obligación de reparar el daño causado.
Acción dolosa que produce daño. Para que sea un delito civil, debe ser doloso.
Según la clase de prestación, la obligación puede ser de dar, hacer o no hacer.[5]
La responsabilidad civil contractual es el conjunto de consecuencias jurídicas que la ley le asigna a las obligaciones derivadas de un contrato. Como efecto jurídico, tiene su fundamento en la interacción de dos fenómenos jurídicos: la ley del contrato y el derecho de prenda general de los acreedores.
Por medio del primero, se entiende que todo contrato legalmente celebrado constituye una verdadera ley para los contratantes, y no puede ser invalidado sino por su consentimiento mutuo o por causas legales. De esta manera, todo contrato lleva consigo una fuerza obligatoria que constriñe al deudor a cumplir su prestación.
Por su parte, el derecho de prenda general de los acreedores permite a cualquier acreedor solicitar al tribunal el cumplimiento de la obligación, mediante la realización de todos los bienes embargables del deudor, sean presentes o futuros, si este no efectúa un cumplimiento voluntario, perfecto, íntegro y oportuno de su obligación.