Colaptes naroskyi es una especies de ave extinta que integra el género Colaptes, de la familia de los comúnmente denominados pájaros carpinteros. Tuvo una amplia distribución temporal y geográfica en la región centro-oriental del Cono Sur de Sudamérica.
Colaptes naroskyi | ||
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Rango temporal: Pleistoceno inferior-Pleistoceno tardío 1,2 Ma - 0,01 Ma | ||
Estado de conservación | ||
Extinto | ||
Taxonomía | ||
Reino: | Animalia | |
Filo: | Chordata | |
Clase: | Aves | |
Orden: | Piciformes | |
Familia: | Picidae | |
Género: | Colaptes | |
Especie: |
†Colaptes naroskyi Agnolín & Jofré, 2017 | |
Esta especie fue descrita originalmente en el año 2017 por los paleontólogos Federico Lisandro Agnolín y Guillermo Jofré, constituyéndose en la primera especie extinta entre los Piciformes sudamericanos en ser publicada.[1]
La localidad tipo referida es: “Yacimiento ‘La Curva del Chancho’, en las coordenadas: 34°40′50″S 58°48′34″O / -34.68056, -58.80944, a orillas del río Reconquista, a unos 300 m al sur del puente Cascallares, en la localidad de Agustín Ferrari, partido de Merlo, provincia de Buenos Aires, Argentina”.[1]
El ejemplar holotipo designado es el catalogado como: MFJM 00639; se trata de un esqueleto incompleto y parcialmente articulado. Fue depositado en la colección del museo Francisco Javier Muñiz (MFJM), ubicado en el partido de Moreno, provincia de Buenos Aires, Argentina.[1]
Etimológicamente, el término genérico Colaptes deriva de la palabra en idioma griego: kolapto, que significa ‘picotear’, ‘herir la corteza’, en referencia a los hábitos tróficos de estas aves.[2]
El epíteto específico naroskyi es un epónimo que refiere al apellido de la persona a quien fue dedicada, el ornitólogo y naturalista argentino Samuel “Tito” Narosky, uno de los precursores y promotores de la observación y conservación de las aves y sus hábitats.[1]
Estratigráficamente, los estratos portadores del holotipo —y de los ejemplares de la misma localidad— corresponden al miembro Jáuregui, de edad Pleistoceno superior temprano (75 000 a 30 000 años AP), siendo asignados al “Belgranense continental”, “Lujanense inferior” o “Bonaerense tardío”.[6][7][8]
En sintonía con el esquema paleoambiental propuesto a nivel regional, los estratos portadores se habrían depositado en un contexto de ambientes abiertos áridos a semiáridos de tipo estepario, desarrollados durante ciclos con precipitaciones marcadamente inferiores a las actuales.[1]
De entre todas las especies de Colaptes, Colaptes naroskyi es la de mayor tamaño corporal. Sus patas son extremadamente largas, con una longitud equiparable a las de Campephilus magellanicus, pero de proporciones notoriamente gráciles.[1]
Colaptes naroskyi habitó en el sector centro-este del Cono Sur de América del Sur, en lo que hoy es el centro-oriente de la Argentina y el Uruguay.[1]
Las patas largas y gráciles son posiblemente una adaptación a hábitos caminadores, en ambientes esteparios abiertos, alimentándose mayormente en el suelo, con hábitos semejantes a C. campestris, C. campestroides, C. rupicola, etc., por lo que se postuló que Colaptes naroskyi podría pertenecer a este linaje dentro de Colaptes especializado en este tipo de hábitat, siendo aún más caminador y, por los rasgos de sus alas, con una capacidad de vuelo inferior respecto a dichas especies vivientes.[1]