Un chamanto es un poncho o manta ornamental tradicional de la zona central de Chile, tejida con hilo de seda y lana a doble faz (una clara y otra oscura) que lleva en todo su contorno una huincha.
Se considera una prenda tradicional del huaso, personaje que simboliza la "chilenidad", y como tal se usa en rodeos, presentaciones folclóricas y otras ocasiones especiales. Demandan gran acuciosidad, debido a la finura del hilado de seda y lana, sumado a la complejidad de las ilustraciones que se dibujan en el cruce de los hilos.
Lo que diferencia a esta prenda del resto de las mantas es su reversibilidad, pues sus dos caras están terminadas. Tradicionalmente, el lado oscuro de esta prenda se usa de día; mientras que el claro, de noche. Entre las figuras que engalanan al chamanto están los copihues, espigas de cebada y trigo, zarzamoras, racimos de uva, fucsias, pensamientos y distintas aves que forman parte de la fauna nacional.
Los chamantos adquirieron notoriedad internacional cuando fueron usados por los 21 líderes de la APEC, entre ellos George W. Bush (Estados Unidos) y Vladímir Putin (Rusia), durante la foto oficial de su reunión realizada en Chile en 2004.[1]
Las chamanteras son las personas dedicadas al tejido, en lana y seda, de los chamantos. Las chamanteras más reconocidas del país se encuentran en la comuna de Doñihue, en la Región de O'Higgins, localidad donde aún se mantiene viva esta tradición textil y familiar, la que ha pasado de generación en generación por largos años. Debido a la complejidad en la confección de esta prenda, las chamanteras demoran alrededor de tres o cuatro meses en tejer una de estas piezas, con un costo de aproximadamente un millón de pesos chilenos,[2] unos 1930 dólares estadounidenses.[3]
Se relaciona con la adaptación local de la prenda de los indígenas mapuches denominada sobremakuñ: manta corta colorida con huinchas en sus bordes que incorpora iconografía propia, careciendo de la sobriedad del makuñ o poncho largo, usada por los varones sobre la vestimenta diaria en las festividades y tejida por la madre o esposas de sus portadores.[4][5] El primer registro gráfico de una prenda diferente al tradicional poncho listado es de 1903, donde aparecen las primeras "labores", con el tiempo las mantas se fueron recargando de dibujos recreando los diseños de la tapicería europea del siglo XVIII y XIX. Alrededor de 1940 se introduce el algodón mercerizado ya sea por la escasez de lana importada como por la dificultad de tejer con ella. En 1987 una chamantera de Doñihue tejió una casulla con figuras propias del chamanto (racimos de uva, hojas de parra y espigas de trigo), para el papa Juan Pablo II, durante su visita a Chile.[6] Las chamanteras de Doñihue se hicieron acrededoras del Premio a lo Chileno en su versión 2007.[2]
A inicios del siglo XX las tejedoras hilaban su lana, la torcían y la teñían con tinturas vegetales extraídas de plantas de los alrededores de Doñihue, corresponden a esta época las piezas en tonalidades beige y rosa suaves. Luego de algunas variaciones se dejó de utilizar la lana que fue reemplazada por el algodón y desde los años 1940 se utiliza la variedad mercerizada fabricada por Hilos Cadena, su nombre comercial es "Hilo Chamantero", en algunos lugares se utiliza el hilo Carmencita Cadena. El telar usado es similar al indígena vertical de cuatro palos, pero es totalmente vertical y estacado al suelo en una tarima de madera, las piezas verticales se llaman bastidor y las horizontales quilvos que son móviles y se ajustan mediante cuñas de madera al bastidor. Se usan tres tonones (elementos que permiten separar la urdimbre para con la naveta cruzar de un lado a otro la lana para formar el tejido el cual apretaremos con la paleta), uno largo y tres grupos chicos, además de dos quilvillos. La técnica utilizada es de doble faz con faz de urdimbre —esta estructura está compuesta de dos urdimbres complementarias, lo que significa que ambas urdimbres forman parte de la estructura del tejido, más una trama. La característica distintiva es el hecho de que se produce un efecto negativo-positivo entre ambas caras del tejido—.[7]