Los alimentos ultra-procesados, también conocidos como productos alimenticios procesados (UPF, ultra-processed food por sus siglas en inglés), son alimentos y bebidas que se han sometido a tipos específicos de procesamiento de alimentos físicos, térmicos y/o químicos con el objetivo de mejorar su disponibilidad, seguridad, palatabilidad etc. No existe actualmente una norma legal que establezca una definición específica para el concepto de ultra-procesado aunque por lo general se entienden como alimentos que están diseñados para ser «prácticos, fáciles de consumir, hiperpalatosos y atractivos para los consumidores y, lo que es más importante, el segmento más rentable de las carteras de las grandes empresas de alimentos debido a los ingredientes de bajo costo de estos alimentos».[1][2][3]
Aunque un consumo aislado de estos productos no tiene por que perjudicar nuestra salud, sin embargo, un uso indebido de los mismos se sugiere estar asociado con la obesidad y otros problemas de salud como la diabetes tipo 2 o enfermedades cardiovasculares. El fácil acceso a estos alimentos y sus características culinarias ha llevado a incrementar de manera excesiva su consumo en diversos países lo que ha llevado a a regular los alimentos ultra procesados a través de los etiquetados nutricionales y/o frontales (Nutri -Score, octógonos negros, logotipos...) y restricciones a su venta.[4][5][6][2]
El concepto de alimentos ultra-procesados fue desarrollado inicialmente y el término acuñado por el investigador brasileño en nutrición Carlos Monteiro, con su equipo en el Centro de Investigación Epidemiológica en Nutrición y Salud (NUPENS) de la Universidad de São Paulo, Brasil. Argumentan que «la cuestión no son[7] los alimentos, ni los nutrientes, sino el «procesamiento», y «desde el punto de vista de la salud humana, en la actualidad, la división más destacada de alimentos y bebidas es en términos de su tipo, grado, y propósito del procesamiento».[8] Sin embargo, a día de hoy se sugieren diversas definiciones científicas de los ultra procesados y aunque son diferentes todas están de acuerdo en que un alimento ultra-procesado debe tener las siguientes características:[3][9]
Las especificaciones y definiciones de los alimentos ultra-procesados están disponibles en[10] los informes publicados por las agencias de las Naciones Unidas, más recientemente en 2019, en la literatura, en la base de datos Open Food Facts, y en los medios de comunicación.
El sistema NOVA es el más utilizado para clasificar y estimar la ingesta de alimentos ultra-procesados. Sin embargo, a veces este sistema tienen ciertas limitaciones a la hora de describir ciertos alimentos. Para cubrir estos vacíos también existen otras clasificaciones como los sistemas SIGA o UNC. Los alimentos ultra-procesados, según el sistema NOVA, se definen como: “Las formulaciones de varios ingredientes que, además de sal, azúcar, aceites y grasas, incluyen sustancias alimenticias no utilizadas en preparaciones culinarias, en particular, saborizantes, colorantes, edulcorantes, emulsionantes y otros aditivos utilizados para imitar cualidades sensoriales de alimentos no procesados o mínimamente procesados y sus preparaciones culinarias o para adaptar o disfrazar cualidades indeseables del producto final”, además es difícil reconocer la materia prima original de la que están basados estos productos .[2]
Los alimentos ultraprocesados incluyen por ejemplo:
El sistema de clasificación de alimentos NOVA (un nombre, no un acrónimo) se basa en la naturaleza, el alcance y el propósito del procesamiento industrial de alimentos.[12][11] Los grupos son:
Los alimentos ultra-procesados son una parte importante de las carteras de las corporaciones de alimentos porque dependen de ingredientes de bajo costo y, a menudo, disfrutan de mayores márgenes de beneficio.[14]
Están diseñados para un amplio atractivo para el consumidor. Si bien los fideos instantáneos a menudo se usan como un carbohidrato básico en las comidas regulares, muchos alimentos ultra-procesados a menudo son alimentos discrecionales para los refrigerios entre comidas. Los alimentos ultra-procesados generalmente se benefician de una vida útil más larga, una consideración importante para los consumidores de bajos ingresos sin acceso confiable a refrigeración. Entre otras razones de la popularidad de los alimentos ultra-procesados se encuentran el bajo costo de sus ingredientes principales y la comercialización agresiva a partir de campañas de publicidad intensivas que tienen como público objetivo a aquellos colectivos particularmente expuestos a los diversos medios de comunicación como niños y jóvenes, con reclamos llamativos que incitan a la compra de estos productos. Un informe de Global Health Advocacy Incubator documenta las estrategias de la industria alimentaria para adaptar sus productos a las etiquetas de advertencia como Nutri- Score y otros a través de la modificación de alguno de sus fórmulas, añadiendo o modificando ingredientes.[14]