Aida de Acosta Root Breckinridge (28 de julio de 1884 – 26 de mayo de 1962) fue una socialité y aviadora estadounidense. Fue la primera mujer en volar sola una aeronave motorizada.[1] En 1903, mientras se encontraba en París con su madre, vio por primera vez dirigibles. Poco después, tras recibir únicamente tres lecciones de vuelo, decidió lanzarse a volar por sí misma.
Aida de Acosta | ||
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Información personal | ||
Apodo | Mrs. Oren Root Sr.; Mrs. Henry Breckinridge | |
Nacimiento |
28 de julio de 1884 Elberon, Nueva Jersey (Estados Unidos) | |
Fallecimiento |
26 de mayo de 1962 (77 años) Bedford, Nueva York (Estados Unidos) | |
Nacionalidad | Estadounidense | |
Familia | ||
Padres |
Ricardo de Acosta Micaela Hernández de Alba y de Alba | |
Cónyuge |
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Hijos |
Oren Root IV Alva de Acosta Root | |
Familiares |
Rita de Acosta Lydig (hermana) Mercedes de Acosta (hermana) | |
Información profesional | ||
Ocupación | Aviadora y socialité | |
Conocida por |
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Más tarde en su vida, tras perder la visión de un ojo a causa de un glaucoma, se convirtió en defensora de la mejora de la atención oftalmológica y llegó a ser directora ejecutiva del primer banco de ojos en Estados Unidos.[2][3]
Aida nació en 1884 en Elberon, una zona de la ciudad de Long Branch, Nueva Jersey, hija de Ricardo de Acosta, empresario naviero nacido en Cuba de padres españoles [4] y de Micaela Hernández de Alba y de Alba, considerada descendiente de la Casa de Alba.[5] Entre sus siete hermanos se encontraban las escritoras y socialités Mercedes de Acosta y Rita de Acosta Lydig.
El 27 de junio de 1903, en París, cuando Acosta tenía diecinueve años, el pionero brasileño de la aviación Alberto Santos-Dumont le mostró cómo manejar su dirigible personal, el No. 9. En aquel tiempo, Santos-Dumont era una celebridad en París, acostumbrando a volar su aeronave hasta su restaurante favorito y dejarla “aparcada” en la calle mientras cenaba. Acosta pilotó sola el dirigible de Santos-Dumont desde París hasta el Château de Bagatelle, mientras él la seguía en bicicleta, agitando los brazos y dándole consejos.[6]
Posteriormente, Acosta recordó que, tras su primer aterrizaje, Santos-Dumont le preguntó cómo le había ido. «Muy bien, señor Santos-Dumont», respondió. «¡Mademoiselle —exclamó él—, vous êtes la première aero-chauffeuse du monde!» («Señorita, usted es la primera mujer conductora aérea del mundo»). En efecto, fue la primera mujer en pilotar cualquier tipo de aeronave motorizada, casi seis meses antes de que los hermanos Wright realizaran su primer vuelo en un aeroplano de motor más pesado que el aire.[7]
El primer vuelo concluyó en el campo de polo de Bagatelle, en el extremo norte del Bois de Boulogne, durante un partido entre los equipos de Estados Unidos y el Reino Unido. Los espectadores la ayudaron a descender de la cesta. Tras presenciar parte del encuentro junto a Santos-Dumont, Acosta volvió a subir al dirigible y lo pilotó hasta Neuilly St. James, completando un recorrido que duró en total una hora y media.
Al enterarse sus padres, quedaron horrorizados. Estaban convencidos de que ningún hombre querría casarse con una mujer que hubiera hecho tal cosa, por lo que lograron mantener el suceso en secreto hasta muchos años después, en la década de 1930, cuando Acosta relató la historia a su esposo y a un joven oficial naval, el teniente George Calnan, durante una cena.[cita requerida]
Acosta fue la única persona a la que Santos-Dumont permitió pilotar una de sus numerosas aeronaves. Además, Santos-Dumont, soltero toda su vida y sin conocidos vínculos románticos, mantuvo una fotografía de Acosta en su escritorio, junto a un jarrón con flores frescas, durante el resto de su vida. No obstante, no hay indicios de que Santos-Dumont y Acosta mantuvieran contacto después de su vuelo. Al fallecer Santos-Dumont, se informó que Acosta declaró que apenas lo conocía.[cita requerida]
Aida de Acosta se casó con Oren Root III, hijo de Oren Root II y sobrino del estadista estadounidense y premio Nobel de la Paz Elihu Root en 1908, divorciándose en 1922. Tuvieron un hijo, Oren Root IV (1911-1995), y una hija, Alva de Acosta Root (nacida en 1914 y nombrada en honor a la figura del movimiento sufragista Alva Belmont).[8][9][10][11][12][13][14]
Posteriormente, se casó con el coronel Henry S. Breckinridge en 1927, de quien se divorció en 1947. Breckinridge fue abogado de Charles A. Lindbergh durante el caso del secuestro de su hijo y secretario adjunto de guerra bajo el presidente Woodrow Wilson.[15]
En 1922, Aida desarrolló un glaucoma. Su oftalmólogo fue el reconocido especialista en ojos William H. Wilmer, a quien la revista Time calificó como "el mejor cirujano ocular que Estados Unidos haya tenido".[16] Finalmente perdió la visión de un ojo, pero el cuidado del doctor Wilmer le permitió conservar la visión del otro. Este hecho la inspiró a organizar una campaña de recaudación de fondos que reunió 3 millones de dólares para la creación, en 1925, del Wilmer Eye Institute en el Hospital Johns Hopkins, el primer instituto oftalmológico de Estados Unidos.[2][17][18]En 1945, Aida se convirtió en directora ejecutiva del Eye-Bank for Sight Restoration en Nueva York, el primer banco de ojos de Estados Unidos.[19]