Venus y Marte es la denominación genérica de un episodio muy tratado en la pintura mitológica: la relación entre los dioses Venus-Afrodita y Marte-Ares, que en algunos mitógrafos es adúltera[1] y en otros legítima.[2] Su emparejamiento es altamente simbólico, dado que cada uno representa una muy distinta pasión humana: el amor y la guerra. El fruto de su relación fue Cupido-Eros, por lo que muy a menudo también aparece con ellos.
La iconografía habitual de los tres personajes es: Marte con sus armas (despojado de ellas si está en plena relación amorosa), Venus desnuda (sus atributos suelen ser su cinturón o la manzana de Discordia) y Cupido como putti (niño alado) con arco y flechas.
El tema fue tratado ya en el arte grecorromano.
La popularidad de la escena a partir del Renacimiento se explica suficientemente por la excusa que da a la representación de desnudos (demandados en el mercado de arte y prestigiados por la formación académica de los pintores), aunque a veces se ha buscado otro momento de la relación.
El tema fue tratado por muchos maestros del Barroco y el Clasicismo como los Carracci, Carlo Saraceni, Rubens, Jordaens, Poussin, Luca Giordano, etc. También por los del Neoclasicismo a partir de mediados del siglo XVIII.
Cuando se representa el triángulo amoroso, aparece Vulcano-Hefaistos. Velázquez elige, en cambio, no el momento dramático en que el marido burlado intenta sorprender a los amantes en el lecho, sino el momento en el que Apolo le denuncia la infidelidad (La fragua de Vulcano).
Los amores de Marte y Venus es el título de una fábula mitológica de Juan de la Cueva (finales del siglo XVI).
The Loves of Mars and Venus ("Los amores de Marte y Venus") fue el primer ballet representado en Inglaterra, el 2 de marzo de 1717.[6]