Venilia (en latín Venilĭa), en la mitología romana, es una ninfa acuática que personifica el flujo y reflujo de las olas del mar y también se la asocia con los buenos vientos.[1][2][3] Varrón dice que Venilĭa proviene de venire («venir») y de ventus («viento»). A ello refiere Plauto: «Como dijo aquel que con viento (ventus) favorable fue conducido por el mar en calma: me alegro del viento (ventus)».[4]
Venilia | ||
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Sexo | femenino | |
Cónyuge | Dauno, Jano y Neptuno | |
Hijos | Canente, Turno y Juturna | |
Información profesional | ||
Virgilio nos dice que el padre de Turno era Dauno[5] y que tenía por madre a la diosa Venilia.[6] La hermana de Venilia era Amata, esposa de Latino.[7] Ovidio, por su parte, dice que Venilia tuvo de Jano a Canente, la esposa de Pico cuyos cantos maravillaban a la naturaleza.[8]
Servio identifica a Venilia son Salacia, la esposa de Neptuno.[9] Georges Dumézil cree que Venilia era la paredra de Neptuno. Nos dice que «las dos entidades femeninas asociadas a Neptuno, Salacia y Venilia, expresan dos aspectos, dominios o modos de acción del dios. Salacia puede representar el curso del agua saltadora, rebotante y posiblemente rebelde y peligrosa, y Venilia, el curso del agua tranquila y dócil».[10] El filólogo alemán Walter F. Otto la identifica como una deidad gentilicia de la familia de los Venilii.[11][12]
Una de las montañas del planeta Venus lleva el nombre de la ninfa: Venilia Mons.[13]