Turco-calvinismo o calvino-turquismo[1] es el término dado historiográficamente a las alianzas islamoprotestantes de los siglos XVI y XVII entre los calvinistas europeos y el imperio otomano.[2][3] Estos encuentros tuvieron lugar principalmente en un marco de oposición a la Casa de Habsburgo y su doctrina católica, y se enmarcan en la animadversión hacia los Habsburgo españoles y la simpatía hacia los otomanos de Martín Lutero.
El encuentro entre calvinistas y turcos sucede simultáneamente con los enfrentamientos iconoclastas de 1567, que dieron lugar a la Guerra de los Ochenta Años. El imperio otomano se encontraba en aquel momento en lucha con los Habsburgo por el control de Europa central.[2] En cierta manera, esta peculiar alianza se ve como una continuación de la escandalosa alianza franco-otomana establecida por el rey Francisco I de Francia a principios de siglo. Francia, como país católico, estaba nominalmente opuesta a los poderes protestantes del norte de Europa, pero esto no le impidió unirse a ellos en numerosas ocasiones.[2]
Las Provincias Unidas de los Países Bajos estuvieron estrechamente unidas al imperio otomano.[2] Se intercambiaron embajadas y llegó a establecerse un centro de comercio turco oficiado por griegos en Amberes.[2] Esta conexión estimuló el desarrollo de Amberes por un tiempo antes de que las tropas católicas de Alejandro Farnesio tomasen la ciudad.[2] En 1612, los holandeses ya habían construido una embajada formal otomana, siguiendo la estela de Francia e Inglaterra.[4]