La casa de Habsburgo (en alemán: Haus Habsburg),[2] también llamada casa de Austria (Haus Österreich), fue una de las más influyentes y poderosas casas reales de Europa. Los Habsburgo ocuparon el trono del Sacro Imperio Romano Germánico de forma continua desde 1438 hasta 1740; en 1745 lo ocupó el duque Francisco III de Lorena como Francisco I, esposo de María Teresa I de Austria, última representate de los Habsburgo, y sería ocupado por los descendientes de ambos, de la Casa de Habsburgo-Lorena, hasta su disolución en 1806 por Francisco II del Sacro Imperio Romano. Ocuparon en distintos momentos los tronos de España, Portugal, Bohemia, Inglaterra, Hungría, Croacia y el Segundo Imperio Mexicano.
Los Habsburgo eran originarios de un modesto castillo en Argovia, actual Suiza. El fundador de la dinastía, el conde Radbot de Habsburgo (c. 985-1045) pasó a controlar el castillo como vasallo del duque de Suabia a principios del siglo XI. Por medio de una ambiciosa política matrimonial y de alianzas, los Habsburgo comenzaron a extender su influencia hasta que en el siglo XIII Rodolfo I de Habsburgo, que por entonces controlaba ya partes de Alsacia y Argovia, logró ser nombrado rey de romanos en 1273 durante el interregno subsiguiente a la muerte de Federico II de Hohenstaufen. El conflicto entre Rodolfo I y el heredero de los Hohenstaufen, el rey Ottokar II de Bohemia, resultó en que los Habsburgo adquirieran los territorios de Austria, Estiria, Carniola y Carintia, que formarían parte de los territorios centrales de la familia durante el resto de su historia. En 1452 el influyente duque de Austria Federico III fue elegido emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, y desde ese momento hasta su disolución los Habsburgo controlaron el trono del Sacro Imperio.
A partir del reinado del emperador Carlos V (1519-1556), la casa de Habsburgo se dividió en dos ramas. La rama principal de los Austrias españoles, que gobernó el Imperio español, se extinguió en 1700 a la muerte de Carlos II de España sin descendencia. La rama cadete de los Habsburgo austríacos, que gobernó el Sacro Imperio Romano y los territorios de Austria-Hungría (y pasó a ser la primogénita tras la desaparición de la española), se extinguió en la línea agnática en 1780 a la muerte de la emperatriz María Teresa I de Austria (1717-1780).
Los descendientes de María Teresa y de su marido, el emperador Francisco I de Lorena (1708-1765), fundarían la casa de Habsburgo-Lorena. Aunque dinásticamente esta rama forma parte de la rama Vaudemont de la casa de Lorena, la casa de Habsburgo-Lorena heredaría las armas y nombres de la patrilinealmente extinta casa de Habsburgo, además de su vocación como Emperadores del Sacro Imperio Romano Germánico, gobernantes de los distintos dominios del Imperio Habsburgo, y grandes duques de Toscana. Tras la disolución del Sacro Imperio, pasaría a gobernar el Imperio Austro-Húngaro.
A lo largo de su historia, los Habsburgo fueron:
El nombre de Habsburgo proviene del castillo suizo de Habichtsburg (Castillo del halcón), la residencia familiar de los Habsburgo durante los siglos XI, XII y XIII, en lo que hoy es el Cantón de Argovia, en el antiguo ducado de Suabia, en la actual Suiza (Suiza no existía entonces en su forma actual, y las tierras suizas formaban parte principalmente del Sacro Imperio Romano Germánico). Desde el sudoeste de Alemania (principalmente Alsacia, hoy Francia, Brisgovia, Argovia y Turgovia) la familia extendió su influencia y asentamientos a los extremos del sudeste del Sacro Imperio Romano Germánico, aproximadamente lo que es hoy en día Austria (1278-1382). En solo dos o tres generaciones, los Habsburgo habían logrado obtener un alcance inicialmente intermitente en el trono imperial que duraría siglos (1273-1291, 1298-1308, 1438-1740 y 1745-1806).
Después del matrimonio de Maximiliano I con María, heredera de Borgoña (que controlaba los Países Bajos) y el matrimonio de su hijo Felipe el Hermoso con Juana, heredera de España y su recién fundado imperio, Carlos V heredó España, Italia del sur, Austria y los Países Bajos. En 1580 su hijo Felipe II heredó Portugal y sus colonias.
Bajo Maximiliano II, los Habsburgo adquirieron primero la tierra donde después construirían el Palacio de Schönbrunn: el palacio de verano de los Habsburgo en Viena y uno de los símbolos más duraderos de la dinastía.
Después de la asignación el 21 de abril de 1521 de las tierras austríacas a Fernando I, por su hermano, el Emperador Carlos V (también rey Carlos I de España) (1516-1556), la dinastía se dividió en una rama austríaca y una española. Los Habsburgo austríacos llevaron (después de 1556) el título de Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, así como de las tierras hereditarias de los Habsburgo y los Reinos de Bohemia y Hungría, mientras los Habsburgo españoles gobernaban sobre los reinos españoles, los Países Bajos, las posesiones españolas en Italia provenientes de la Corona de Aragón, y durante un tiempo, Portugal. Hungría, nominalmente bajo el reinado de los Habsburgo desde 1526 pero en su mayor parte bajo ocupación turca otomana durante 150 años, fue reconquistada en 1683-1699.
Los Habsburgo españoles desaparecieron en 1700 por causa de un rey completamente disminuido e incapaz de gobernar, Carlos II de España aunque la dinastía de los Habsburgo españoles continuó con la descendencia de Don Juan José de Austria (único hijo ilegítimo reconocido por Felipe IV) y de Don Carlos Fernando de Austria y Manrique.[3] Tras la muerte de Carlos II se produjo la Guerra de Sucesión Española, cosa que se repetiría con los Habsburgo austríacos en 1740, originando la Guerra de Sucesión Austriaca. Sin embargo, la heredera del último Habsburgo austríaco (María Teresa) se casó con Francisco Esteban, Duque de Lorena, ambos bisnietos del Emperador Habsburgo Fernando III, pero desde diferentes emperatrices. Sus descendientes continuaron la tradición de los Habsburgo de Viena bajo el nombre dinástico Habsburgo-Lorena. Se especula a menudo que los matrimonios consanguíneos entre ambas líneas contribuyeron a su extinción, pero hubo pocos matrimonios de este tipo en la línea austríaca. La muerte de las jóvenes herederas por viruela fue la causa.
El 6 de agosto de 1806 se disolvió el Sacro Imperio Romano Germánico bajo la reorganización de Alemania del emperador francés Napoleón Bonaparte. Sin embargo, como anticipación de la pérdida de su título de Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Francisco II se declaró a sí mismo Emperador de Austria hereditario (como Francisco I) el 11 de agosto de 1804, tres meses después de que Napoleón se hubiera declarado a sí mismo Emperador de los franceses el 18 de mayo de 1804.
El emperador Francisco I de Austria usó el gran título oficial: «Francisco I, por la gracia de Dios Emperador de Austria; Rey de Jerusalén, Hungría, Bohemia, Dalmacia, Croacia, Eslavonia, Galitzia y Lodomeria; Archiduque de Austria; Duque de Lorena, Salzburgo, Wurzburgo, Franconia, Estiria, Carintia y Carniola; Gran Duque de Cracovia; Gran Príncipe de Transilvania; Margrave de Moravia; Duque de Sandomir, Masovia, Lublin, Alta y Baja Silesia, Auschwitz y Zátor, Teschen y Friul; Príncipe de Berchtesgaden y Mergentheim; Conde de Habsburgo, Gorizia y Gradisca y del Tirol; y Margrave de Alta y Baja Lusacia e Istria, Señor de las Tierras de Volinia, Podlaquia y Berzesz, de Trieste, de Freudental y Eulenburg y de la Marca Víndica ».
En 1867 se dio autonomía efectiva a Hungría bajo los términos del Ausgleich o 'compromiso' (véase Imperio austrohúngaro) hasta la deposición de los Habsburgo de Austria y Hungría en 1918 después de la derrota en la Primera Guerra Mundial.
El líder actual de la familia de los Habsburgo es Carlos de Habsburgo-Lorena, el hijo mayor del Archiduque Otto.
Antes de la ascensión de Rodolfo a rey de Alemania, los Habsburgo fueron Condes en lo que es hoy el sudoeste de Alemania y Suiza.
Después de la muerte Rodolfo III en 1229 y de su hijo Godofredo I en 1271, los Habsburgo-Laufenburg se dividieron en los señores de Laufenburg y los condes de Klekgau. La primera rama de Laufenburg deriva de Rodolfo IV (†1315), hijo de Godofredo, y se extinguió en 1408 al morir Juan IV. La segunda rama de Klekgau deriva de Eberhard I, hijo de Godofredo, y se extinguió en 1415 al fallecer Eggon II, reuniéndose sus territorios con la línea principal de los Habsburgo.
En la Baja Edad Media, cuando los Habsburgo expandieron sus territorios hacia el este, a menudo gobernaron como duques del Ducado de Austria que cubría solo lo que hoy es Baja Austria y la parte oriental de Alta Austria. Las posesiones de los Habsburgo también incluían Estiria y entonces se expandieron hacia el oeste para incluir Carintia y Carniola en 1335 y Tirol en 1363. Sus dispersas posesiones originales en el sur de Alsacia, sudoeste de Alemania y Vorarlberg eran conocidas colectivamente como Austria Anterior. Los duques de Habsburgo perdieron gradualmente sus tierras originales al sur del Rin y el Lago de Constanza por la expansión de la Antigua Confederación Suiza. Los duques de Austria también gobernaron Austria Anterior hasta 1379; a partir de ese año, Austria Anterior fue gobernada por el conde de Tirol.
Debido a que ambos murieron a edad temprana, sus derechos revirtieron a su tío Alberto II.
A la muerte de Alberto II (1358), le heredaron sus hijos Rodolfo IV, Federico III (duque de Carintia, †1362), Alberto III y Leopoldo III; pero dado que los tres últimos eran menores, el gobierno efectivo lo ejerció Rodolfo IV.
A la muerte de Rodolfo IV, sus hermanos Alberto III y Leopoldo III gobernaron juntos las posesiones de los Habsburgo de 1365 a 1379, cuando dividieron los territorios en el Tratado de Neuberg, quedándose Alberto el Ducado de Austria y gobernando Leopoldo Estiria, Carintia, Carniola, Tirol y Austria Anterior.
Segismundo no tuvo hijos y adoptó a Maximiliano I, hijo del duque Federico V (emperador Federico III). Con Maximiliano, las posesiones de los Habsburgo se unirían de nuevo bajo un único gobernante, después de que reconquistara el Ducado de Austria tras la muerte de Matías Corvino, quien residió en Viena y se nombró duque de Austria (1485-1490).
Los Habsburgo reinaron en España constituyendo la estirpe denominada Casa de Austria. En consecuencia, cada uno de aquellos monarcas y todo su linaje ostentaron el de Austria, y nunca el de Habsburgo como apellido familiar. Así figura en todo tipo de documentos, inscripciones, lápidas, creaciones artísticas contemporáneas a ellos, etc. Solo desde finales del s. XX se empieza a generalizar de forma imprecisa el uso del apellido Habsburgo para referirse a los de la dinastía que rigió España durante los siglos XVI y XVII.
Con Carlos II se extinguió la línea de los Habsburgo españoles. Tras la Guerra de Sucesión se impidió el acceso al trono español a los Habsburgo austríacos en beneficio de la Casa de Borbón.
La descendencia del hermano del emperador Fernando II (archiduque Fernando III) fueron archiduques en Austria Anterior y Condes de Tirol desde que el emperador le cediera estos territorios en 1623.
Con María Teresa acaba la casa de Habsburgo como tal, que derivó en la Casa de Habsburgo-Lorena. La nueva Casa real surge cuando el emperador Carlos VI del Sacro Imperio Romano Germánico en sus últimos años de vida emite la Pragmática Sanción de 1713, donde se establece que su hija María Teresa I de Austria, sería la emperatriz germánica y su esposo solo su consorte. Así, los hijos de María Teresa y Francisco de Lorena serían los miembros de la nueva dinastía.
La Casa de Habsburgo-Lorena conservó Austria y las posesiones adjuntas después de la disolución del Sacro Imperio Romano Germánico.
Un hijo de Leopoldo II fue Rainiero de Austria, cuya mujer era de la Casa de Saboya; una hija Adelaida, Reina de Cerdeña, fue la mujer del rey Víctor Manuel II de Piamonte, Saboya y Cerdeña y rey de Italia. Sus hijos se casaron en las Casas Reales de Bonaparte; Sajonia-Coburgo-Gotha (Braganza, Portugal); Saboya (España), y los ducados de Montferrat y Chablis.
Casa de Habsburgo-Lorena, línea principal: Jefes de la Casa de Habsburgo (post-monarquía). Carlos I fue expulsado de sus dominios después de la Primera Guerra Mundial con la disolución del Imperio austrohúngaro. Él y su familia perdieron el derecho de herencia o cualquier distinción monárquica.
Francisco II asignó el Gran Ducado de Toscana a su segundo hijo Pedro Leopoldo, que a su vez lo asignó a su segundo hijo después de su ascensión como Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico. Toscana permaneció como dominio de esta rama de cadetes de la familia hasta la unificación de Italia.
Casa de Austria-Toscana: línea de Toscana, posmonarquía
El ducado de Módena fue asignado a una rama menor de la familia por el Congreso de Viena. Se perdió con la unificación de Italia.
Casa de Austria-Este: línea de Módena, posmonarquía
El ducado de Parma fue asimismo asignado a un Habsburgo, pero no estuvo en la Casa mucho tiempo antes de sucumbir a la unificación de Italia. Fue otorgado a la segunda mujer de Napoleón Bonaparte, María Luisa Duquesa de Parma, una hija de Francisco II, Emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, que era la madre de Napoleón II de Francia. Napoleón se había divorciado de su estéril esposa Marie Josèphe Rose Tascher de la Pagerie (más conocida en la historia como Josefina de Beauharnais) en favor de María Luisa.
Maximiliano, hermano del emperador de Austria Francisco José, fue convencido por una delegación mexicana del partido conservador, la Iglesia católica y Napoleón III para asumir el trono de México. El Imperio Mexicano terminó en una derrota militar por el partido liberal, ya que el apoyo militar francés fue retirado antes de tiempo por problemas internos que tuvo el emperador de Francia, aunado a las derrotas que los mexicanos liberales le causaban al ejército francés. Maximiliano fue fusilado por las tropas republicanas de Benito Juárez en el Cerro de las Campanas en Querétaro en 1867.
El ducado de Teschen fue sucedido por Carlos de Austria-Teschen, hijo de Leopoldo II y de María Luisa de Borbón, comandante en jefe del ejército austriaco durante las guerras napoleónicas.
Casa de Austria-Teschen: posmonarquía
La Casa Ducal de Hohenberg desciende de la condesa Sophie Chotek (1868-1914), que en 1900 se casó con el archiduque Francisco Fernando de Austria-Este (1863-1914), el heredero al trono de Austria-Hungría. Como su matrimonio era morganático, ninguno de sus hijos estaba en la línea de sucesión al trono austro-húngaro por los que a su muerte el archiduque Carlos, luego Carlos I, heredaría el trono. Representan la línea agnática superior de la Casa de Habsburgo-Lorena.
Casa de Hohenberg: posmonarquía
El reino de Hungría permaneció en la familia de los Habsburgo durante siglos; pero como el reino no fue estrictamente heredado (Hungría era una monarquía electiva hasta 1687) y fue a veces usado como un terreno de entrenamiento para los jóvenes Habsburgo, las fechas de gobierno no siempre encajan con las de las posesiones principales de los Habsburgo. Por eso, los reyes de Hungría están listados de forma separada.
El reino de Bohemia fue durante siglos una posición elegida por sus nobles. Como resultado, no era una posición automáticamente heredada. El rey de Bohemia tendía a ser un Habsburgo, pero no siempre. Así, los reyes de Bohemia y sus fechas de gobierno están listadas de forma separada.
Desde la ascensión de María Teresa, el reino de Bohemia se unió con las posesiones austríacas.
Dado que desde épocas modernas chocaron los intereses de los territorios regidos por los Habsburgo (Austria y España) y los regidos por las dinastías sucesoras de los Capeto (Valois y Borbón), se intentó suavizar las tensiones conviniendo matrimonios con reyes de Francia.
Los Habsburgo accedieron por primera vez al trono alemán en 1273, con Rodolfo I (1218-1291). Previamente habían obtenido los ducados de Austria, Estiria y Carniola. Volvieron a ostentar la Corona imperial en tiempos de su hijo Alberto I (1250-1308), elegido en 1298, después del interregno de Adolfo de Nassau, al que destronó. Sin embargo, a duras penas consiguió mantenerse como rey de Alemania, gracias al apoyo de Francia, Bohemia y el Papado, porque muchos príncipes alemanes se opusieron hasta que murió asesinado por su propio sobrino, Juan de Suabia, pasando la Corona imperial a la Casa de Luxemburgo. De nuevo consiguieron la corona imperial en 1438, con Alberto II (1397-1439). A partir de entonces, aunque la dignidad imperial siguió siendo teóricamente electiva, quedó vinculada a la Casa de Habsburgo hasta la desaparición del Sacro Imperio (con una breve interrupción en 1740-1745). Le sucedió al frente de la Casa y del Imperio su primo Federico III de Habsburgo (1415-1493), que inició la serie de enlaces matrimoniales que extendieron los dominios de la Casa hacia Europa occidental, al casar a su hijo Maximiliano I (1459-1519) con María de Borgoña, que proporcionó a los Habsburgo los amplios territorios borgoñones de los Países Bajos y el Franco Condado. Su hijo Felipe I el Hermoso (1478-1506), fue rey de Castilla por matrimonio con la heredera de los Reyes Católicos, Juana I la Loca. El hijo de ambos, Carlos V (1500-58), reinó en España con el nombre de Carlos I, antes de ser elegido emperador en 1519. La herencia de Carlos reunía en una sola persona Austria, los Países Bajos, el Franco Condado, Castilla (con Navarra, Granada y las Indias recién descubiertas) y la Corona de Aragón (con Nápoles, Sicilia y Cerdeña). Con él llegó a su apogeo el poderío de la Casa, llegando a concebir un ideal de Monarquía cristiana universal, que fracasó ante la resistencia opuesta a sus planes por Francia y por la reforma protestante, que escindió a la Cristiandad occidental. En la práctica solo fue la más poderosa de las monarquías autoritarias de Europa Occidental con las que competía. Al abdicar en 1556 Carlos repartió sus dominios entre su hermano Fernando y su hijo Felipe, creando así dos ramas de la familia, asentadas respectivamente en Austria y en España.
Fernando I (1503-1564) recibió el Imperio en 1558 junto con los dominios patrimoniales originales de la Casa en Austria. Su matrimonio le proporcionó, además, Bohemia y Hungría. Al morir, la rama austriaca de la Casa se dividió, a su vez, en tres líneas: los Habsburgo de Austria (Rodolfo II y Matías, con quien se extingue esta línea en 1619), los del Tirol (que se extinguen en 1666) y los de Estiria (Fernando II, Fernando III, Leopoldo I, José I…). Estos últimos heredaron la dignidad imperial y acabaron reuniendo de nuevo los dominios repartidos desde la muerte de Fernando I.
La Paz de Westfalia de 1648 supuso la pérdida de poder real del emperador y una mayor autonomía de los trescientos cincuenta Estados resultantes. A todos los efectos, el Sacro Imperio Romano Germánico pasó a ser una confederación de Estados. Después se creó en 1658 la Liga del Rin que interfirió aún más en el poder de la Casa de Austria en España.
Francisco II (r. 1792-1806) fue el último soberano del Sacro Imperio Romano Germánico, disuelto oficialmente el 6 de agosto de 1806 tras las victorias militares de Napoleón Bonaparte. Las guerras contra Francia resultaron en el fin del dominio austríaco sobre los Países Bajos y el Milanesado (1797), así como sus dominios en la orilla izquierda del Rin (1801).