En meteorología, la turbulencia en aire claro (CAT, por sus siglas en inglés) es el movimiento turbulento de masas de aire en ausencia de indicios visuales como nubes, y se produce cuando se encuentran masas de aire que se mueven a velocidades muy diferentes.
La región atmosférica más susceptible a la CAT es la troposfera alta, a altitudes de alrededor de 7000-12 000 metros (7655,3-13 123,4 yd), ya que se encuentra con la tropopausa. Aquí es donde se encuentra con mayor frecuencia la CAT, en las regiones de las corrientes en chorro. A altitudes más bajas, también puede producirse cerca de cadenas montañosas. Las nubes cirros finas también pueden indicar una alta probabilidad de CAT.
La CAT puede ser peligrosa para la comodidad y, en ocasiones, para la seguridad de los viajeros aéreos,[1] ya que los pilotos de aviones a menudo no pueden ver ni anticipar tales turbulencias, y un encuentro repentino puede transmitir una tensión mecánica significativa al fuselaje.
Se prevé que las CAT en la corriente en chorro se intensifiquen y se vuelvan más frecuentes debido al cambio climático,[2] con un aumento de la CAT transatlántica en invierno del 60 % (ligera), 95 % (moderada) y 150 % (grave) para cuando se duplique el CO2.[3]
En meteorología, la turbulencia en aire claro (CAT) es el movimiento turbulento de masas de aire en ausencia de cualquier indicio visual, como nubes, y se produce cuando se encuentran masas de aire que se mueven a velocidades muy diferentes.[4]
En aviación, la CAT se define como «la detección por parte de una aeronave de turbulencias a gran altitud en regiones irregulares sin nubosidad significativa ni actividad tormentosa cercana».[5] Se observó por primera vez en la década de 1940.[6]