El Turbo Warrant (a veces llamado mini future, certificado knockout o simplemente Turbo) es un producto derivado de apalancamiento similar a un contrato de futuros. El Turbo obliga teóricamente al inversor a comprar o vender un activo subyacente (acción, índice, etc.) a un precio determinado (precio de strike) en una fecha futura. Esta estructura hace que el precio del turbo reaccione 1:1 a la evolución del precio del activo subyacente (Delta 1). Si un turbo warrant es de compra recibe el nombre de turbo call, si es de venta será un turbo put. Actualmente, los emisores franceses Société Générale y BNP Paribas son líderes en la emisión de turbos en el mercado español.[1]
En términos de funcionamiento, un Turbo es un producto apalancado. Los Turbos permiten a los inversores controlar una posición mayor al capital invertido, ya que solo requieren cubrir una parte de su valor (la diferencia entre el precio subyacente y el precio de ejercicio). La parte restante es financiada por el emisor. En productos tradicionales basados en margen, como los CFDs y futuros, este préstamo suele ser parcialmente o no asegurado, y requiere que el bróker evalúe la solvencia del inversor o aplique una cuenta de margen prefinanciada para gestionar las posiciones abiertas. Los Turbos son una alternativa muy atractiva a los CFDs ya que están totalmente regulados y los emisores son solventes.
Además, cuentan con un mecanismo de riesgo automático conocido como barrera de knockout, que cierra la posición si el precio del activo subyacente alcanza un nivel determinado, limitando así las pérdidas al capital inicial invertido. Esto proporciona una forma eficiente y transparente de apalancar inversiones, aunque requiere que los inversores gestionen cuidadosamente sus posiciones para evitar pérdidas totales.
Imagine que las acciones de la empresa ABC se negocian a 10 EUR. Un inversor que espera una apreciación puede optar por comprar las acciones directamente, pagando los 10 EUR por acción. Si el precio sube a 13 EUR, el retorno será de 3 EUR o 30% sobre la inversión inicial (Caso 1)[2]
Alternativamente, el inversor puede adquirir un Turbo LONG sobre la acción ABC como activo subyacente. En este caso, el emisor del producto está financiando parte de esa inversión. Suponiendo que el emisor financia 7 EUR, el inversor solo necesita invertir 3 EUR (10 - 7 = 3 EUR). Esta cantidad puede compararse con el capital inicial en una compra de inmueble con financiamiento bancario. (Caso 2)
Si el precio de la acción sube a 13 EUR, el valor del Turbo aumenta a 6 EUR (13 - 7 = 6 EUR). En este caso, el inversor ha duplicado su capital (ganancia de 3 EUR sobre una inversión inicial de 3 EUR, es decir, 100% de apreciación). Este rendimiento es 3.33 veces superior al de una inversión directa, gracias al efecto de apalancamiento proporcionado por el nivel de financiamiento.[3]
Inversión | Beneficio | Rendimiento | |
Caso 1 (sin Turbo) | 10 EUR | 3 EUR | 30% |
Caso 2 (con Turbo) | 3 EUR | 3 EUR | 100% |
No confundir con Warrants clásicos, Multi Warrants o Bonus Warrants. Estos son otros productos que funcionan de manera totalmente diferente. Todos ellos cotizan en la Bolsa de Madrid con liquidez garantizada por el emisor de estos durante toda la sesión bursátil.
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