Los trastornos del control de impulsos es un grupo de trastornos de etiología desconocida que se caracterizan por las acciones irresistibles (el sujeto no puede resistirse al impulso o tentación de llevar a cabo acciones, aunque sean peligrosas para él o los demás). Es importante que la familia conozca este problema.
Se caracteriza por el fracaso repetido de resistir un impulso, pulsión o necesidad de realizar un acto que es gratificante para la persona, al menos en un corto plazo.
Dentro del espectro de trastornos del control de impulsos existe una subcategorización que engloba cinco trastornos que se focalizan en el cuerpo: tricotilomanía, onicofagia, dermatofagia, dermatilomanía y tricofagia.