Torres de Quart

Summary

Las Torres de Quart o Puerta de Quart era una de las dos puertas fortificadas de la muralla medieval de Valencia que aún permanecen en pie. El conjunto está formado por dos torres semicilíndricas unidas por un cuerpo central, donde se abre la puerta propiamente dicha, con forma de arco de medio punto. Están situadas en el cruce de la calle Guillén de Castro con la calle Quart.

Torres de Quart
Bien de interés cultural RI-51-0000970

Fachada exterior
Ubicación
País EspañaBandera de España España
Comunidad Comunidad Valenciana Comunidad Valenciana
Coordenadas 39°28′32″N 0°23′02″O / 39.47568611, -0.383975
Características
Tipo Portal fortificado
Estilo Gótico valenciano
Materiales Mampostería y sillería de piedra caliza
Estado Un poco en mal estado
Propietario Municipal
Visitable Si
Historia
Construido 1441-1460
Constructor Francesc Baldomar Pere Compte y Pere Bonfill

Origen del nombre

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Las Torres de Cuart deben su nombre a que estaban situadas sobre el camino que conducía del centro de la ciudad, desde la plaza de La Virgen donde se ubica la Catedral de Valencia, hasta la población de Cuart de Poblet. Las torres fueron el acceso oeste del tráfico proveniente de Castilla. A las Torres de Cuart también se les ha llamado puerta o portal de Cuarte y puerta de la Cal.

El nombre de puerta de la Cal (en valenciano, Portal de la Calç) se utilizó hasta el siglo XVIII y se debía a que era el punto de entrada de la cal en la ciudad. El portal original es anterior a las torres, era mucho menor en tamaño y recaía sobre un puentecillo sobre la acequia de Favara. Toda la cal que entraba en la ciudad había de pasar por allí, pagando las tasas correspondientes.[1]

 
Vistas desde la esquina de la calle Lepanto de Valencia.

Historia

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Origen

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En el siglo XIV quedó clara la conveniencia de una nueva muralla urbana que fuera más allá del recorrido de las anteriores murallas del siglo XI, ya que tanto el crecimiento de la ciudad como los enfrentamientos con Castilla las hacían necesarias. Por ello en 1356 se inició la erificación de un recinto que incluía los arrabales. Se encomendó la dirección de la obra a Guillem Nebot. que si bien procedió a acabarlas con rapidez, entregó un trabajo poco consistente en algunas partes. Uno de los puntos problemáticos era la puerta del camino de Castilla, que solo estaba protegida por una torre cúbica.[2]

Construcción

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A petición de los Jurados, se derribó el primitivo acceso para sustituirlo por una nueva puerta de estilo gótico valenciano.[2]

La construcción de la puerta fortificada se encomendó a Pere Bonfill, quien comenzó la cimentación hacia 1441. Aunque se ignora parte del proceso, pues los libros de la Fàbrica de Murs e Valls y de Sotsobreria se perdieron, consta que en 1444 comenzó la construcción del portal.[2]

En 1446 se labraron las pechinas del antepecho. Posteriormente se emplazó la clave de la bóveda del portal, sobre la cual Berenguer Mateu pintó las armas reales. En 1453 se colocó sobre el portal, según instrucciones de los Jurados, una estatua en piedra del Ángel Custodio de la ciudad.[2]

Las obras finalizaron en 1460. Sin embargo no fue hasta 1489 que se instalaron las puertas de madera.[2]

Historia posterior

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En 1562 se destinaron a almacén de armas y pólvora de la Diputación Valenciana.[1]

A raíz del incendio de la Casa de la Ciudad (1585) sirvieron de cárcel provisional.[1]​ En 1626 en Consell acordó habilitar una prisión en su interior, que a partir de 1649 fue prisión de mujeres, llamada "La Galera", fundada por el arzobispo y virrey Pedro de Urbina. La prisión funcionó hasta 1868[1][2]

En el siglo XVIII se instaló en su portal la Aduana de Rentas de Carnes y Vino,[1]​ y se derribó la barbacana almenada.[2]

Durante la Guerra de la Independencia las torres sufrieron el ataque de la artillería del Mariscal Moncey, durante el sitio de 1808. Los sitiadores fueron derrotados, las torres resistieron, y como memorial se dejaron las marcas de los cañonazos.[1][2]​ La barbacana que había sido eliminada fue repuesta.[2]

En 1813, las tropas gubernamentales ocuparon las torres.[2]​ En 1823, instalaron en ellas una prisión militar que permanecería allí hasta 1931. En 1873, fueron bombardeadas por el ejército de la Primera República enviado a poner fin a la insurrección cantonal.[1]

Por decreto de 3 de junio de 1931 fueron declaradas monumento Histórico Artístico Nacional. En 1933 hubo un primer intento de restauración por parte de la Comisión Provincial de Monumentos, por lo que el Ayuntamiento solicitó un informe a la Real Academia de San Carlos.[2]

Durante la Guerra Civil y el inicio de la postguerra se volvieron a utilizar como presidio. En 1947 se derribaron los anexos que correspondían al uso penal y en 1952 pasaron a ser propiedad del municipio. Con el paso a propiedad municipal se iniciaron tareas de recuperación, dirigidas por el arquitecto Emilio Rieta López. A este se debe la moderna escalera de acceso y la restauración llevada a cabo entre 1976 y 1982.[2]​ En la década de 1970 se proyectó la instalación de un museo de la cerrajería, pero la iniciativa no prosperó. En 2006 se llevó a cabo una intervención restauradora integral durante la cual se localizaron algunas pinturas y grafitis, y que respetó las marcas de los proyectiles franceses.[1]

Estructura y estilo

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Vista del interior.
 
Vista posterior.

El estilo de las Torres de Cuart es el gótico tardío militar. Su diseño de las torres se inspira en dos anteriores. De un lado las de Serranos, levantadas por Pere Balaguer el siglo anterior, y de otro las Torres o Arco del Triunfo del Castel Nuovo de Nápoles, diseñado por el arquitecto mallorquín Guillem Sagrera.[2]

El sistema constructivo consistió en utilizar un encofrado para realizar gruesos muros de mortero. Estos se cubrían con un enlucido liso, a diferencia de las Torres de Serranos que se recubrieron con piedra. En las de Cuart la piedra se usó exclusivamente en ángulos, aristas, bóvedas y coronación de las torres.[2]

Las Torres de Quart están construidas con mampostería de cal y canto por el sistema de encajonada. En los elementos estructurales tales como ángulos, arcos, aristas de bóveda y basamento, se utilizó sillería. El ladrillo se usó en las bóvedas y algunos otros elementos.[1]

El conjunto presenta una estructura simétrica formada por dos torres a los lados y una parte central que es el portal. En esto tiene la misma distribución que las cercanas Torres de Serranos. Otra característica común es que las torres tienen tres cuerpos y que presentan una planta rectangular modificada. En ambos casos son achaflanadas en la cara que revierte a la ciudad, mientras que la cara exterior es la que se modifica: las de Serranos mediante un biselado que las hace parecer prismáticas, las de Cuart son circulares. En la parte que mira hacia el interior de la ciudad aparecen una serie de estancias abiertas, cubiertas con bóvedas nervadas de crucería[1][2]

La fachada trasera, que da a la ciudad, está abierta mediante arcos ojivales, salvo el del portal que es de medio punto.[1]

Entre las dos torres se sitúa una puerta de entrada y salida a la ciudad rematada con arco de medio punto y rodeada de sillería, que en su momento albergó el ángel custodio para posteriormente acoger los escudos de Valencia y de la Corona de Aragón.[1]

 
Rastros del bombardeo napoleónico de junio de 1808.

Su disposición con respecto a la antigua muralla es ligeramente oblicua o en diagonal, con el propósito de adaptarse al trazado de la calle Cuart, que no entraba en perpendicular a la muralla, sino en diagonal.[1]

Véase también

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Referencias

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  1. a b c d e f g h i j k l m Juste Pérez, Juan José (noviembre de 2018). El Carme. Valencia: Samaruc. pp. 226-230. ISBN 9788416772254. 
  2. a b c d e f g h i j k l m n ñ Benito Goerlich, Luis; Benito Goerlich, Daniel (1996). «Portal y Torres de Cuarte». Monumentos valencianos (Valencia: Las Provincia). 

Enlaces externos

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  •   Datos: Q2343754
  •   Multimedia: Torres de Quart / Q2343754