Ana Tomasa Tito Condemayta y Hurtado de Mendoza[1][2](Acos, 1740 - Cuzco, 18 de mayo de 1781) fue la última curaca de Acos y una precursora peruana de la independencia hispanoamericana.[3]Tuvo un importante papel en la historia de su país porque decidió participar en la rebelión de Tinta.[4]Fue ejecutada junto a sus compañeros, Micaela Bastidas y Túpac Amaru II.[5]
Tomasa Tito Condemayta | ||
---|---|---|
Información personal | ||
Nacimiento |
1740 Acos, Virreinato del Perú, Imperio español | |
Fallecimiento |
18 de mayo de 1781 (40-41 años) Plaza de Armas del Cuzco, Cuzco, Virreinato del Perú, Imperio español | |
Residencia | Acos | |
Familia | ||
Padres |
Sebastián Tito Condemayta Alfonsa Hurtado de Mendoza | |
Cónyuge | Faustino Delgado | |
Hijos | Ramón, Mariano y Lorena | |
Información profesional | ||
Ocupación | Curaca y revolucionaria | |
Descendiente de la nobleza incaica, Tomasa fue la hija de Alfonsa Hurtado de Mendoza y de Sebastián Tito Condemayta, curaca del aillu "Eva Tataje".[6]Tras heredar la posición de su padre, se convirtió en una mujer de gran poder político y económico.[7]Estuvo casada con el criollo Faustino Delgado,[6]con quien tuvo tres hijos: Ramón, Mariano y Lorena. Sin embargo, el matrimonio eventualmente se separó debido a diferencias ideológicas.[8]
En 1780, al estallar la revolución de Túpac Amaru II, Tomasa fue una las mujeres partidarias que defendió los ideales de su pueblo,[9]hasta el punto de llegar a ser catalogada como una heroína.[10] Una legión de luchadoras andinas, quechuas y aimaras trabajaron junto a Tomasa en el levantamiento, dieron apoyo logístico a las tropas, realizaron estrategias y participaron en batalla junto a sus familias. Para ellas se trataba no solo de liberar a su pueblo de la explotación española, sino también de restablecer el rol de la mujer indígena con participación activa en la vida social y política, tradición que el sistema colonial intentó abolir convirtiéndolas en víctimas de todo tipo de abusos. Fue otra lideresa importante dentro del movimiento la esposa de Túpac Amaru, Micaela Bastidas, de quien Tomasa se hizo mano derecha.[11]
Tomasa fue la segunda persona de más alto rango militar en la rebelión, solo después del mismo Túpac Amaru.[12][9]El 16 de noviembre de 1780, una columna de realistas españoles trataron de cruzar el puente de Pillpinto pero fueron detenidos y vencidos por un batallón de mujeres con sus hondas y piedras, flechas, lanzas y chaquitacllas bajo el mando directo de Tomasa. Esa noche, las rebeldes celebraron su victoria en el pueblo bebiendo y moviéndose ágilmente al compás de la kachampa, una danza de origen incaico que representa a los guerreros triunfantes.[8]
Cuando Micaela y Tomasa aconsejaron realizar un ataque inmediato a Cuzco para lograr su rendición, Túpac Amaru no las escuchó y, en un grave error táctico, se concentró en otras regiones cercanas, al tiempo que el curaca realista de Chinchero, Mateo Pumacahua, al mando de 2000 indígenas, dirigió la ofensiva contra Tinta (abril de 1781) que llevó a la derrota de los rebeldes y a la traición del mestizo Francisco Santacruz, el criollo Ventura Landaeta y el cura Antonio Martínez. Tomasa fue capturada por las fuerzas españolas junto con Micaela, Túpac Amaru, y dos hijos de la pareja, Hipólito y Fernando, así como otros de sus aliados más cercanos. Fueron apresados y llevados a Cuzco, donde permanecieron presos en el convento de la Compañía de Jesús, convertido en cuartel militar. Fueron sometidos a interrogatorios y tormentos para poder ubicar al resto de las tropas revolucionarias. Les prometían disminuir la pena si delataban a sus otros aliados, pero no lograron conseguir ninguna información y el 14 de mayo de 1781 fueron condenados a la pena capital.[13]
Tomasa fue condenada a muerte por estrangulamiento,[14]tras haber sido forzada a presenciar las muertes de sus compañeros, de que se le cortó la lengua, y de ser víctima de vejámenes y torturas.[15]Su cadáver fue descuartizado para ser dispersado por las autoridades coloniales en diversos pueblos de la zona, mientras que su cabeza estaba estacada junto a las de Túpac Amaru y Micaela en la Plaza de Acos para evitar cualquier intento futuro de rebelión.[16] Su ejecución, que tuvo lugar junto a la de los líderes rebeldes, y el haber sido martirizada tan crudamente, demuestra su alto rango en la rebelión.[15]Su muerte, junto a las de sus compañeros, constituyó una inspiración para las guerras de independencia hispanoamericanas.[17]
En 2020, el libro infantil "Tomasa Tito Condemayta: Una historia de valor y coraje"[18][19] fue publicado.
|isbn=
incorrecto (ayuda).|isbn=
incorrecto (ayuda).