Mariano di Jacopo (1382 - 1453), llamado Taccola ("Cuervo"), fue un administrador, artista e ingeniero Italiano de principios del Renacimiento. Taccola es conocido por sus tratados tecnológicos llamado De ingeneis y De machinis, que contaba con dibujos anotados de una amplia gama de máquinas y dispositivos innovadores. El trabajo de Taccola fue ampliamente estudiado por otros ingenieros y artistas renacentistas, entre ellos Francesco di Giorgio, y quizás incluso Leonardo da Vinci. Por sus conocimientos que abarcan diversas disciplinas es considerado un polímata.[1]
Mariano Taccola nació en Siena en 1382. Se sabe muy poco sobre sus primeros años de formación o aprendizaje.[2] Como adulto, ejerció una carrera muy variada en Siena, trabajando en diversos trabajos como notario, secretario de Universidad, escultor, superintendente de caminos e ingeniero hidráulico.[3] En la década de 1440, Taccola se retiró de sus posiciones oficiales, recibiendo una pensión del estado. Es conocido por unirse a la orden fraterna de San Jacomo en 1453 y murió probablemente alrededor de esa fecha.[4]
Taccola escribió dos tratados, el primero es De ingeneis (En cuanto a motores), comenzó la escritura de sus cuatro tomos a principios de 1419.[5] Si bien completó los escritos en 1433, Taccola continuó modificando sus dibujos y anotaciones en De ingeneis hasta cerca de 1449. Ese mismo año, Taccola publicó su segundo manuscrito, De machinis (En cuanto a máquinas), en el que reiteró y avanzó muchos de los dispositivos planteados en su primer tratado.
Dibujando con tinta negra en papel y acompañado de anotaciones escritas a mano, Taccola presenta en su trabajo una multitud de 'dispositivos ingeniosos' en ingeniería hidráulica, molienda, construcción y maquinaria de guerra. Los dibujos de Taccola lo muestran como un hombre de transición: si bien el tema del que se ocupa coincide con los analizados por los artistas-ingenieros del Renacimiento, su método de representación todavía posee muchos elementos de la ilustración manuscrita medieval.[6]
Notablemente, con algunos elementos de perspectiva no siempre correctos en sus dibujos, Taccola parecía desconocer de la revolución que estaba en desarrollo en la pintura con respecto a la perspectiva.[7] Esto es lo más curioso, ya que es el único hombre conocido que entrevistó al 'padre de la perspectiva lineal', Filippo Brunelleschi.[4] A pesar de estas inconsistencias gráficas, el estilo de Taccola ha sido descrito como contundente, auténtico, y usualmente apropiado para captar lo esencial.[8]
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